Pese a que en los días anteriores el propio Ministerio de Salud informa que el 09 de noviembre la autoridad se iba a entregar un protocolo para el ingreso de personas desde el extranjero, los anuncios del Ministerio de Salud de hoy no consideran ninguna medida al respecto. Por consiguiente, queda en completa incertidumbre la eventual apertura de fronteras altamente esperada por la industria aérea y del turismo, así como por miles de personas que por distintos motivos necesitan viajar.
“En el contexto de siempre, siempre, resguardar la salud de la población, por lo tanto va a hacer una apertura paulatina, paso a paso. Va a requerir algunas cosas estrictas para poder entrar, probablemente una PCR, lo segundo, un seguimiento de los viajeros de una manera muy estricta y también, no va a hacer dentro de todo el país”, señala Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública de Chile, durante la conferencia de prensa que el Ministerio de Salud realiza para informar la situación de la pandemia.
La falta en el cumplimiento de los anuncios deja entrever una falta de desprolijidad en el manejo de la información por parte de las autoridades de Gobierno, además de mostrar un escaso avance en la materia, a pesar de que los eventuales protocolos no difieran mucho de lo que actualmente existe o de lo que poseen otros países. Según lo indicado, el posible anuncio se daría a conocer en “los próximos días”, sin una fecha específica.
El 05 de noviembre, el Ministerio de Salud publica las declaraciones de la subsecretaria Daza en la que indica que el próximo lunes (09 de noviembre) entregará el esperado protocolo. “Estamos preparando un protocolo muy estricto para el ingreso de personas al país en las próximas semanas. Será Paso a Paso, presentado el próximo lunes, para reducir al máximo la posibilidad de aumento en los nuevos casos”, señala.
El actual cierre de fronteras, se publica el 28 de octubre, por lo que hacia el 12 o 13 de noviembre el Gobierno de Chile debe emitir un nuevo pronunciamiento respecto a si mantiene, flexibiliza o levanta completamente la restricción de ingreso al país. Con 22 decretos desde el inicio de la pandemia (18 de marzo), Chile junto con Uruguay y Venezuela, son los únicos países en la región que mantienen cerradas sus fronteras. Incluso Argentina, país conocido por sus restricciones, flexibiliza la medida al permitir el ingreso de ciudadanos nacionales y extranjeros residentes de países vecinos, incluso con fines turísticos.
De acuerdo con la escasa información entregada por la autoridad, una eventual apertura de fronteras sería gradual con la exigencia de una prueba PCR negativa para COVID-19 y un mecanismo de seguimiento, requisitos que ya existen. Desde mediados de octubre, Chile exige un resultado negativo para COVID-19 con 72 horas previo al embarque, además del llenado de un formulario de salud para contacto que puede ser descargado en la página www.c19.cl o es entregado en papel en el aeropuerto.
Adicionalmente, los ingresos de extranjeros se darían por comunas, posiblemente por aquellas que dispongan fases más avanzadas de desconfinamientos (Paso 3 en adelante). De confirmarse, el proceso podría entregar incertidumbre en las personas dado que los ingresos regulares a Chile se dan por pasos específicos ubicadas ciertas comunas independiente de que estas sean o no el destino final de las personas. En el caso del transporte aéreo, sólo se darían a través de los aeropuertos de Santiago y Antofagasta (a partir de diciembre).
Lo anterior, se desprende de las nuevas declaraciones de Daza ante las preguntas de la prensa respecto a la llegada de científicos y turistas para ver el eclipse solar que se producirá en diciembre en el sur de Chile. “En relación con el eclipse, esto es a mediados del mes de diciembre, hoy quiero recordar que la Región de la Araucanía está en una situación bastante crítica. Varias de sus comunas están en cuarentena, las personas no pueden salir de sus casas y no pueden recibir visitas. Hoy toda la Araucanía está en distintas etapas. Por lo tanto, esperamos que para el eclipse haya avanzado a etapas más progresivas como “Preparación” o “Apertura Inicial” porque, para poder trasladarse a otra comuna, la comuna a la que se va a trasladar la persona tiene que estar tiene que estar al menos en fase de “Preparación”, dice.
De confirmarse ese esquema, las posibles medidas del Gobierno de Chile atentarían contra la industria turística chilena por la incertidumbre que impondría a los viajeros, ya que no existiría la anticipación adecuada para programar los viajes, especialmente desde el extranjero. En ese sentido, la medida solo podría favorecer a un reducido turismo domésticos, en comparación con países vecinos que con fronteras abiertas ya permiten la realización de actividades turísticas. En el caso específico del eclipse, por la cercanía de la fecha la eventual anticipación se reduce de manera significativa.
Por ser uno de los últimos países en abrir fronteras, el Gobierno de Chile tiene una creciente presión de distintos frentes. Además de las líneas aéreas, se agregan los aeropuertos liderados por la concesionaria Nuevo Pudahuel que administra y construye el aeropuerto de Santiago, la industria turística a través de las gestiones de la Federación de Turismo (FEDETUR) y distintos sectores de la población que se han seriamente afectados por estar separados de familiares y seres queridos.
Para las líneas aéreas, el cierre de las fronteras afecta seriamente los factores de ocupación de los vuelos, impide la proyección de escenarios futuros con el incremento gradual de la capacidad (en rutas y frecuencias) y con ello, la limitación de obtener ingresos necesarios para enfrentar la crisis. Cabe recordar que como consecuencia de las restricciones establecidas por los Gobiernos, las compañías enfrentan una falta de liquidez que amenaza su continuidad y la conectividad de los países.
Para los aeropuertos, la ausencia de líneas aéreas y de pasajeros afecta su modelo de negocios basado en la cantidad de pasajeros embarcados. Adicionalmente, la reducción de pasajeros también tiene impactos negativos en muchos servicios subconcesionados y en todos aquellos que dependen de la aviación como la mensajería, carga aérea, hotelería, la gastronomía, entre otros.
Fotografía portada – Ministerio de Salud