A pesar de una tardía apertura parcial de fronteras, reducida inicialmente sólo a los países limítrofes, y la evolución de su situación sanitaria respecto al número de contagios por COVID-19, Argentina reporta para noviembre un retorno significativo de líneas aéreas, siendo el más importante en el cono sur de América. Si bien se mantienen frecuencias reducidas en comparación con los niveles de 2019, el mayor número de operadores contribuye a dar un paso significativo a la conectividad, además de tomar cierta ventaja en la recuperación del turismo en esta parte de Sudamérica para la temporada de verano 2020-2021.
Tras la oficialización de los vuelos internacionales mediante la resolución 243/2020 del Ministerio de Transportes del 30 de octubre (fecha de publicación), se establece la aprobación de la programación de las operaciones de transporte aéreo internacional de pasajeros, es decir, la regularidad de los vuelos. Cabe recordar que hasta octubre, las líneas aéreas con servicios a Buenos Aires (EZE) operan bajo un régimen de “vuelos especiales”, denominación particular dada en Argentina para servicios específicos autorizados. Por las restricciones de viaje, la capital argentina es el único punto de ingreso por vía aérea a Argentina.
La resolución encomienda a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) autorizar los vuelos con respecto a las restricciones de ingreso al país. En ese sentido, sólo se permite el ingreso de ciudadanos argentinas y extranjeros residentes, a excepción de ciudadanos y extranjeros residentes en Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que pueden ingresar para realizar turismo a través de Buenos Aires (EZE) o el terminal marítimo de Buquebus con prueba PCR negativo para COVID-19 con 72 horas máximo previo al embarque y la aplicación CUIDAR para teléfonos celulares para asegurar la trazabilidad con las autoridades sanitarias.
De acuerdo con los vuelos programados, un total de 19 compañías aéreas están autorizadas a Argentina en comparación con las 13 líneas aéreas que tienen previstas operaciones en Chile y las siete que operan en Uruguay. De los tres países, Chile y Uruguay mantienen sus fronteras cerradas al turismo, de los cuales sólo en este último su Gobierno asume la decisión y las consecuencias que dicha medida implica para la economía.
Según los vuelos autorizados por ANAC para noviembre, América Latina concentra la mayor cantidad de líneas aéreas. Le siguen las líneas aéreas que aportan conectividad desde Europa, Estados Unidos y África.
Desde América Latina, están las operaciones regulares de Aerolíneas Argentinas que tiene programados 650 vuelos domésticos e internacionales; Aeroméxico con cuatro vuelos semanales desde Ciudad de México; Avianca con un vuelo semanal desde Bogotá, pero con crecimiento de capacidad al pasar de operar con un Airbus A319 a un A330-200; BoA Boliviana de Aviación con cuatro vuelos semanales desde Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba; Copa Airlines con tres frecuencias semanales desde Ciudad de Panamá; JetSMART con una frecuencia desde Santiago, además de estar autorizada para operar doméstico; LATAM con vuelos diarios desde Sao Paulo (GRU) y Santiago, más tres vuelos semanales desde Lima; Paranair con siete vuelos por mes; y SKY con dos frecuencias por semana desde Santiago.
Respecto a la conectividad desde Europa, ANAC autoriza los vuelos de Air Europa con una frecuencia semanal desde Madrid; Air France con tres frecuencias semanales desde París (CDG); British Airways con cuatro semanales desde Londres (LHR); Iberia con cuatro vuelos semanales desde Madrid; Level con tres vuelos mensuales desde Barcelona; Lufthansa con tres vuelos por semana desde Frankfurt; y Turkish Airlines con tres vuelos por semana en la ruta Estambul (IST) – Sao Paulo (GRU) – Buenos Aires (EZE).
Desde los Estados Unidos, el retorno de las compañías aéreas considera las operaciones diarias de American Airlines desde Miami y United desde Houston (IAH). Desde África, Ethiopian Airlines mantiene la operación con un vuelo semanal en la ruta Addis Abeba – Sao Paulo (GRU) – Buenos Aires (EZE).
Si bien la conectividad aérea de Argentina todavía dista de la normalidad previo a la pandemia, la importante cantidad de líneas aéreas autorizadas para operar como de los servicios confirmados está directa relación con el tamaño del mercado. Pese a la situación económica del país que reduce el potencial de viajes y el cierre de las fronteras que limita el tráfico de pasajeros sólo a argentinos y extranjeros residentes, el país sigue siendo un importante mercado emisor.
A esto se agrega, la gestión oportuna del Ministerio de Turismo para aprovechar oportunidades y utilizar la industria turística como mecanismo de impulso de la economía. Argentina toma ventaja en anunciar una apertura de las fronteras a ciudadanos y extranjeros residentes en países limítrofes permitiendo que los viajeros puedan programar sus vacaciones con cierta anticipación, en comparación con Chile que mantiene fronteras cerradas hasta nuevo aviso y Uruguay que descarta una apertura durante la temporada de verano.
De acuerdo con el ministro del Turismo de Argentina, Matías Lammens, se espera una importante afluencia de países limítrofes, especialmente desde Brasil. Según publica Télam, la apertura de fronteras permitiría la llegada a Argentina de 100.000 brasileros con una estadía promedio de cuatro días que generarían unos US$200 millones de ingresos al sector.
Fotografía portada – Ricardo Delpiano