Agencia Europea de Seguridad Aérea declara como seguro al Boeing 737 MAX

Después de realizar los respectivos vuelos de prueba en septiembre, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) expresa su conformidad con los cambios realizados por Boeing en el B737 MAX. Recientemente, el organismo regulador europeo señala que el avión es “completamente seguro” para regresar a la operación comercial en un futuro próximo.

Los comentarios no implican la entrega inmediata de la certificación que el avión requiere, pero si es la antesala para ello. EASA se encuentra trabajando ahora en la documentación necesaria para emitir la directiva de aeronavegabilidad correspondiente que, de acuerdo con Patrick Ky, director del organismo, podría entregarse en el transcurso del próximo mes.

“Nuestro análisis muestra que el avión es seguro y que el nivel de seguridad alcanzado es lo suficientemente alto para nosotros”, dice Ky, según reporta Bloomberg (16/10/2020). Sin embargo, EASA sugiere la incorporación de un tercer sensor del Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS).

De aceptarse, este podría estar listo en un plazo de 12 meses más e incluye también variantes adicionales para el B737 MAX 10 por las características de su fuselaje, más largo que las versiones MAX 8 y MAX 9. “Discutimos con Boeing de que con el tercer sensor podríamos alcanzar niveles de seguridad aún más altos”, añade el director de EASA. No está esta claro si esto será mandatorio previo a la certificación o quedará como un condicionante a incorporar mientras el avión puede estar apto para vuelos de pasajeros.

Con varias pruebas en curso, según el plan definido para la recertificación del avión, el B737 MAX avanza positivamente para su regreso a los cielos. En Boeing confían que su retorno podría darse antes de que finalice el año, pero los tiempos que toman los ensayos, la recopilación de la documentación, los comentarios necesarios y la validación de otras autoridades aeronáuticas que participan del proceso, dificultan el cumplimiento de la fecha. Si no logran certificar al avión antes de fin de año será un nuevo fracaso comunicacional del fabricante estadounidense.

Boeing quiere poner en el aire al B737 MAX para comenzar a reactivar en algo sus industrias, pero ningún operador está en condiciones de recibir nuevos aviones por la falta de liquidez que tienen y porque no quieren sumar capacidad adicional para un mercado que no existe. Las posibilidades más inmediatas están en conseguir nuevos clientes para las unidades ya fabricadas que no serán entregadas, ya sea por cancelaciones como por postergaciones de las entregas.

En ese sentido, el constructor de Seattle intenta seducir a nuevos comprados como es el caso de American Airlines, Delta o Ryanair. Algunos operadores ven una oportunidad para aprovechar los bajos precios del avión para hacerse de material de vuelo de última generación y retirar aquellos más antiguos y menos eficientes.

El proceso de recertificación del B737 MAX considera cuatro etapas. La primera son los vuelos de ensayo que la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), iniciados en junio y el trabajo de la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas (JOEB), que incluye a FAA y a las autoridades aeronáuticas de Australia (CASA), Brasil (ANAC), Canadá (TCCA), China (CAAC), Emiratos Árabes Unidos (GCAA), Indonesia (DGBA), Japón (JCAB), Singapur (CAAS) y la Unión Europea (EASA). La segunda etapa considera la publicación de un informe con los resultados y observaciones de JOEB, el cual debe estar disponible en forma pública para su revisión y comentarios. En la tercera etapa, FAA y una Junta Técnica Asesora deben revisar toda la documentación respecto a las modificaciones y diseño final de la aeronave. La cuarta etapa y final, es la publicación de una directiva de aeronavegabilidad por parte de FAA para informar a los operadores sobre las acciones correctivas que se necesitarán ejecutar.

Hasta ahora, el programa de vuelos de prueba del proceso de recertificación no presenta inconvenientes. Los comentarios emitidos por EASA, se agregan a los de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos (NTSB) que indica que todos los cambios realizados son positivos en lo que respecta a la operación del B737 MAX tomando en cuenta sus recomendaciones. Previamente, el organismo federal dedicado a las investigaciones de accidentes en territorio estadounidense como de aviones fabricados en los Estados Unidos había criticado a Boeing y a FAA por la falta de transparencia al informar a las tripulaciones como proceder respecto al funcionamiento del MCAS.

Fotografía portada – Boeing

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