United planea agresiva competencia en rutas transcontinentales con su regreso a Nueva York (JFK)

Después de cinco años de ausencia, United Airlines vuelve al aeropuerto de John F. Kennedy de Nueva York. Si bien su oferta dista mucho de la original, toma protagonismo porque es la última compañía en sumarse a la competencia directa en los vuelos transcontinentales en los Estados Unidos

A partir de febrero, United vuelve a operar al terminal 7 de Nueva York (JFK) con dos vuelos semanales en las rutas hacia Los Ángeles y San Francisco conectando tres importantes centros urbanos del país en una de las rutas domésticas más rentables. La operación es una respuesta estratégica a la expansión reciente de JetBlue que este año anuncia un crecimiento de vuelos “costa a costa” desde Nueva York (JFK y EWR) hacia Los Ángeles y San Francisco, además de una alianza con American Airlines. Además, desafía también a la competencia de esta última y a la oferta de Delta.

Por conectar los más importantes centros urbanos y de negocios, más la distancia geográfica que los separa, las rutas desde el área de Nueva York, Los Ángeles y San Francisco constituyen los servicios domésticos costa a costa más importantes en los Estados Unidos. Por lo mismo, las líneas aéreas que atienden estos tramos lo hacen con servicios Premium que consideran una Business Class completa que no diferencia mucho de la disponible en rutas internacionales de larga distancia.

Así ocurre con American Airlines y JetBlue en sus Airbus A321 y Delta Air Lines en los Boeing 757-200 o 767-300ER asignados a esos tramos. Incluso, en oportunidades anteriores equipos de gran capacidad como los B777-200ER también son utilizados, especialmente ahora que American decide volver a colocar este modelo de aeronave en esa ruta ante el exceso de capacidad que impone las restricciones para volar tramos internacionales.

Para competir, United considera dos frecuencias diarias en las rutas Nueva York (JFK) – Los Ángeles y Nueva York (JFK) – San Francisco, una a primera hora de la mañana y otra en la tarde. Por duración del vuelo y diferencia horaria, las dos frecuencias satisfacen la demanda de viajes de negocios. Todas las frecuencias están asignadas a equipos B767-300ER reconfigurados ofreciendo 46 asientos full flat en Polaris (Business Class), 22 en United Premium Plus, 47 en Economy Plus y 52 en Economy.

Asiento United Polaris - Ricardo J. Delpiano

A futuro, la compañía no descarta sumar dos frecuencias adicionales en ambas rutas a medida que la demanda se reactive. Adicionalmente, considera incorporar servicios Premium desde Nueva York (JFK) hacia otros aeropuertos en los Estados Unidos como Chicago (ORD), Denver y Houston (IAH), es decir, conectar los hubs que dispone para crear una amplia oferta que beneficia no sólo a la demanda Premium interna, sino que también a la internacional.

En paralelo, United mantiene su oferta tradicional, incluyendo los vuelos transcontinentales desde Newark (EWR), servicios que parecieran no variar. Por el contrario, estudia desplegar en los próximos años al B737 MAX 10 en esas rutas con una configuración Premium que incluya asientos-cama en Business Class, anticipando el reemplazo directo del B757-200 en esas rutas.

“He estado esperando mucho tiempo para decir esto: United Airlines está de regreso en JFK”, comenta Scott Kirby, CEO de United. “A principios del próximo año, prestaremos servicio a los tres principales aeropuertos del área de la ciudad de Nueva York con el mejor producto de su clase para brindar a nuestros clientes un servicio transcontinental incomparable desde la ciudad de Nueva York y la costa oeste”.

Con el regreso de United a Nueva York (JFK), las cuatro principales líneas aéreas estadounidenses dispondrán de una oferta desde los tres aeropuertos de la “Gran Manzana”, generando una dinámica competitiva intensa que beneficia a los pasajeros en un segmento rentable y que, a corto plazo, puede ser un catalizador en un escenario de recuperación. Con los últimos cambios en American y JetBlue, no se descarta que Delta introduzca a futuro nuevas modificaciones en su servicio transcontinental.

En un segundo plazo, el retorno de United a Nueva York (JFK) también se puede interpretar como una forma de anticipar una respuesta al crecimiento que están experimentando las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) al ingresar operaciones en aeropuertos principales, donde antes no estaban, dejando en parte atrás su crecimiento desde terminales aéreos secundarios. Southwest es el más claro ejemplo con su ingreso a Chicago (ORD) y Miami, y si bien todavía no muestra intensiones de operar desde otros aeropuertos del área de Nueva York, no se descarta eventuales movimientos.

Fotografía portada - Simón Blaise

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