En el marco de la inauguración oficial de las obras de conservación y repavimentación de la pista del aeródromo Eulogio Sánchez de Santiago, conocido popularmente como Tobalaba, el director general de Aeronáutica Víctor Villalobos destaca la importancia estratégica de la instalación aérea para la conectividad del país. En sus palabras, la refacción completa de su pista de aterrizaje, salidas rápidas y calles de rodaje permite iniciar una nueva etapa para las operaciones aéreas.
“Las obras efectuadas permitirá que este aeródromo continúe operando y cumpliendo a cabalidad su rol para la conectividad regional, así como también con las operaciones de apoyo a la comunidad”, señala el general Villalobos al destacar que desde 2019 a la fecha se realizan 256 evacuaciones aeromédicas que demuestran el rol social y estratégico de esta infraestructura.
Villalobos señala que en el periodo comprendido entre 2019 y 2020, se reportan alrededor de 53.000 operaciones aéreas, cifra que demuestra la importancia de su ubicación y funcionamiento bajo los más estrictos estándares de seguridad. “Su baja tasa porcentual de accidentabilidad demuestra el alto nivel de cumplimiento de los procedimientos y normativas en este aeródromo por parte de todos los usuarios del sistema aeronáutico nacional”.
La habilitación de una pista totalmente refaccionada permite al aeródromo multiplicar las oportunidades operacionales y de servicios en los próximos años, especialmente si se considera que es la principal infraestructura para la aviación general tras el cierre del aeródromo de Los Cerrillos por parte del Estado y los problemas registrados en la apertura del futuro aeródromo de Peldehue.
“El aeródromo de Tobalaba es vital para la conectividad de nuestro país. Aeronaves procedentes del norte, centro y sur arriban a este centro neurálgico, siendo para la aviación general el principal apoyo para sus operaciones. La aeronáutica es crecimiento, es desarrollo”, puntualiza el general Villalobos.
El pasado 07 de septiembre, el aeródromo vuelve a poner en funcionamiento su pista y calles de rodaje tras dos meses de trabajos. Es la primera ocasión en más de 50 años que esta instalación aeronáutica efectúa una reparación completa de esa infraestructura.
Los trabajos son el resultado de múltiples gestiones lideradas por el Club Aéreo de Santiago (CAS) que, desde 2011, intenta demostrar ante las autoridades del Estado la utilidad e importancia estratégica del aeródromo capitalino para la conectividad de Chile. En las obras, destaca la gestión de la Dirección de Aeropuertos (DAP) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), dependencia que aporta el diseño y presupuesto, mientras que los fondos son entregados directamente por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional.
Desde el 02 de julio y hasta el 30 de agosto, todos los servicios aéreos son detenidos para dar paso a las faenas, a excepción de las operaciones de helicópteros de empresas aéreas habilitadas y de instituciones que tienen en Tobalaba la base de sus operaciones como Carabineros de Chile o la Policía de Investigaciones. Los permisos para que los helicópteros se consiguen tras la “oportuna mediación” de la Asociación Chilena de Helicópteros (ACHHEL).
En la ceremonia de apertura, el subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, resalta el compromiso de la actual administración con el desarrollo, conservación y modernización de la red nacional aeroportuaria, lo que incluye también a los aeródromos. “La red de aeropuertos es parte del Plan de Aeropuertos del Presidente Piñera. Incluye aeropuertos primarios, concesionados, los que son cabeza de cada región, pero también mejoras, construcción de pistas en distintos aeródromos del país, lo que para la aeronáutica significa una infraestructura mucho mayor”.
Al repasar los trabajos realizados, menciona el componente de sustentable utilizado en la obra. Por ejemplo, para la pista señala que se ocupa pavimento reciclado que reduce en 99% los escombros y 99% las emisiones contaminantes.
El aeródromo de Tobalaba es la única infraestructura aeroportuaria de Santiago con capacidad para atender la mayoría de las operaciones de aviación general. Posee una pista de 966 metros de largo por 30 de ancho con una resistencia de 5.700 kilogramos (Kg.). Las operaciones consideran distintos modelos de aviones menores desde los más pequeños reservados a la instrucción de vuelo (que no se realiza en el espacio aéreo urbano de la capital) hasta aviones jet corporativos del tipo “Light” o turbohélices de media capacidad, además de distintos modelos helicópteros utilizados para distintos fines como evacuación aeromédica, trabajos aéreos, traslados corporativos, patrullaje policial, entre otros. El aeródromo pertenece en dos tercios al CAS y el resto a Carabineros de Chile.
Fotografías artículo – Simón Blaise