“Los tiempos en aeropuertos los manejas tú”, es el slogan con el que LATAM destaca parte de las ventajas de los nuevos servicios de auto despacho de equipaje que está instalando en distintos aeropuertos de los destinos que atiende. Después de una primera experiencia en Londres (LHR), Quito, Brasilia, Sao Paulo (GRU), Río de Janeiro (GIG) y Puerto Montt, entre otros, la mayor línea aérea latinoamericana continúa con la transformación de la experiencia aeroportuaria, ahora en el Perú.
El pasado 15 de septiembre, LATAM inaugura el servicio self bag drop en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima. Se trata el primer mecanismo de auto-atención completo que se habilita por primera vez en el Perú, facilitando los procesos de facturación y entrega de equipaje.
El nuevo sistema se enmarca en los proyectos de modernización tecnológica del servicio dentro del concepto “Smart Travel” que la industria aérea promueve para brindar experiencias de viaje sencillas, seguras y más personalizadas. Bajo el nuevo escenario que impone la pandemia, este concepto cobra mayor fuerza porque permite que las personas realicen su proceso de check-in y entrega de equipaje sin intermediarios.
Las máquinas de auto entrega de equipaje complementan a los kioskos de auto check-in. Con ambos a disposición, el pasajero puede registrarse, obtener su tarjeta de embarque, adquirir o pagar servicios adicionales, y despachar su equipaje sin la necesidad de pasar por el mostrador o solicitar la atención de un agente el cual debiera quedar relegado a labores de asistencia.
El uso de estas máquinas es sencillo. Una vez que el pasajero llega al aeropuerto, se dirige a un kiosko de auto atención para realizar el check-in e imprimir la etiqueta para su equipaje, la cual deberá pegar en su maleta. Posteriormente, se acerca a la máquina de auto entrega de equipaje, en donde colocará su maleta en la balanza y escaneará la tarjeta de embarque y la etiqueta de su equipaje (bag tag). Si el equipaje cumple con el peso, este se despachad sin problemas. En caso contrario, el pasajero debe realizar su chequeo de manera habitual en el counter y con un ejecutivo de atención que orientará el proceso.
La tecnología desarrollada por SITA es funcional, pensada para facilitar el proceso a todos los pasajeros, sean novatos o frecuentes en los viajes aéreos. Al escanear la tarjeta de embarque y el bag tag, la máquina cruza la información de los dos documentos, de manera tal de enviar la maleta al vuelo que corresponda. Si por cualquier motivo el pasajero escanea otra tarjeta de embarque que no coincida con el etiquetado del equipaje, la maleta no se despacha. Lo mismo ocurre si las etiquetas están mal colocadas. El sistema es ampliamente fiable y, a fecha de hoy, es una tecnología probada en los principales aeropuertos del mundo.
“El self bag drop complementa los protocolos de seguridad implementados por LATAM. Además de la sanitización de nuestras aeronaves, los filtros HEPA y los elementos de protección, poner en funcionamiento este nuevo proceso nos permitirá seguir velando por el bienestar de nuestros pasajeros durante sus viajes”, comenta Manuel van Oordt, CEO de LATAM Airlines Perú.
Según LATAM, los tiempos que las personas toman en un check-in y entrega de equipaje podrían reducirse en un 90% lo que representa una mejora significativa permitiendo procesar más pasajeros de una manera más expedita. Si bien hoy la contingencia sanitaria y las restricciones de viaje mantienen relegados a los pasajeros del viaje en avión, el nuevo equipamiento prepara el ambiente para la recuperación.
Si bien LATAM ha mejorado los procesos de atención con una reducción significativa de los tiempos de procesamiento, dependiendo del flujo en los aeropuertos todavía pueden tardar varios minutos en despachar su maleta. Según la experiencia en otros aeropuertos de Sudamérica, las máquinas instaladas permiten realizar todo el trámite en menos de tres minutos. LATAM espera continuar habilitando este tipo de servicios en distintos donde opera.
Para los aeropuertos, la introducción de esta tecnología favorece a una optimización de los espacios al interior del terminal contribuyendo a la creación de ambientes más amigables para el pasajero y a una mejor calidad del servicio. Al ser más rápidos los procesos de chequeo y despacho de equipaje, los viajeros disponen de mayor tiempo personal antes de abordar su vuelo, lo que propicia una mejor experiencia.
Fotografía portada (referencial) - Ricardo J. Delpiano