Estudiar piloto comercial en el extranjero ¿Una buena alternativa?

La opción de estudiar una carrera aeronáutica en el extranjero cobra mayor fuerza. Una oferta diversa en escuelas e instituciones de formación, precios reducidos en comparación a los que se ofrecen en Chile, facilidades de viaje y alojamientos, son algunas alternativas que son consideradas, especialmente cuando la instrucción y habilitación es similar.

En países como Argentina o Bolivia, el bajo precio del combustible relacionado al costo operacional de horas de vuelo, hace que sea considerablemente más económico emprender una carrera aeronáutica. Un ejemplo es el valor final de curso de piloto comercial en esos países, donde el tipo de cambio sin duda favorece el bolsillo del estudiante en Chile. Otro altamente demandado son los Estados Unidos. Si bien el precio puede ser de mayor valor, la infraestructura y equipamiento disponible, estudiar y entrenar en idioma inglés, hace que esta opción cobre importancia casi independiente de su valor económico.

“Una de las grandes desventajas es que cuando vuelves a Chile debes rendir todos los exámenes nuevamente”, dice Luis Vidal, instructor de vuelo del Club Aéreo de Concepción en uno de los episodios de “Un Café por la Aviación” desarrollados por la Asociación Spotters Chile. En su opinión, añade que con “estudiar en el extranjero abaratas costos y la enseñanza también es diferente, pero al volver a Chile te miden como un piloto chileno, debes ser igual que los de acá, y con eso, llegas con una desventaja”.

Si bien estudiar fuera del país puede tener ciertas ventajas, los altos niveles de seguridad que evidencia Chile en su historia, más la multiplicidad de escenarios disponibles para la instrucción, convierten al país en una opción interesante. Desiertos, montañas, operaciones en altura por el norte y valles, lagos y meteorología adversa en el extremo sur, son las diferentes condiciones donde los alumnos pilotos pueden practicar. Prueba de ello, son la cantidad de personas que llegan de países vecinos para empezar o terminar su instrucción.

El director ejecutivo de la escuela de vuelo Clearway Academy, Ricardo Videla, recomienda que al salir a formarse como piloto al extranjero, en los Estados Unidos por ejemplo, sea para desarrollar la carrera en ese mismo país. Advierte si, la “letra chica” que disponen algunas de las escuelas de vuelo en los Estados Unidos, para mantener el mismo ejemplo. Desde su perspectiva, el valor del curso considera cobros adicionales por separado los que se suman al precio final, aspecto totalmente diferente a la realidad local dado que en Chile los precios están siempre incluidos. En ese sentido, advierte a los futuros pilotos a la “precaución y leer detalladamente los contratos”.

Usualmente cuando se realiza el curso en otros países, los estudiantes llegan a alojamientos habilitados por las mismas escuelas de vuelos o están incluidas en el plan de estudios. Muchas incluyen “cláusulas” específicas que obligan a los estudiantes a incurrir en posibles multas por aspectos mínimos o que poco guardan relación con la instrucción, lo que también encarece los costos finales.

Resaltando las ventajas locales, Luis Vidal, destaca la trasparencia que existe en las empresas comerciales y clubes aéreos en Chile. “Siempre se da un valor exacto, con una mochila de horas de vuelo, que sabes cuantas tendrás disponible. En cambio en el extranjero se van agregando varias cosas y que se van sumando, y luego te encuentras con cuentas muy elevadas”.

Ambos llaman a la cautela al leer contratos en empresas extranjeras, para así no encontrar desagradables sorpresas en las boletas. También, instan a estar siempre bien informados con respecto al proceso de validación por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC Chile) para licencias obtenidas fuera del país y así habilitarse en Chile.

En términos generales, los estudios de carreras aeronáuticas (como incluso de otras profesiones) en el exterior está condicionado a una serie de mitos bajo la perspectiva de que “lo de afuera” es siempre mejor. Sin embargo, al momento de realizar un costo-beneficio urge establecer una correcta comparación de costos para tomar la decisión.

Expertos en la industria aérea sugieren que las dos posibilidades son valorables y aceptables, especialmente si se toman condiciones comunes como niveles de seguridad, capacidad de instrucción, reconocimiento, entre otras cosas. Realizada dicha comparación es necesario tomar en cuenta la finalidad que se persigue y las oportunidades de trabajo.

Una carrera en un país extranjero de alta demanda como son los Estados Unidos no necesariamente implica un puesto de trabajo asegurado en una línea aérea, por sólo el hecho de estudiar en ese país, por sólo mencionar un ejemplo. En muchas compañías aéreas internacionales -como las denominadas líneas aéreas globales- que habitualmente contratan personal de distintas partes del mundo, todos los postulantes son medidos por el mismo nivel según sus capacidades. En ese sentido, pierde importancia el desembolso de recursos de estudiar fuera del país para obtener una habilitación que se puede obtener localmente con el mismo reconocimiento internacional.

Si bien el escenario de la aviación es altamente desafiante por las reducciones de capacidad de las líneas aéreas y la lenta recuperación que, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), se extenderá hasta 2024 para volver a niveles de 2019, las carreras aeronáuticas mantienen en general una proyección favorable. La demanda de pilotos, por ejemplo, mantiene una tendencia de crecimiento en los próximos años y si bien las líneas aéreas no ofrezcan las plazas de manera inmediata, existen otros segmentos que demandan también profesionales aeronáuticos como la aviación corporativa y trabajos aéreos.

Las recomendaciones de los expertos es la cautela al momento de iniciar el curso y tomar el tiempo de la crisis para efectuar una buena preparación y capacitación de manera estar listo para cuando vuelvan los llamados de las compañías aéreas. Entre tanto, las oportunidades en otros rubros de la industria es una opción para ganar experiencia. Cabe recordar que la demanda de pilotos y personal aeronáutico varía por región y realidad local de las proyecciones dadas a conocer por empresas e instituciones que habitualmente sirven de guía para los futuros aspirantes.

En Europa, los gremios aeronáuticos (como el británico) desalientan a los futuros o actuales estudiantes al señalar que no habrá una oferta de trabajo debido a las desvinculaciones masivas realizadas por las líneas aéreas. Si bien es una realidad, su postura debe entenderse dentro de un ámbito de defensa de los intereses de sus representados, aunque no deja de ser una variable que debe estar presente por el estudiante, especialmente si considera desembolsar una gran cantidad de recursos para estudiar en un lugar distinto a su país.

Mientras el panorama en el Viejo Continente puede ser desalentador, hay otras regiones como América Latina, África y Asia, donde existen proyectos interesantes de crecimiento pese al escenario adverso. Las compañías aéreas chinas, las del Medio Oriente y las firmas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) son algunas muestras de ello.

Fotografía portada – Alfredo Vera

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