A través de un trabajo colaborativo con una asociación sin fines de lucro y el uso de la tecnología, Nuevo Pudahuel, sociedad concesionaria que administra y construye el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, lanza un programa de donación de alimentos no utilizados en el terminal. La medida permitirá reducir los desechos que diariamente se producen permitiendo que el terminal aéreo avance en sus compromisos de sostenibilidad.
A través de la aplicación CoFood, los restaurantes y locales de comidas y bebidas del aeropuerto de Santiago venderán sus productos próximos a vencer con un descuento para pasajeros y trabajadores del terminal. Aquellos alimentos que no se vendan serán donados en un plazo límite de 24 horas antes de su expiración a la Fundación Villa Padre Hurtado que acoge a personas mayores en situación de pobreza y vulnerabilidad social.
Presentado el sábado 07 de noviembre, la iniciativa de Nuevo Pudahuel considera el compromiso de los locales Britt, Dunkin’ Donuts, Bon-Bon, Danés, Delicia & Co., Gatsby, Santa Brasa, La Pausa, Eric Kayser, Farine, TelePizza, Johnny Rockets, Fritz, Heineken y Briciole.
“No existe el desarrollo del aeropuerto Arturo Merino Benítez sin el crecimiento de los planes de disminución de huella de carbono y apoyo social”, comenta Xavier Lortat-Jacob, gerente general de Nuevo Pudahuel. “Tenemos la responsabilidad y el compromiso de avanzar en este ámbito en todos los aeropuertos que operamos en el mundo”.
De acuerdo con sus estimaciones, a través de este trabajo colaborativo, el aeropuerto de Santiago minimizará las dos toneladas que al mes se desechan por no uso lo que se traduce en un desperdicio. A través de la asociación con una fundación, los alimentos no serán desechados dado que tendrán asegurada su utilización. Si no se venden los ocuparán personas vulnerables.
Para Benito Baranda, presidente del directorio de Fundación Villa Padre Hurtado, la alianza es muy importante porque “permitirá continuar en nuestra misión de acoger con amor y devolver la dignidad a las personas mayores abandonadas y vulnerables”. Durante la presentación, agradece a Nuevo Pudahuel el interés y aporte a la causa, además de extender un llamado al resto de los aeropuertos de Chile a sumarse en iniciativas similares.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), en América Latina y el Caribe se pierden alrededor del 11% de los alimentos que se producen al año, lo que equivale a 220 millones de toneladas de comida. Las estimaciones establecen que la huella de carbono que deja el desperdicio de alimentos es de más de tres giga-toneladas de CO2 a nivel mundial, equivalentes al 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), uno de cada cinco hogares presenta inseguridad alimentaria de modera a severa en Chile.
El mecanismo de donación considera el uso de aplicaciones y la inclusión de nuevos tipos de emprendimientos por lo que el programa de sostenibilidad presentado también considera una validación y apoyo a los sectores emergentes de la economía. “Somos creyentes de que las StartUps, en conjunto con las grandes empresas, pueden resolver grandes problemas, y estamos muy agradecidos de la confianza que nos entregan desde Nuevo Pudahuel”, dice Nicolás Torrealba, cofundador de CoFood.
Desde su llegada a la concesión del aeropuerto de Santiago, Nuevo Pudahuel destaca por una alta competencia en términos de desarrollo sustentable y de apoyo a la comunidad. Entre los programas que destacan están el reciclaje de desechos, la instalación de paneles solares, la donación de árboles, la bolsa de trabajo, apoyo a actividades artísticas y culturales, además de una estrecha relación con distintos actores que conforman el ambiente aeroportuario.
Nuevo Pudahuel tiene como meta reducir las emisiones de CO2 del terminal del aeropuerto en un 40% para 2030. En función de sus compromisos autoimpuestos, el objetivo final es conseguir la producción de cero emisiones netas para 2050.
Fotografía portada – Nuevo Pudahuel