Tras recibir la certificación por parte de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), American Airlines se prepara para reactivar gradualmente su flota de Boeing 737 MAX 8. Para tal propósito, la compañía realiza las primeras modificaciones exigidas y ensayos de vuelo para demostrar la efectividad de los cambios y la seguridad de estos antes de su puesta en servicio comercial.
En los días recientes, la compañía realiza dos vuelos especiales con pasajeros, siendo los primeros en todo el mundo desde el accidente del vuelo Ethiopian ET302 en marzo 2019 que determina la paralización de toda la flota y el programa B737 MAX en el mundo. El primero, realizado entre Tulsa y Dallas Fort Worth, lleva a Robert Isom y Doug Parker, presidente y CEO de la línea aérea, respectivamente, además de otros empleados de alto nivel. El segundo realizado en la ruta inversa lo hace con medios de prensa con la finalidad de demostrar que la aeronave es segura.
Las dos operaciones realizadas forman parte de una serie de ensayos que la compañía realizará hasta el 17 de diciembre para demostrar que la aeronave es segura. Los vuelos se realizarán con empleados y tienen el propósito de transmitir confiabilidad. Estas actividades también serán complementadas con otras en tierra que incluyen a tripulaciones de vuelo y a los empleados.
Según los comentarios emanados por los protagonistas de dichas operaciones, los trabajos en la actualización del software del Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS) toman alrededor de seis horas. El resto de los requerimientos pueden tomar entre seis a ocho días. En paralelo, las tripulaciones de vuelo deben someterse a nuevos cursos de capacitación y entrenamiento.
En Tulsa, American Airlines está ejecutando las modificaciones exigidas por la autoridad aeronáutica en los 24 B737 MAX 8 que posee. Tulsa es un importante un centro de mantenimiento de la compañía y es el lugar donde también mantiene preservados un número importante de aeronaves detenidas por las consecuencias que impone la pandemia del COVID-19, especialmente equipos de fuselaje ancho.
De no existir inconvenientes, American planea reactivar el B737 MAX 8 en vuelos comerciales el próximo 29 de diciembre. Si se efectúa, Boeing habrá cumplido el objetivo de tener al avión en el aire nuevamente antes de que termine el año.
La primera ruta comercial de este avión será entre Miami y Nueva York (LGA) con dos vuelos por día. A partir del 04 de enero 2021, se incrementarán las frecuencias con el avión de manera gradual hasta llegar a las 36 salidas programadas por día en frecuencias y destinos que pueden variar, según informa American Airlines en su sitio web. Para el primer mes del próximo año están programadas un total de 170 vuelos con B737 MAX 8.
“Estamos particularmente orgullosos del equipo de American”, dice David Seymour, COO de American en una carta abierta. “La compañía y la Asociación de Pilotos Aliados (APA) y su comité ad hoc, y la Asociación de Profesionales de Tripulantes de Cabina han trabajo al unísono con el objetivo mutuo de devolver al B737 MAX al servicio de manera segura. Muchos de nuestros pilotos de Boeing 737 desempeñaron un papel integral en el proceso de recertificación en función de su experiencia”.
El directivo destaca que American está invirtiendo en una amplia formación antes de que la aeronave vuelva al servicio comercial. Menciona que aproximadamente 2.600 pilotos de la flota B737 completarán y aprobarán la capacitación ordenada por FAA con jornadas que incluyen clases en computadores, en salas y simuladores de vuelo del B737 MAX.
En una muestra más para resaltar la confiabilidad y el retorno seguro del avión, Seymour menciona que cada avión será supervisado por FAA. Una vez que cada aparato esté listo con las modificaciones realizada completará un vuelo de preparación para comprobar que está todo preparado para el retorno al servicio comercial de pasajeros.
American Airlines posee pedidos por 100 B737 MAX 8 de los cuales 24 están entregados. El pedido se realiza como parte de una orden que también considera a 100 B737-800. Su incorporación representa un salto en términos de eficiencia operacional y tecnología para la compañía, pero también se traducirá en cambios en lo que respecta a servicio al pasajero.
Más allá de las características propias de la cabina del MAX, los pasajeros en clase Economy no disponen de pantallas personales en el respaldo de los asientos como ocurre en los actuales B737-800. En su reemplazo, American ofrece un entretenimiento a bordo a través de streaming mediante el cual los pasajeros accederán al contenido a través de sus dispositivos móviles tal como ocurre en otras líneas aéreas. También dispondrá de internet wifi a través de satélite para una mayor velocidad de navegación.
La configuración de los B737 MAX 8 es de 172 asientos en First y Main Cabin (Economy Class), 12 plazas más de los que poseen los B737-800. La mayor cantidad de asientos permitirá reducir los costos (CASK) y optimizar la comercialización del avión, permitiendo a la compañía enfrentar una mayor competencia desde el segmento de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés). El aumento de capacidad se consigue con una reducción de la separación entre asientos de 31 a 29 pulgadas en algunas filas de Main Cabin.
Fotografía portada – American Airlines