Escalada armada entre Armenia y Azerbaiyán reporta primeras afecciones al transporte aéreo

Como consecuencia directa de los combates armados iniciados el domingo 27 de septiembre, distintas líneas aéreas comienzan a suspender sus escasas operaciones desde y hacia Azerbaiyán, país que además resuelve hasta nuevo aviso prohibir todas las operaciones aéreas. La medida también es replicada por países vecinos que, en algunos casos, también incluyen la prohibición de material de vuelo de ruso.

Conocido como el conflicto Nagorno-Karabaj, la acción armada se enmarca en territorio azerbaiyano, pero que está bajo control de fuerzas étnicas armenias, respaldadas por el Gobierno de ese país desde 1994, pero cuyos orígenes son anteriores. Se lo conoce como el último post era soviética el cual está pendiente de una firma de paz desde hace 25 años. Durante las últimas horas, ambos países se acusan mutuamente de acciones militares e incluyen la amenaza de bombardear centrales nucleares. Se trata de las acciones más significativas de carácter militar desde 2016.

Ante un incremento de la violencia y con el fin de evitar una mayor amenaza a la seguridad, distintas líneas aéreas están suspendiendo hasta nuevo aviso sus operaciones desde y hacia Bakú, capital de Azerbaiyán. En este país rige una ley marcial ante el aumento de la tensión. Las primeras afecciones al transporte aéreo están principalmente en el eje norte-sur considerando que los espacios aéreos de Armenia y Azerbaiyán están en las rutas entre los países del golfo Pérsico y Rusia. Sin embargo, podrían traer mayores consecuencias de no existir una disminución de la conflictividad.

Azerbaijan Airlines (Azal) mantiene cancelados todas sus operaciones programadas para los próximos días desde y hacia Bakú. El aeropuerto de la capital azerbaiyana mantiene su operatividad, pero con un funcionamiento limitado.

Desde el extranjero, Aeroflot, Air Arabia, Belavia, flydubai, Turkish Airlines y Ukraine International suspenden hasta nuevo aviso sus operaciones hacia Bakú, realizadas desde Moscú (SVO), Sharjah, Minsk, Dubái, Estambul y Kiev, respectivamente. Lo anterior, como consecuencia de la ley marcial en territorio azerbaiyano y con el fin de reducir cualquier riesgo a la seguridad física de los vuelos comerciales en los espacios aéreos de los países en conflicto.

Lo anterior, no representa novedad para la industria del transporte aéreo. Ya en otros conflictos se aprecia que las líneas aéreas evitan los espacios aéreos de zonas en disputa a fin de salvaguardar la seguridad del vuelo ante cualquier amenaza real o por error. Ocurre en Iraq desde la década de 1990 hasta el término de la llamada “segunda guerra del golfo” o en la guerra civil en Siria.

Si bien los esfuerzos por garantizar la seguridad de las operaciones aéreas civiles son permanentes, existen situaciones que escapan de su alcance. Las más importantes del último tiempo son los derribos del vuelo de Malaysia Airlines (MH17) en Ucrania en julio 2014 y el de Ukraine Air International (PS752) tras despegar de Teherán (IKA) en enero 2020.

A diferencia de otros conflictos armados como en Ucrania o Iraq, la menor dimensión geográfica de Armenia y Azerbaiyán con sus respectivos espacios aéreos permite que las líneas aéreas cuenten con alternativas para desviar sus vuelos sin que represente un mayor costo para las operaciones. Rutas aéreas a través de Irán y Turquía por el sur o por el norte a través de Rusia y Ucrania pueden ser consideradas. No obstante, algunas compañías aéreas de Europa y Asia monitorean la evolución del conflicto a fin de determinar futuras acciones tanto en lo que respecta a sobrevuelos como a la operación en los países.

Si bien desde el punto de vista de rutas aéreas el conflicto Nagorno Karabaj puede ser evitado, en el ámbito geopolítico es un tema que genera preocupación en el sistema internacional cuyas consecuencias también pueden afectar indirectamente al transporte aéreo. El territorio en disputa sirve de paso para los corredores de petróleo y gas entre distintos países por lo que cualquier afección puede derivar en problemas en los suministros y alza de precios dependiendo de la evolución del escenario.

En paralelo con lo anteriormente mencionado, la disputa entre Armenia y Azerbaiyán involucra una zona de influencia directa de Rusia que podría derivar en un involucramiento mayor de este país que también puede llamar la atención de otros Estados. En ese punto, es necesario considerar la presencia de potencias regionales como es el caso de Irán por el sur y Turquía por el oeste.

En ese contexto, Georgia prohíbe desde el lunes las operaciones aéreas con material de vuelo ruso o de fabricación de la ex Unión Soviética con el fin de disminuir cualquier riesgo de envío de armas a Armenia. Por su parte desde Yerevan acusan a Turquía de comenzar una ofensiva indirecta al suministrar ayuda a Azerbaiyán con milicias desde el norte de Siria.

La comunidad internacional llama a terminar con el conflicto y retomar la vía diplomática para la solución de controversias. De manera oficial, países como Alemania, los Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y Rusia están solicitando el cese inmediato del fuego. La disputa puede ser considerada como una de las herencias no solucionadas de la Guerra Fría y también como parte de las nuevas amenazas al sistema internacional donde situaciones locales tienen la capacidad de influir globalmente.

El territorio de Nagorno Karabaj forma parte de Azerbaiyán desde 1921 cuando el Buró del Partido Comunista del Cáucaso lo incluye en su territorio. Previo a la llegada comunista, la región se caracteriza por disputas locales por motivos de religión. La entrega Nagorno Karabaj mantiene la inconformidad de los armenios por ser una población mayoritaria. De ahí que busquen una autonomía y sus intentos de independizarse de Azerbaiyán.

Tras el fin de la Unión Soviética, Armenia y Azerbaiyán se ven involucrados en un conflicto armado por tres años cuyos enfrentamientos causan alrededor de 25.000 muertos. En esa oportunidad, Azerbaiyán pierde el control sobre Nagorno Karabaj y otros distritos adyacentes, ocupados por los armenios. Tras un referéndum en 1992, Karabaj se pronuncia a favor de convertirse en una república independiente que hasta la fecha de hoy no es reconocida por ningún país, incluyendo la propia Armenia.

Infografía portada: Wikipedia

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