Aprovechando las oportunidades que presenta la paralización forzada de sus operaciones, Ethiopian Airlines ofrece a su socia y a la vez competidora South African Airways la posibilidad de reanudar servicios como parte de un acuerdo de negocio conjunto (JBA) gestionado a través de los Gobiernos de las respectivas líneas aéreas. Se trata de una movida inteligente de parte de la mayor línea aérea africana orientado a reforzar su plan de expansión en el continente.
Ethiopian ofrece a South African Airways algunos aviones, pilotos y servicios de mantenimiento con el fin de que pueda retomar sus operaciones. El objetivo de la línea aérea etíope está en hacerse cargo de la operación más que realizar un rescate financiero. Según Tewolde Gebremariam, CEO de Ethiopian Airlines, no hay interés en ayudar en el refinanciamiento de la deuda o en los pagos pendientes de su par, así como tampoco en asumir los costos de una reestructuración.
“No queremos ocuparnos de los problemas heredados: la deuda, los problemas laborales, etc., porque eso es muy difícil para nosotros, no sólo en términos de desembolso financiero, sino también en términos de gestión de la reestructuración”, dice en Bloomberg (04/0/2020). “Queremos facilitar la creación de la aerolínea proporcionando aviones, proporcionando experiencia, pilotos, técnicos y liderazgo”.
De ser aceptado, Ethiopian podría proveer a South African Airways algunos Airbus A350-900 y Boeing 787 que, actualmente no está utilizando o en su defecto tienen un menor uso por las condiciones actuales del mercado. Con estos aviones, la línea aérea sudafricana podría reemplazar a los A330, A340 y A350 dedicados a la operación internacional que ninguna línea aérea sudafricana puede asumir por tener flotas de media capacidad o menores.
El interés principal de la oferta estaría en conseguir, mediante un JBA, la capacidad para generar posibles ingresos futuros en rutas de larga distancia desde y hacia Sudáfrica, las que actualmente no están siendo cubiertas y, en caso de la compañía sudafricana no consiga una reestructuración, probablemente queden en manos de compañías extranjeras. En los vuelos domésticos y tramos medios en el sur de África, el interés es menor dado que es altamente probable que otra línea aérea pueda asumir operaciones, ya sea a través de Mango, filial de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) de South African Airways, Airlink, Kulula.com o Comair, entre otras.
El Gobierno sudafricano busca US$603 millones para evitar liquidar a South African Airways. El monto urge para cumplir obligaciones pendientes entre los que están devolución de pasajes adquiridos y atender la indemnización de los 4.000 trabajadores que han aceptado los retiros voluntarios como parte de las negociaciones entre Gobierno y sindicatos ante una reestructuración.
El Departamento de Empresas Públicas de Sudáfrica, del cual depende la línea aérea, señala que está analizando propuestas de inversionistas privados, pero en la práctica no hay nada concreto. Ethiopian Airlines es una de las partes que es mencionada como posible interesado, reconociendo conversaciones previas.
El interés de Ethiopian no es nuevo y se enmarca en su visión de convertirse en un operador aéreo panafricano. Un objetivo que recuerda proyectos anteriores en el continente como Air Afrique, por ejemplo, de establecer una gran línea aérea que represente y conecte al continente.
La visión panafricana de Ethiopian comienza a tomar forma hace 10 años cuando plantea una cobertura completa del continente con sus socias de Star Alliance como Egyptair y South African Airways. Aprovechando las ventajas al interior de la asociación comercial, las tres líneas aéreas podrían asegurar una cooperación efectiva aprovechando sus respectivos mercados: Egyptair por el Norte, Ethiopian, en el centro y South African Airways dede el sur. De esta manera, se podrían generar sinergias interesantes para incrementar la conectividad aérea de continente.
Más allá de la cooperación al interior de la alianza, dicha concepción no prospera. Sin embargo, el interés en transformarse en la principal línea aérea africana se mantiene lo que se demuestra con la creación ASKY Airlines (Togo) a la cual Ethiopian provee material aéreo y asistencia técnica, además de participar directamente en la compañía, el interés de asistir a South African Airways y la propia expansión por el continente.
Fundada en 1945, Ethiopian es en la actualidad la principal línea aérea de África con una flota conformada por 126 aviones de última generación y otros 47 equipos pendientes de entrega, además de una red que desde el hub en Addis Abeba conecta África, Medio Oriente, Asia, Europa, Norte y Sudamérica. Es una de las protagonistas de posicionar a África como “puente de conexión” entre occidente y oriente.
Fotografía portada – A. Doumenjou – Airbus