Pese a su establecimiento reciente, Kenya Airways decide suspender el acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés) con Air France y KLM. Si bien todas las partes acuerdan que se trata de una decisión conjunta, la solicitud pareciera nacer desde la firma keniana bajo el argumento de las desfavorables condiciones actuales para materializar la alianza.
La decisión está basada en los bajos niveles de tráfico de pasajeros como consecuencia de la pandemia del COVID-19 y de las restricciones unilaterales impuestas por los Gobiernos para limitar los viajes, lo que en su conjunto, restringen las posibilidades de recuperación de la demanda. Las tres líneas aéreas indican que la decisión es temporal y deja abierta la posibilidad de retomar la asociación cuando existan condiciones apropiadas para generar las sinergias estimadas, tanto para las empresas como para los pasajeros. La realidad del mercado obligaría a retomar la alianza.
El JBA tiene sus orígenes en la relación histórica que Kenya Airways tiene primero con KLM y después con Air France, a través de códigos compartidos y la alianza SkyTeam. En primer término, se realiza entre KLM y Kenya Airways y en marzo 2018, se incorpora Air France con el lanzamiento de la ruta París (CDG) – Nairobi. En ambos casos, el objetivo de la asociación es fortalecer la posición de mercado de las compañías ante el crecimiento de la competencia en el continente africano.
Mediante este mecanismo de integración las líneas aéreas mejoran su oferta en África con enlaces a 26 destinos a través de Nairobi, además de la cooperación con los vuelos en las rutas desde la capital keniana hacia Ámsterdam y París (CDG). Algunas ciudades beneficiadas son Addis Abeba, Bangui, Blantyre, Bujumbura, Dar Es Salaam, Djibouti, Dzaoudzi, Entebbe, Harare, Juba, Khartoum, Kigali, Kilimanjaro, Kisumu, Lilongwe, Livingstone, Lubumbashi, Lusaka, Maputo, Mombasa, Moroni, Nampula, Ndola, islas Seychelles, Victoria Falls, Zanzíbar.
Hasta antes de la pandemia, Air France – KLM Group atiende el continente africano con 489 vuelos semanales a 51 destinos por parte de las cuatro líneas aéreas del holding. Air France es la que mayor cantidad de operaciones realiza con 36 destinos y 258 frecuencias semanales desde París (CDG), seguida de KLM con 13 destinos y 75 frecuencias por semana desde Ámsterdam. La filial de bajo costo y tarifas bajas (LCC), Transavia vuela a 15 ciudades en el Norte de África, desde varios puntos en Europa con un total de 146 frecuencias semanales.
La operación africana por parte del resto de las líneas europeas está distribuida en British Airways con nueve ciudades, Iberia con ocho y Vueling con 10 destinos; Austrian, con tres ciudades, Lufthansa con 12, Brussels Airlines, con 15 y Swiss con 12 destinos; y Alitalia con cinco ciudades.
Pese al liderazgo que exhibe, Air France – KLM necesita reforzar su posición en el mercado aéreo africano para generar barreras defensivas ante el crecimiento de la competencia por parte de Emirates, Qatar Airways y Turkish Airlines en África, además de Ethiopian. En ese sentido, el aporte de Kenya Airways a la red de Air France – KLM se considera como un complemento perfecto. Sus operaciones concentradas mayoritariamente en la parte oriental de África, incluidas en su mayoría en el JBA, compensan los vuelos que desde Europa se realizan hacia lado occidental del continente por parte del holding franco-holandés.
El ahora suspendido JBA continúa en el futuro con el potencial de reforzar las operaciones conjuntas de Air France, KLM y Kenya Airways, además de posicionar al aeropuerto Jomo Kenyata de Nairobi como un hub alternativo en una intención de disputar el rol de Addis Abeba. El escenario es auspicioso para la compañía aérea keniata tomando en cuenta la importancia que está tomando África en el concierto mundial, y por el potencial existente en términos económicos, turísticos y de conectividad.
Air France junto con KLM son dos líneas aéreas saben aprovechar los beneficios que generan los JBA para ampliar su oferta a sus clientes y fortalecer sus operaciones, impulsando junto a sus socios, la conectividad en distintas partes del mundo. Uno de los JBA más emblemáticos en las que participan estas líneas aéreas es el multilateral con Delta, al que recientemente se han incorporado China Eastern y Virgin Atlantic.
Actualmente, el 80% de las principales líneas aéreas poseen algún tipo de JBA. Si bien la cooperación comercial en rutas es la principal referencia de estas alianzas, este tipo de acuerdos pueden darse en distintas esferas del negocio incluso en aspectos no aeronáuticos. En el caso de las operaciones aéreas, más del 30% de las rutas de larga distancia están siendo participadas por alguna asociación de estas características.
En términos generales, los JBA permiten a las líneas aéreas conseguir mayor eficiencia al coordinar operaciones y servicios, generar mayores sinergias, estrechar lazos que en su conjunto incrementan la cooperación e inversión conjunta. A esto, se agrega una capacidad para alcanzar nuevos mercados sin tener que efectuar una inversión significativa que pueda poner en riesgo el negocio. Todo lo anterior, manteniendo su estructura independiente y un enfoque flexible dependiendo de las necesidades. Bajo este esquema de cooperación, los pasajeros acceden a una mayor cantidad de rutas destinos y opciones de viaje, con más puntos de conexión o pares de ciudades atendidas, más variedad, mejores precios y un incremento en el nivel de servicios, al no estar afectada la oferta que cada compañía dispone, por lo que el usuario mantiene su derecho de libre elección.
Considerando el escenario de la industria aérea post COVID-19, los JBA como las fusiones están llamados a generar condiciones favorables para potenciar una recuperación y posteriormente volver a propiciar un crecimiento. En ese sentido, este tipo de asociaciones podrían incrementarse en el corto-mediano plazo.
Fotografía portada – Kenya Airways