Después de varios años de retraso tras su presentación en 2008 como Mitsubishi Regional Jet (MRJ), Mitsubishi Heavy Industries (MHI) decide suspender el desarrollo del SpaceJet, nueva denominación del avión en un infructuoso intento por reimpulsar el proyecto. La razón responde a las condiciones de mercado, aunque básicamente guarda más relación para focalizar recursos financieros y humanos en proyectos con mayor potencial de retorno.
La suspensión del programa es por tres años esperando condiciones más favorables para las ventas que permitan, eventualmente, reiniciarlo. Mientras tanto, se abre la discusión del plan de negocios lo que deja abierta la posibilidad de que el proyecto finalmente sea abandonado. Por ahora, sólo asigna recursos para proceder con los programas de certificación correspondientes y se desecha cualquier opción de reiniciar el programa entre los años 2021-2023.
MHI está concentrando sus prioridades en el negocio de aeroestructuras civiles y también en el desarrollo del caza de nueva generación F-X que Japón planea introducir en servicio en el transcurso de la década 2030. Al ser el SpaceJet un proyecto de Mitsubishi Aircraft, filial de MHI, la suspensión también está relacionada con un ahorro de costos general en la fábrica que podrían llegar hasta US$1,15 mil millones.
En mayo de este año, Mitsubishi Aircraft suspende las pruebas de vuelo del SpaceJet. La decisión responde una revisión de ingeniería en los datos de las pruebas de vuelo con el objetivo de mejorar el programa y conseguir mayores eficiencias previas al proceso de certificación como medida para impulsar las ausentes ventas. Dado que ninguna línea aérea está en condiciones de sumar capacidad en los próximos años, la suspensión sugiere también un abandono del proyecto.
Por ahora, MHI mantiene su negocio en el rubro de aviones de líneas aéreas de pasajeros con la fabricación de partes de distintos modelos, especialmente para Boeing. Además, considera participar en futuros programas de aviones de otros fabricantes, sin mencionar cuales. En 2020, la firma japonesa compra el soporte del programa CRJ de Bombardier del cual espera una perspectiva favorable en los próximos años, especialmente en el negocio de mantenimiento, por la cantidad de aviones en servicio.
El SpaceJet (ex MRJ) forma parte de una nueva generación de aviones regionales. Está conformado por dos modelos: uno para 88 pasajeros en clase única y otra 76 pasajeros, ambos con el mismo diseño de alas, motores y sistemas, entregando una comunalidad para la habilitación de pilotos, mantenimiento y entrenamiento de tripulaciones. El único avión construido es la de mayor capacidad.
La planta motriz está compuesta por dos motores Pratt & Whitney “PurePower” PW1200G que, según el fabricante, ofrece un 20% menos de consumo de combustible en comparación a aviones de similares características lo que contribuye a reducir los costos y emisiones contaminantes. Según MHI, la aeronave cumple con las regulaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en cuanto al ruido (Stage IV) y emisiones contaminantes (OACI CAEP6).
El alcance a máxima capacidad de pasaje y carga del SpaceJet va desde las 1.020 millas náuticas (1.880 kilómetros) hasta 2.040 millas náuticas (3.770 kilómetros), dependiendo de las variantes. La velocidad de crucero es de 0.78 MACH. El peso máximo de despegue (MTOW) varía entre las 36.850 toneladas hasta las 42.800 toneladas.
El programa del SpaceJet se desarrolla sobre cuatro principios: bajos costos operacionales, alta fiabilidad, confortabilidad en cabina y amigable con el medioambiente. Para garantizarlos, el fabricante propone un diseño aerodinámico y tecnológicamente avanzado.
A nivel de industria, llega tarde al desarrollo de “aviones regionales” y en un momento desafiante para este segmento del mercado cuando las líneas aéreas privilegian equipos de mayor capacidad para atender esas rutas. Considerando esa realidad, el fabricante asegura que su proyecto tiene espacio para mercados de nicho: conectar pequeñas localidades con los grandes centros de conexiones que no pueden ser atendidas de manera eficiente con aviones de mayores dimensiones. Como muestra de ello, destacan su capacidad para aterrizar en pistas de 1.450 metros de largo que permitiría realizar vuelos a pequeños aeródromos.
Fotografía portada – Mitsubishi