Tras ingreso a la órbita terrestre Chang’e 5, informado por la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) el 13 de diciembre, completa su misión al traer un cargamento de aproximadamente dos kilogramos de restos lunares. Calificada como un éxito, China se convierte en el primer país en extraer restos lunares desde la década de 1970.
El pasado 1º de diciembre la sonda espacial aluniza sin novedad en el área Norte del Mons Rümker, ubicado en Oceanus Procellarum, en la cara visible de la Luna. Se trata de una zona que nunca había sido visitada por misiones espaciales o astronautas. Con su regreso, la misión dura aproximadamente 23 días al regresar hoy el 17 de diciembre 2020.
La sonda china tiene como objetivo traer muestras lunares para su estudio que se consiguen de dos maneras diferentes. En la superficie de la Luna, con la ayuda de un brazo robótico, y bajo tierra, mediante un taladro que perfora dos metros la superficie lunar, para así obtener dos tipos de muestras. Para conseguir el objetivo, la zona de alunizaje se sitúa cerca de un volcán que había hecho erupción hace millones de años. Así, estos restos servirían para aportar conocimiento sobre el origen del satélite natural. El material recogido se almacena en un recipiente sellado al vacío para evitar complicaciones de las condiciones externas luego de su regreso a la Tierra.
El pasado fin de semana el módulo de ascenso de la sonda espacial logra acoplarse con el orbitador, al encontrarse girando alrededor de la Luna a la espera de la culminación de la fase de extracción de los restos. Una vez completa la misión, el orbitador tiene que continuar girando alrededor de la Luna un par de horas más para ajustar su curso a la órbita Luna-Tierra para iniciar su regreso. Posteriormente, los módulos logran acoplarse, encendiendo los motores a una distancia aproximada de 230 kilómetros de la Luna.
Con el exitoso retorno y aterrizaje en la Tierra, China es el tercer país del mundo en extraer restos lunares. Anteriormente, sólo los Estados Unidos y la ex Unión Soviética logran concretar tal hazaña en 1969 y 1976, respectivamente, ambos en un esquema político de competencia en el marco de la Guerra Fría.
El programa espacial Chang’e (bautizado así en honor a la diosa de la Luna, según mitología china) se inicia con el lanzamiento de una primera sonda en 2007. Tras varias misiones, el gigante asiático logra su primer alunizaje en 2013. Uno de los retos más desafiantes lo constituye la misión Chang’e 4 que en 2019 logra llegar al lado oscuro de la Luna, lugar donde permanece hasta hoy.
El objetivo del programa chino es a futuro poder llevar una misión tripulada y avanzar en la colonización humana de la Luna mediante el establecimiento de una base científica.
Fotografía portada - Administración Espacial Nacional de China (CNSA)