Por considerar como “demasiado arriesgado invertir dinero público” en una empresa con gran cantidad de deudas, el Gobierno de Noruega rechaza la concesión de nuevas ayudas económicas a Norwegian Air Shuttle a las entregadas en mayo por €275 millones. La situación coloca a la compañía de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) en un escenario altamente desafiante con la posibilidad de una eventual quiebra.
Para mantener sus reducidas operaciones, Norwegian solicita un nuevo paquete de ayudas debido a que el escenario actual en Europa no entrega condiciones suficientes para avanzar en la restauración de los servicios y menos para una recuperación. Actualmente, la compañía realiza principalmente un reducido número de vuelos domésticos.
Según el Gobierno de Noruega, la entrega de más ayudas financieras podría ser interpretado como un mecanismo de ayuda irregular y afectar la libre competencia con otros operadores. Pese a no contar con nuevas ayudas directas, las autoridades señalan que la compañía todavía puede acogerse a los planes de ayuda general que la actual administración ampliará para hacer frente a los desafíos que impone la extensión de la crisis.
Para Jacob Schram, consejero delegado de Norwegian, la decisión del Gobierno no se entiende considerando que la compañía contribuye con 24.000 empleos directos e indirectos en Noruega. Junto con calificar como “decepcionante” la medida citando a las ayudas que reciben los otros operadores europeos de parte de sus respectivos Gobiernos, alerta que es la propia autoridad que atenta con la empresa porque crea una ventana de oportunidad para que Wizz Air amplíe presencia en el mercado noruego.
Según reportes de prensa en Europa, ni la línea aérea ni las autoridades noruegas habían acordado un monto para nuevas ayudas. La compañía arriesga quedar sin liquidez en el transcurso de los primeros meses de 2021 y recién señala que necesitaría más de €205 millones.
En el tercer trimestre 2020 (3Q2020), Norwegian reporta una pérdida por €91,5 millones. Entre julio y septiembre, apenas transporta un millón de pasajeros lo que representa una reducción de 91% respecto al mismo periodo del año anterior. Si bien la cifra es altamente adversa, representa una mejora respecto al 2Q2020 cuando reporta una reducción de la demanda de 99%.
Según el reporte financiero, la demanda está seriamente afectada por las restricciones de viaje en Europa, incluyendo el cierre de fronteras para los países extracomunitarios y las nuevas medidas de confinamiento en muchos países donde posee bases operacionales. De un total de 140 aviones basados en distintos países, vuelve a operar hasta 25 equipos, principalmente Boeing 737-800.
Pese a que la compañía declara que avanza con éxito la conversión de su deuda en capital y en la implementación de una serie de medidas de reducción de costes durante el tercer trimestre, la falta de nuevas ayudas lleva a pensar en todos los escenarios posibles. No se descarta una quiebra, aunque también consideran otras opciones. Mientras tanto la liquidez que resta es suficiente para soportar los próximos meses. En una proyección optimista, para la temporada de verano 2021 del hemisferio Norte podría alcanzar una recuperación al 40%-50% respecto a niveles 2019, siempre y cuando, el Gobierno otorgue nuevas ayudas.
Como consecuencia de la medida, Norwegian señala que se ha visto obligada a emplazar en un expediente de regulación temporal de empleo a 1.600 trabajadores en Noruega y a reducir la capacidad ofrecida de modo considerable para superar la crisis. Adicionalmente, declara que necesita mantener sus costes operativos al mínimo, al tiempo que continúa trabajando en soluciones de cara a su supervivencia.
“Tras el decepcionante anuncio de hoy por parte del Gobierno, no nos queda otro remedio que suspender de empleo a otros 1.600 compañeros y a detener 15 de las 21 aeronaves con que hemos operado en los últimos meses. Las restricciones de viaje recientemente impuestas por el Gobierno noruego han sofocado cualquier esperanza de una recuperación estable y progresiva, con factores fuera de nuestro control impactando a Norwegian desde todos los ángulos”, dice Schram.
Norwegian es un holding que administra distintas compañías bajo el mismo nombre, incluyendo Norwegian Air Shuttle y otras filiales en Europa. Durante la crisis del COVID-19, la empresa cierra cuatro filiales en Dinamarca y Suecia encargadas de proveer pilotos y tripulantes de cabina, hechos que reflejan la difícil situación del grupo.
A pesar de ostentar una rápida expansión en los últimos años, la compañía no logra una estabilidad financiera siendo las deudas arrastradas un ejemplo de ello. Parte de los factores que determinan su situación es el establecimiento en países con altos costos como los de la península escandinava que dificultan la posibilidad de ofrecer bajos precios o en caso de ofrecerlos incurrir, operar a pérdida. La situación se agrava con la paralización del B737 MAX 8 y el mantenimiento preventivo de motores Rolls Royce Trent 1000 de los B787 lo que obliga a cancelar operaciones, incurrir en arriendos de material a terceros (wet lease) y otros compromisos.
Fotografía portada - Norwegian