Con el fin de avanzar en la materialización de su red de ultra bajo costo a nivel panamericano, JetSMART pone fecha para su aterrizaje en el mercado colombiano con una operación para 2022. Su llegada al país el café se concretaría un año después de la materialización de la filial en el Perú, proyectada para el primer semestre de 2021 con una flota de tres aviones.
Actualmente, JetSMART sólo opera en Colombia con vuelos desde Santiago hacia Bogotá y Cali, limitados a una frecuencia semanal de los dos o tres que disponían previos a la pandemia. Para diciembre, considera triplicar la oferta para lo cual gestionan con las autoridades una ampliación de los permisos establecidos por las restricciones sanitarias. Adicionalmente, está previsto la inauguración de los vuelos desde Antofagasta hacia los dos destinos colombianos que posee, aunque la parcial apertura de fronteras de Chile (sólo a través del aeropuerto de Santiago) limitará dichas operaciones.
Aprovechando el tráfico étnico y V.F.R. (Visit Friends & Relatives) que existe entre Chile y Colombia, intensificado por los efectos migratorios que han ampliado las oportunidades en términos de demanda para gestionar nuevos servicios aéreos, la línea aérea de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por sus en inglés) de Indigo Partners busca posicionar la marca y el concepto JetSMART (y “SMART”) en el mercado colombiano. Sabe que la competencia será fuerte tomando en cuenta la presencia de Avianca, LATAM y también la oferta LCC/ULCC que existe con Wingo y Viva Air. Precisamente, esta última sería su rival más directo.
Para preparar el camino, JetSMART apostaría por fortalecer los enlaces internacionales con Colombia a través de vuelos punto a punto (propios de su modelo de negocio) con ciudades chilenas. Como se indica a través de Aero-Naves, los planes futuros de pedir permisos para volar hacia ciudades como Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Medellín (MDE) y Pereira son una muestra de la construcción gradual de la futura red que debiera ser el anticipo para vuelos domésticos. En el futuro, no se descarta que dicho escenario se repita desde las ciudades del Perú a medida que se consolide la base en Lima.
El cronograma de expansión por la región de JetSMART considera para el próximo año el establecimiento de la base en Lima con tres equipos Airbus A320 que se transferirán desde Chile. Posteriormente, también está pensado el establecimiento de la filial en Brasil. La mención de un año para establecer la filial en Colombia sugiere que la expansión en ese país se puede dar en paralelo a la creación de la compañía brasilera o bien sea una alternativa en el caso de decidir o reportar una demora de los planes.
Independiente de cual sea la decisión, la intención es no detener la expansión, necesaria para conformar el modelo de negocios que Indigo Partners tiene en Sudamérica. Cabe recordar que la inversión que realiza JetSMART está pensada en un horizonte a mediano-largo plazo.
En conversación anterior con Aero-Naves, Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, indica que la crisis del COVID-19 está dando abriendo una oportunidad para superar algunos obstáculos, proyectar y establecerse en otros países. En ese contexto, está considerado el tema financiero tomando en cuenta la visión a largo plazo y el funcionamiento del negocio aéreo.
Colombia es altamente atractivo para el establecimiento de una línea aérea del tipo LCC/ULCC. El funcionamiento de Viva Air y Wingo, más el modelo híbrido de LATAM son ejemplos de ello. Junto con Brasil y México, el país es uno de los mercados precisos para desarrollar un proyecto de estas características. Posee una gran cantidad de población, separada por la geografía con costas, montañas y selva que dificultan los traslados, una mayor descentralización de las ciudades y polos económicos locales, además de un tráfico turístico doméstico e internacional importante y un creciente tráfico V.F.R.
Además de desarrollar una red doméstica, JetSMART puede ampliar sus operaciones en la región, primero con Chile, luego con el Perú y también con Brasil. La lógica debiese indicar que Argentina también debiese estar incluida, pero el panorama político en ese país para la aviación complica dicha proyección. Con miras hacia el futuro, la operación colombiana también puede ser la puerta de entrada para proyectar una presencia hacia el Caribe, Centroamérica o incluso los Estados Unidos.
Fotografía portada - Simón Blaise