Ante el adverso panorama global que todavía enfrenta la industria aérea para reactivar los vuelos internacionales, Alan Joyce, CEO de Qantas, plantea a la comunidad que la exigencia de una vacuna contra COVID-19 como requisito previo para viajes internacionales. Su opinión resalta el rol estratégico que tendrán los programas de vacunación en el mundo, sin los cuales ve difícil volver a una normalidad en el corto plazo.
“Estamos buscando cambiar nuestros términos y condiciones para decirles a los viajeros internacionales que les pediremos a las personas que se vacunen antes de que puedan subirse al avión”, dice Joyce en el programa de televisión “A Current Affair” (25/11/2020). En su opinión, es la forma más segura de revertir la situación actual de los viajes internacionales comenzando con Australia, país que tiene sus fronteras cerradas a ciudadanos extranjeros.
Acompañando los anuncios del pasaporte de salud digital que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) presenta en su Asamblea General, el directivo de la línea aérea australiana indica que el certificado de vacunación podría almacenarse de manera digital para que pueda ser presentado ante el personal de líneas aéreas y las autoridades de migración de todo el mundo. Su opinión también muestra una alineación con las posibles decisiones del Gobierno de Australia que, a principios de noviembre, indica la posibilidad de exigir la vacuna para quienes ingresen al país desde el extranjero.
“Para los visitantes internacionales que vienen y las personas que salen del país, creemos que es una necesidad”, expone Joyce. Para los vuelos domésticos, los pocos que realiza Qantas en la actualidad junto con algunos hacia Nueva Zelanda, la posible exigencia de una vacuna va a depender del programa gubernamental o de las exigencias que decidan las autoridades.
Joyce plantea que la vacunación obligatoria contra el COVID-19 podría ser un requisito global. Para ello, asegura que está conversando con otros líderes de la industria para adoptar un enfoque común en torno a este tema. Por ahora, es el único directivo que expresa públicamente una opinión favorable.
IATA señala que es imposible esperar una vacuna para reanudar la conectividad. Como una capa adicional de protección, plantea su apoyo a los programas de testeo masivo que están llevando los Gobiernos, así como algunas líneas aéreas y aeropuertos para dar seguridad a la población de que los viajes internacionales no representan riesgos. Apoyando las directrices establecidas en el Grupo de Trabajo para la Reactivación de la Aviación (CART) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la asociación insiste en la eliminación de las cuarentenas.
Desde Dubái, Sir Tim Clark, presidente de Emirates, también difiere. En Bloomberg Tv (25/11/2020), dice que es “muy temprano” para adoptar una posición al respecto, agregando que son las autoridades y no las compañías aéreas las que ponen las reglas. “Es probable que los propios países decidan los requisitos”.
Otros directivos de la industria también plantean que la vacuna será determinante para iniciar la reactivación de los vuelos, pero sus compañías intentan tomar ventaja apostando por las expectativas de la población en lo que respecta a una pronta disposición de vacunas para incrementar ventas y la caja ante los problemas de liquidez.
El plan de Australia es comenzar con la vacunación para el primer semestre 2021 con la vacuna Pfizer – BioNtech. El ministro de Salud australiano, Greg Hunt, plantea que el objetivo de su gobierno es garantizar que todos los australianos que deseen vacunarse estén con los anticuerpos para fines del próximo año.
Australia considera que las vacunas para COVID-19 serán gratuitas para todos los australianos como para los que dispongan visas que estén incluidas en el programa de cuidados médicos. Sin embargo, no será obligatoria ya que la política de gobierno considera que las personas son capaces de tomar sus propias decisiones.
En las condiciones actuales, los planteamientos de Joyce de exigir una vacuna a sus pasajeros chocan en parte con las políticas de Gobierno. En ese sentido, y de implementarse, obligaría a la línea aérea modificar dicha exigencia, ya que en caso contrario se auto privaría de potenciales clientes.
Fotografía portada - Qantas