“Vuelos simples”. Como el nombre del programa, es el objetivo al que apunta el Gobierno de Brasil al proponer una serie de cambios para modernizar e impulsar la aviación civil y general. Presentado esta semana en el Palacio del Planalto por el Presidente Jair Bolsonaro, la política pública de incentivo a la aviación brasilera basa su acción en 52 iniciativas dirigidas a la reducción de la burocracia en procesos y trámites aeronáuticos, formación técnico-profesional, mejoramiento del entorno empresarial de pequeñas empresas aeronáuticas y mejorar la conectividad.
El programa está desarrollado por la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Ministerio de Infraestructura de Brasil. Si bien tiene una iniciativa estatal, busca reducir la presencia del Estado, siguiendo en un enfoque de liberalización de la actividad aérea, pero sin poner en riesgo aspectos fundamentales de la actividad aérea como es la seguridad, ya que continuarán con una estandarización a la normativa internacional.
La acción reconoce la importancia que tiene la industria de la aviación como elemento catalizador de la economía y en su aporte permanente a la conectividad, especialmente en aquellas zonas del país que no es atendida por los servicios de las líneas aéreas, pero si por la aviación general (civil y corporativa).
“Estamos lanzando iniciativas que buscan reducir el peso del Estado en el sector de la aviación general, que representa el 97% del total de aeronaves matriculadas en el país y engloba sectores estratégicos para la economía brasileña, como transporte de carga, taxi y operaciones aéreas agrícolas”, dice el ministro de Infraestructura, Tarcísio Gomes de Freitas.
Una formación aeronáutica más sencilla
Con un incremento de 13 a 50 oficinas de ANAC hacia fines de 2020, Brasil planea ampliar los lugares para que los alumnos pilotos, tripulantes de cabina, mecánicos y operadores de vuelo, entre otros técnicos y profesionales de aviación, puedan obtener su licencia. A fecha de hoy, solo existen 13 lugares en sólo siete Estados de Brasil donde se realizan los trámites, lo que obliga a desplazamientos innecesarios, gastos de viaje que ahora se verán significativamente reducido.
Dependiendo del tipo de aeronave que el piloto opere, puede acceder a una ampliación del periodo de vigencia de su simulador de 12 a 24 meses lo que permite reducir los costos mientras se esté apto para volar. La extensión permite a los pequeños operadores y propietarios de aeronave reducir costos por temas de validación en lo que se interpreta como una especie de “ayuda estatal” con el objetivo de no mermar la actividad.
En esa misma línea, el programa “Vuelos Simples” considera que las habilitaciones de vuelo por instrumento (IFR), calificaciones tipo para determinadas aeronaves o tipos de aeronaves requerirán sólo una prueba práctica inicial y su debida aprobación. De esta manera, se eliminan las renovaciones anuales o semestrales, además los trabajadores aeronáuticos no tendrán que esperar que ANAC publique los resultados, sólo bastará que el solicitante apruebe los exámenes para estar calificado.
El Gobierno brasilero también propone procesos diferenciados para primeros oficiales y capitanes o comandantes que, a fecha de hoy, tienen los mismos costos para el operador aéreo. La modificación a la normativa considera procesos y valores diferenciados, permitiendo ahorros en costos y en una facilitación para la contratación de nuevos pilotos.
Para su rápida implementación, Juliano Noman, consejero delegado de ANAC, firma la ordenanza que institucionaliza el programa y una resolución que pone en consulta pública la norma que regulará la periodicidad del entrenamiento en simulador, la simplificación de entrenamiento para primer oficial y la actualización de registros con la entidad reguladora.
Además, en lo que respecta a los exámenes médicos aeronáuticos, Brasil propone aceptar exámenes realizados en otros países, terminando con la exclusividad de que los pilotos sólo pueden realizar su evaluación en centros de salud brasileros acreditados por ANAC. En ese sentido, estudiantes de pilotos o de otras carreras aeronáuticas que van a otros países como, por ejemplo, Estados Unidos pueden regresar a Brasil sin tener que volver a realizar exámenes médicos porque se convalidarán al momento de su presentación. Por considerarse un trámite de alta sensibilidad para la seguridad de la aviación, los cambios en los exámenes médicos deben ser sometido a aprobación del Congreso.
Reducción de la burocracia
Con el fin de incentivar la actividad aérea, Brasil reducirá los requisitos para pequeños operadores aéreos. Independiente de su tamaño, el Estado adaptará los procesos en función al tipo de operación que la empresa solicitante pretende realizar.
Los taxis aéreos, compañías de vuelos corporativos y en especial las actividades comerciales aeronaves piloteadas a distancia (RPAS, por sus siglas en inglés) o popularmente conocidos como “drones”, serán algunos sectores más beneficiados. Específicamente, en el rubro de los taxis aéreos, se busca facilitar la entrada al mercado de nuevos pequeños operadores para que, a menor costo, brinden servicios de transporte aéreo, aumentando la oferta de movilidad en las zonas menos concurridas, manteniendo siempre la seguridad.
Todos los registros y los trámites evolucionarán de un sistema de papel a uno totalmente digital y en línea, lo que incrementará la eficiencia, la comprobación rápida de la documentación en una simplificación general de la documentación.
En esa misma línea, se reducen la cantidad de documentos obligatorios a bordo de las aeronaves. La propuesta de la autoridad es una documentación más breve que sea fácil de auditar en caso de las inspecciones, trámites que se complementarían con la colocación en línea del resto de la documentación. Uno de los cambios más significativos es la eliminación de la lista de pasajeros en vuelos no comerciales, por ejemplo, aspecto que puede abrir debate por algunas implicancias en temas asociados a la seguridad.
La fabricación, importación de partes o aeronaves y registro de estas también se simplifica con el programa presentado por el gobierno de Bolsonaro. Orientado a los pequeños operadores de la industria agrícola y de las empresas aéreas que prestan servicios a ese sector, una serie de iniciativas busca simplificar los trámites para la operación en lugares remotos.
Por ejemplo, se propone la utilización de la figura de un asistente mecánico de mantenimiento que, mediante de una supervisión remota, pueda asistir a cualquier empresa aérea. De esta manera, cualquier mecánico debidamente habilitado en el material de vuelo pueda prestar servicios necesarios a un piloto que lo requiera sin que sea necesario trasladar a un mecánico de la empresa a la zona de operación, que en Brasil puede llevar varios días.
Uso de los aeródromos y construcción de nueva infraestructura
La infraestructura aeroportuaria es fundamental para un desarrollo armonioso de la actividad aérea. Ningún país puede pretender desarrollo si no considera a los aeropuertos y aeródromos como parte de su desarrollo, especialmente en zonas con grandes territorios donde la aviación representa un papel fundamental para la conectividad.
Hasta ahora, Brasil tenía prohibido realizar vuelos comerciales regulares de pasajeros en aeropuertos que no son gubernamentales o bajo el sistema de concesiones del Estado. Mediante el programa “Vuelos Simples”, se busca que pequeños aeródromos también puedan recibir operaciones comerciales.
Si bien los servicios de las líneas aéreas están considerados, se estima una reducida incidencia dado que mucha infraestructura no es apta para aeronaves de mayor capacidad, no así para las empresas de taxis aéreos que serían las grandes beneficiadas porque podrían operar en recintos aeronáuticos más cercanos de las ciudades o de los lugares de destino de las personas.
El plan del Gobierno considera que en ámbitos de desarrollo de nueva infraestructura se elimine la autorización previa para habilitar un aeródromo. En su lugar, se reemplaza por sólo la certificación aeronáutica una vez finalizadas las obras para que un nuevo recinto aeronáutico pueda comenzar a funcionar.
Enfocado en el mejoramiento de la conectividad de la Amazonía, Brasil introduce una regulación específica para las operaciones con aeronaves anfibias. Se busca facilitar la operación de este tipo de aeronaves en pistas terrestres o acuáticas como ríos, lagos o mares, con el fin de dar un impulso al sector, especialmente en zonas cuyas características geográficas impiden que otros tipos de aviones (como los de líneas aéreas) operen. De efectuarse los cambios, se espera que la medida pueda impulsar el crecimiento de aeronaves anfibias.
En la opinión del ministro de Infraestructuras, las acciones propuestas aportan a una mayor eficiencia al sector mediante de nuevas tecnologías a través de la digitalización, área que aporta una constante innovación y creación de nuevos modelos de negocios en el transporte aéreo.
Juliano Noman, consejero delegado de ANAC, resalta que la conectividad aérea especialmente en las regiones más remotas será la gran beneficiada. “El transporte aéreo gana conectividad con la simplificación del proceso de registro de aeródromos. También estamos creando un marco regulatorio para las operaciones anfibias, garantizando un salto en la movilidad a lugares que necesiten servicios de transporte”.
Brasil es el mayor mercado aéreo de América Latina y uno de los más importantes del mundo. Por su característica geográfica, dimensión geopolítica y demografía necesita de los distintos sectores de la aviación para atender las necesidades de su población tanto en términos de conectividad, integración territorial, seguridad y economía, entre otras. Hasta ahora, el país venía adoptando una liberalización aeronáutica gradual manifestada principalmente en el sector de líneas aéreas, sin embargo, es la primera ocasión que dedica cambios significativos a la aviación civil.
Dependiendo de la velocidad y grado de implementación, se espera que todas las medidas permitan dar un impulso efectivo a la industria aérea, ya sea brasilera como extranjera, a través de la modernización de material aéreo, adquisición de nuevos equipos, creación empresas y nuevas fuentes de trabajo.
Fotografía portada - Luis Alberto Neves