El Gobierno de Estados Unidos ha notificado extraoficialmente al Congreso la intención de suministrar 50 cazas Lockheed Martin F-35 “Lightning II” a los Emiratos Árabes Unidos en un contrato que alcanzaría la cifra de US$10 mil millones. El anuncio debe oficializarse en una propuesta formal en las próximas semanas la cual debe ser votada por el Congreso estadounidense quienes tiene la potestad de bloquear las ventas de armas mediante un proceso de revisión.
Los Emiratos están intentando desde hace años obtener la aprobación para adquirir el moderno caza de combate, el cual ha sido negado en diversas oportunidades. En esta ocasión el escenario es distinto, y la opción de su venta se abre para el país árabe a cambio de avanzar en los acuerdos de paz en la región junto a Israel, proceso que hasta el momento evoluciona favorablemente hacia un establecimiento de relaciones entre los países. En paralelo, la administración Trump busca cumplir con un objetivo autoimpuesto de tener una ceremonia de firma el próximo 02 de diciembre, cuando se celebra el Día Nacional de los Emiratos Árabes Unidos.
Desde que Abu Dhabi, capital de la federación, manifiesta su interés por el F-35, Israel se resiste a la venta de dicho material de combate por significar una reducción de la ventaja armamentista que Estados Unidos le proporciona. Sin embargo, su oposición disminuye por las influencias desde el país norteamericano y muy especialmente tras asegurar a Tel Aviv que mantendrán la ventaja militar cualitativa en la región.
En una entrevista a Benjamín Netanyahu en la que se le pregunta sobre los informes de la inminente venta de los F-35 a los Emiratos Árabes Unidos, el Mandatario israelí asegura que “todos nos enfrentamos a una amenaza común” en una aparente alusión a Irán.
F-35 adquiriendo rol protagónico en la protección del Mar Egeo
Otro punto del mapa donde el F-35 se transforma en un motivo de disputa reciente, es el Mar Egeo. En este caso, guarda relación con la disputa histórica que mantienen Grecia y Turquía por territorios.
Cuando Estados Unidos lanza el programa del F-35 con la participación de diversos países aliados, Turquía figura como uno de los desarrolladores del caza con un plan de adquisición de 100 unidades. Es así como en 2018, el primer F-35 para la Fuerza Aérea de Turquía realiza un exitoso primer vuelo en la fábrica de Lockheed Martin.
Sin embargo, las relaciones entre la Casa Blanca y Ankara se debilitan a medida que el gobierno de Erdogan avanza hacia mayor acercamiento con su par ruso, lo que a juicio de los Estados Unidos, pone en duda su relación como aliado estratégico. El motivo de disputa está dado por el interés mostrado por Turquía en los modernos sistemas antiaéreos (AA) rusos S-400, compra a la que se opuso el gobierno estadounidense.
Pese a los reclamos, Turquía adquiere los sistemas S-400 y desencadena un embargo de armamento por parte de los Estados Unidos. Por consiguiente, se anula el contrato de venta de los F-35 turcos, los cuales nunca se adquieren, pero si se alcanzan a ensamblar las primeras unidades. Actualmente, estos aviones están almacenados en búsqueda de un mejor futuro.
Tras una posterior a visita de Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, a Grecia, diversos medios del país helénico comienzan a afirmar que los Estados Unidos da luz verde a la adquisición de 24 cazas F-35 por parte de Grecia, con seis de estos aviones provenientes del pedido embargado a la Fuerza Aérea de Turquía. De confirmarse, los seis aparatos ya se encuentran armados, podrían ser entregados en 2022 coincidiendo con la recepción por parte de Grecia de los recién adquiridos Dassault Rafale de origen francés.
Fotografía de portada – Lockheed Martin