En una nueva revisión de medidas para contener la propagación del COVID-19, el Gobierno de Chile elimina el requisito de la cuarentena obligatoria para toda persona que presente un examen PCR negativo para COVID-19 con 72 horas de anticipación a su ingreso al país. La decisión no cambia las restricciones de cierre de fronteras las que se mantienen sin cambios hasta que se disponga lo contrario.
La nueva normativa establecida en la resolución exenta 869 que modifica la 591 rige a partir del 19 de octubre para todos los ciudadanos chilenos o extranjeros residentes en el país. Se trata de la segunda flexibilización de las medidas que se da a un mes de que el Gobierno de Chile permitiese el beneficio de no realizar la cuarentena obligatoria a quienes acrediten una actividad incompatible con esta, siempre y cuando presenten una prueba PCR para COVID-19 tomada dentro del territorio nacional. Hasta que se conozca su resultado, la persona que ingresa al país debe mantenerse en confinamiento.
De acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial (17/10/2020), “dispóngase que las personas, sin importar país de origen, deben cumplir con la medida de cuarentena de 14 días. Esta medida tendrá el carácter de indefinida, hasta que las condiciones epidemiológicas permitan su suspensión. No estarán obligadas a guardar cuarentena las personas que cuenten con un resultado negativo de test PCR para SARS-CoV-2. Si el test se ha realizado en el extranjero, este no deberá tener una antigüedad superior a las 72 horas contadas desde el momento de ingreso a Chile. El test realizado en el extranjero debe ser realizado por un laboratorio reconocido por la autoridad sanitaria de dicho país".
El ciudadano que ingresa a Chile también puede realizar el examen PCR para COVID-19 en Chile. Sin embargo, debe realizar cuarentena obligatoria y mantenerse confinado hasta que se conozca su resultado negativo para la enfermedad.
La exigencia de una prueba PCR para COVID-19 es un paso importante para avanzar hacia una apertura mayor y debiera anticipar una pronta apertura de las fronteras, las que siguen cerradas desde hace ocho meses, a excepción de ciudadanos chilenos y extranjeros residentes. La medida se encuentra en sintonía con las peticiones de la industria aérea y de los viajeros como paso para dar más confianza a la población, a pesar de que la evidencia científica indica que la aviación no es un mecanismo de contagio.
Para las líneas aéreas y los aeropuertos, la mantención de las cuarentenas aísla las economías y bloquea la recuperación, más allá de la reanudación del movimiento de pasajeros. Con enfoques unilaterales según cada país, también crea tratos desiguales y confusiones a las personas que limitan la decisión de viajar. Un 83% de las personas no considera viajar si existen cuarentenas en el destino. Según cifras de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los países con cuarentenas han disminuido en más de un 90% la llegada de personas, algo similar en los países que vetan la entrada de extranjeros.
A fines de septiembre, IATA insta a los Gobiernos del mundo a estandarizar sus políticas de control de la pandemia con la exigencia de prueba PCR a los pasajeros internacionales para evitar nuevas medidas de confinamiento. Recientemente, vuelve sobre la petición reforzada con llamados del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) ante la puesta en marcha de nuevas restricciones, especialmente con la llamada “segunda ola” de contagios en Europa.
Según una encuesta de percepción a los pasajeros, un 84% de los consultados en todo el mundo manifiesta su acuerdo a la exigencia de pruebas a todos los viajeros y un 88% está dispuesto a someterse a estas pruebas como parte del proceso de viaje. Países como Colombia, Ecuador, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Perú, el Reino de Arabia Saudita, República Checa, entre otros están exigiendo pruebas PCR para COVID-19 para los viajeros que lleguen desde fuera de sus fronteras. Cada vez más los Gobiernos reconocen que este es un mecanismo válido ante la realidad de que se debe convivir con el virus por mucho tiempo y mientras se espera una vacuna, actualmente en desarrollo por varios laboratorios.
Fotografía portada - Ministerio de Salud