Con un presupuesto histórico de CLP144.389 millones aportados por sectores privados y públicos, el Gobierno de Chile anuncia una inversión significativa destinado a la prevención y combate de incendios forestales. Anunciado por el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, la incorporación de aeronaves se enmarca dentro del “Plan de Prevención y Control de Incendios Forestales”.
“Los pronósticos anticipan importantes aumentos de temperatura durante esta temporada, olas de calor, falta de humedad, fuertes vientos, a lo que se suman 15 años de sequía, la peor de los últimos 100 años en nuestro país”, dice el Mandatario al abordar la situación meteorológica del país. Añade que “los ciudadanos están a la altura del desafío de proteger nuestro país de los siniestros”.
De acuerdo con lo anunciado, el programa público dispondrá de CLP60.738 millones y 52 aeronaves. Del total de estas, 19 corresponden a aviones y 33 a helicópteros. En caso de requerimiento, se cuenta con un presupuesto de emergencia para sumar otras 10 aeronaves que pueden ser helicópteros, aviones y equipos anfibios, sumando 62 por parte del gobierno. A estos se agregan un apoyo en tierra de 2.957 brigadistas, divididos en 262 brigadas diurnas y nocturnas a lo largo del país, respaldadas por 19 centrales de coordinación e información y 78 torres de detección de incendios.
Las Fuerzas Armadas dispondrán cuatro helicópteros de para el transporte y transporte de brigadas para lo cual se recurre al Ejército (BRIFE) con 56 brigadas y a la Armada con seis brigadas (BRIFAR). Por su parte, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) dispondrá la utilización de la Base Aérea El Bosque para mantener tres aviones en tierra, posiblemente del tipo “Air Tractor” o “Dromader”.
Toma interés la puesta en escena durante el anuncio de los PZL/Sikorsky MH-60 “Blackhawk” lo que puede sugerir una utilización de dichas aeronaves como fines utilitarios para el ámbito civil. De esta manera, se cumple con el rol multipropósito que el Estado señala cuando presenta estos equipos en 2018. En la utilización de los helicópteros, también destaca la capacidad de la FACh con los 17 Bell 412, equipo que en su uso civil destaca por una activa labor en el combate de incendios.
De modo complementarios al aporte fiscal, están los recursos de la Corporación Nacional de la Madera (CORMA) que dispone CLP72.000 millones para la prevención y combate de las llamas, lo que representa un aumento de un 16% respecto al asignado el año pasado que fue de CLP60.000 millones. Con esto, CORMA financiará 55 aeronaves, 53 carros cisterna y alrededor de 4.000 brigadistas.
Considerando aportes públicos y privados, Chile pretende contar con 121 aeronaves considerando las 10 del presupuesto de emergencia que estarían dispuestas para el combate de incendios, monitoreo y transportes de brigadas. A estos equipos se deben incluir el uso de aeronaves RPAS (“drones”) para el monitoreo preventivo y de alerta temprana, además de un puesto de mando móvil satelital, según lo expuesto del Jefe de Estado, acompañado de los ministros del Interior, Víctor Pérez, de Agricultura, Antonio Walker y de Defensa, Mario Desbordes.
Rodrigo Munita, director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), realiza un llamado a la ciudadanía para prevenir y evitar los incendios. “Vamos a tener una temporada muy compleja, por lo que insto a las personas a cooperar con medidas simples, como eliminar la vegetación seca, construir cortafuegos alrededor de las viviendas, especialmente en la interfaz urbano-forestal, depositar la basura en contenedores y no botarla en cualquier lugar”, señala. “De esta manera disminuir las cifras de incendios forestales en Chile”.
La Dirección Meteorológica de Chile (DIMETCHI) dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) anticipa una compleja temporada de incendios por un aumento de las temperaturas, un territorio con mucho combustible (vegetación seca), 10 años de sequía permanente. Dichas condiciones propician el auge de las llamadas por la intervención o acción directa del ser humano.
De acuerdo con datos de CONAF, el 97% de los incendios forestales son causados por las personas, ya sea de manera accidental o intencional. Los siniestros ponen en grave peligro a nuestra fauna y flora, provocando daños irreparables en corto plazo al medio ambiente, a la economía nacional, y sin dudas, a familias y hogares que colindan con sectores de vegetación.
En términos generales, CONAF tiene un alto índice de respuesta en cuanto a acción sobre nuevos focos de incendio. Según datos de la institución, un 90% son detectados y extinguidos en un área bajo las cinco hectáreas. Sin embargo, los incendios del verano 2016-2017 que afectan a gran parte de la zona centro-sur de Chile con más de medio millón de hectáreas comprometidas, llevan al Estado a organizar un plan de emergencia inmediato para combatir la emergencia, ponen en relevancia la necesidad de contar con herramientas más eficaces y la necesidad de anticiparse a las temporadas, especialmente cuando los factores condiciones persisten.
Si bien la gravedad de los siniestros sugieren el establecimiento de un punto de inflexión en el combate de la emergencia, lo que hay es una anticipación de la adquisición de material aéreo siguiendo el esquema tradicional de cooperación público privada. La situación experimentada por Chile en 2017, pone en evidencia la falta de recursos y una extrema complejidad burocrática, que parcialmente el Estado busca solucionar con una participación más directa con una mayor asignación de presupuestos y equipamiento, además de una anticipación de la temporada.
Fotografía portada - Luis Colima