Pese a los desafíos económicos que impone la crisis del COVID-19, las restricciones de viajes que derivan en una drástica reducción de la demanda de pasajeros y de los ingresos para los terminales aéreos, los aeropuertos del mundo acuerdan incluir los temas de medioambiente en su agenda de recuperación. De esta manera, buscan alinear sus políticas hacia un desarrollo sostenible como parte de los compromisos autoimpuestos por la industria aérea.
En la Asamblea General del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés), los aeropuertos señalan que el cambio climático es un desafío global. Para enfrentarlo, se requiere una colaboración y acción permanente a nivel mundial. Bajo la crisis del COVID-19, el periodo próximo de recuperación debe ser una oportunidad para aprovechar el momento e incluir en los proyectos una agenda más sustentable. Para tal propósito, el sector reconoce que se necesita un marco regulatorio apropiado que apoye un desarrollo de una agenda medioambiental.
“La sostenibilidad es uno de los pilares clave de nuestra industria y el cambio climático sigue planteando el mayor riesgo a largo plazo al que se enfrenta el mundo y sus impactos de largo alcance, incluido un mayor riesgo de aparición de futuras pandemias”, expone, Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI.
Al igual que otros sectores de la industria de la aviación, parte importante de los aeropuertos consideran en sus administraciones o planes de desarrollo conceptos de desarrollo sustentable. Muchos de estos consideran la incorporación de tecnología que, en muchos casos, no siempre están en sintonía con los costos creando barreras.
Los terminales aéreos destacan la voluntad por incorporar una agenda sostenible más activa, pero solicitan flexibilidad de parte de los Gobiernos, ya que son estos los que establecen los lineamientos y directrices, además de ser Mandantes de muchas administraciones. Por lo mismo, piden a las autoridades apoyar la recuperación de los aeropuertos a través de políticas públicas pro-industria e incentivos para nuevas inversiones orientadas para “descarbonizar” los terminales aéreos.
La incorporación de nuevas tecnologías es vista como una apuesta a futuro y también como una herramienta de resiliencia frente a las futuras crisis. Si bien pueden tener un mayor costo de adquisición, tienen la capacidad de generar ahorros que se pueden utilizar en escenarios adversos, cuando la disminución del tráfico de pasajeros no permita generar ingresos. A futuro debiera permitir administraciones más resistentes.
Los lineamientos establecidos en la Asamblea General de ACI también consideran que los aeropuertos deben mantener la mitigación, adaptación y las resiliencias climáticas como aspectos esenciales de sus estrategias de sus respectivos negocios. Esto supone identificar oportunidades de manera constante como parte de los planes de recuperación los cuales deben considerar un equilibrio entre protección ambiental, bienestar social y desarrollo.
“También alentamos a los miembros a apoyar la protección de la biodiversidad que también puede ayudar a prevenir la aparición de enfermedades que contribuyen a evitar futuras pandemias”, puntualiza de Oliveira en su intervención.
Los aeropuertos tienen una muy escasa contribución en las emisiones totales de CO2 de la industria aérea. Sin embargo, como parte de esta también están incluidos en la meta de conseguir un crecimiento neutro para 2050 para lo cual distintos terminales están acelerando proyectos de sostenibilidad. “Algunas regiones están logrando hitos antes”, puntualizan en ACI.
En términos generales, ACI recomienda a los administradores de aeropuertos considerar múltiples opciones de iniciativas para descarbonizar las terminales con el fin de avanzar de manera gradual hacia una emisión cero de CO2. Por lo mismo, introduce dos niveles adicionales en su programa de acreditación de emisiones. En paralelo, aconseja mantener constantes evaluaciones de riesgos de medioambiente como parte esencial de su planificación. A 2019, un 70% de los aeropuertos del mundo han estado afectados por condiciones climáticas adversas.
Fotografía portada - Miami Airport