La logística de transporte y distribución de las vacunas contra el COVID-19 seguirá el mismo dinamismo que los flujos de los tráficos domésticos e internacionales. Por la ubicación geográfica de Chile, sus largas distancias dentro del territorio, la eficiencia en el manejo de las mercancías y el aseguramiento de los requerimientos como el control de temperatura, por ejemplo, hacen que la aviación desempeñe un rol esencial.
Anticipando en cierta forma la misión de las vacunas, la industria de la aviación y de la logística, en conjunto con las autoridades del país crean un junio la Comunidad Logística Aeroportuaria para el Aeropuerto Arturo Merino Benítez (CLAP AMB) que reúne a todos los actores involucrados de manera tal de efectuar coordinaciones y aumentar la competitividad, en este caso en el aeropuerto de Santiago. Si bien su creación va más allá, el transporte de las vacunas pone a prueba las gestiones que emanen.
Como se indica en el webinar de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) “Chile: listos para transportar vacunas contra el COVID-19”, los procesos “de siempre” no van a servir por lo que urge internalizar la sensibilidad de la importación a nivel público como privado. El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) lidera esta mesa de trabajo y tiene un compromiso con el protocolo para la logística de las vacunas para eliminar los llamados “cuellos de botella”, una de las principales preocupaciones de los actores.
“No sacamos nada con tener 80 cargueros en el aeropuerto si los almacenes a donde van a llegar las vacunas no están preparados. La cadena completa debe estar en equilibrio”, puntualiza Eric Lobo, CEO de Aerosan, en esa ocasión. “El éxito de nuestra labor está en la colaboración”, sentencia Claudio Carrasco, de Kuehne & Nagel. “Hay una serie de checklist que se deben revisar. La colaboración que debe haber entre la aerolínea y la bodega es vital, pero se deben integrar todos los actores”. Mientras que desde LATAM Cargo piden mayor eficiencia en la aduana.
Como se indica, las vacunas llegarán a Chile por avión directamente al aeropuerto de Santiago por el centro neurálgico de la carga aérea en el país. Según los últimos anuncios del Presidente Sebastián Piñera, las 20 mil dosis para inocular a 10 mil personas llegan antes de que termine el año, siendo la primera prueba de logística con la vacuna “más difícil de transportar”.
Todavía no está determinado si habrá tantos cargueros simultáneos entregando vacunas dado que se desconoce el volumen de los envíos o al menos eso no es público, quizás por razones de seguridad. Pero si existe la seguridad que lleguen por avión como las primeras dosis para los ensayos clínicos.
Air France – KLM Cargo y LATAM Cargo son líneas aéreas que transportan habitualmente vacunas con la correspondiente certificación. La primera es responsable de traer a Chile las dosis de la vacuna china Sinovac, mientras que la segunda es la única línea aérea en la región que cuenta con la certificación IATA Pharma CEIV. A estas dos firmas se pueden sumar como Atlas Air o UPS entre otras. En los Estados Unidos, compañías como American Airlines, United, Delta, UPS junto con FedEx están colaborando con el traslado y distribución de las vacunas Pfizer – BioNTech.
Los avances de casi 90% en las obras de ampliación llegan en el momento preciso para que el aeropuerto de Santiago disponga de una infraestructura más adecuada tanto para atender la logística especial que impone las vacunas como el manejo permanente de carga. Por ser el principal centro aéreo logístico del país el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago será crucial en la recepción y distribución de las dosis que lleguen al país. Ahí llegan todas las líneas aéreas y la mayoría de los productos desde el exterior para luego continuar su viaje por el resto del país.
Para movilizarlas dentro de Chile, el plan del Gobierno a través del MTT considera a LATAM y también a SKY. La razón de seleccionar a estas compañías responde al alcance que tienen con sus respectivas redes y cantidad de frecuencias, además de su especialidad en el transporte de carga. LATAM ya indica que ofrece transporte gratuito de las vacunas COVID-19 a los Gobiernos en sus rutas domésticas.
Actualmente, las dos líneas aéreas ofrecen conectividad desde Santiago hacia Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Copiapó, La Serena, Isla de Pascua (actualmente sin vuelos regulares), Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Balmaceda, Puerto Natales y Punta Arenas.
Desde los aeropuertos o aeródromos de esas ciudades, el transporte de las vacunas se realizaría con empresas terrestres de mensajería rápida para llevar las vacunas hasta el destino final o el centro de vacunación. El Ministerio de Salud tiene la misión de efectuar las coordinaciones correspondientes además de habilitar la implementación de 26 depósitos a lo largo del país. Para el caso de la vacuna de Pfizer – BioNTech u otras el Gobierno indica la adquisición de “supercongeladores”.
En destinos donde no existan vuelos comerciales como ocurre en Chiloé, por ejemplo, el Gobierno no descarta involucrar a la Fuerza Aérea de Chile (FACh) en la logística de las vacunas, especialmente para llevarlas a lugares remotos. Como en las operaciones de las líneas aéreas, FACh dispone en la Base Aérea de Pudahuel del Grupo de Aviación Nº10 dedicado al transporte logístico. Desde sus instalaciones, la Institución habitualmente canaliza ayuda humanitaria, evacuaciones aeromédicas y traslados de insumos u órganos hacia/desde distintos puntos del país como el exterior.
Por material aéreo, la distribución de las vacunas dentro de Chile se realizará principalmente en los Airbus A320 y A321 que tras el mejoramiento de la infraestructura de los aeropuertos en pistas como en plataforma pueden operar en todas las ciudades mencionadas. En algunos aeropuertos, las líneas aéreas pueden utilizar aviones de mayor capacidad en caso de que sea requerido. LATAM, por ejemplo, ya ha operado con sus Boeing 767-300F o B787 en aeropuertos como Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Concepción, Puerto Montt y Punta Arenas, además de Isla de Pascua (por restricciones técnicas de alcance de aeronaves).
En el caso de otras ciudades, se puede recurrir al material aéreo de FACh cuyos diferentes modelos de aeronaves (aviones y helicópteros) permiten llegar a cualquier parte del país. Entre los aviones con mayor capacidad de carga están los Lockheed C-130 “Hércules”, KC135, B767-300ER, mientras con menor capacidad están los Cessna Citation CJ-1, De Havilland DHC-6 “Twin Otter” o los helicópteros MH-60 “Blackhawk” y Bell 412.
En resumen, la estrategia de la autoridad es lograr una perfecta combinación intermodal de transporte. Para ello, se resalta. la efectiva coordinación para evitar demoras, además de garantizar la seguridad por el carácter de “productos de alto valor”. En los aeropuertos y aeródromos, será clave los niveles de protección que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y FACh puedan entregar. Considerando los últimos y graves acontecimientos de asaltos en lados aire y tierra al interior del aeropuerto de Santiago, el tema es un foco de preocupación dado que dichos hechos prueban que la seguridad aeroportuaria ha sido vulnerada.
Para IATA hay ocho desafíos a superar a nivel mundial en la cadena logística de las vacunas COVID-19: la fiabilidad, la capacidad de transporte, conectividad, la distribución, la seguridad y accesibilidad, la infraestructura, gestión de fronteras y aduanas, y capacidad aeroportuaria. En la región y en Chile, principalmente, preocupa los temas de infraestructura y la reducción de capacidad.
“La capacidad a nivel global estamos en estos momentos en un 46% a 50% de lo que era la capacidad en 2019, en el caso latinoamericano estamos a un 64%de diferencia. No estamos al mismo nivel de capacidad que teníamos el año anterior”, expone Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA. “Nuevamente, nuestro llamado a los Gobiernos de eliminar restricciones. Hay países con cuarentenas, otros con limitaciones de extranjeros de entrar al país, eso no nos permite incrementar capacidad”.
En la región, Chile es el único mercado que está experimentando restricciones asociadas al transporte aéreo, especialmente si se mantienen las prohibiciones para viajar dentro del país y más aún si se llegan a cerrar nuevamente las fronteras. Si las limitaciones se mantienen o aumentan se advierte una menor oferta, escenario que no es favorable para la conectividad, para los usuarios y para el transporte de vacunas.
En el mundo como en Chile, la mayor parte de la carga aérea se moviliza en bellies, es decir, en las bodegas de los aviones de pasajeros. Por consiguiente, cualquier reducción de las operaciones comerciales impacta en el transporte de mercancías. Si bien existen aviones cargueros y otros de pasajeros que se han adaptado a la carga, no todos pueden operar en todas partes, principalmente por razones de infraestructura.
Fotografía portada - LATAM