Lufthansa acelera planes de retirar aviones de cuatro motores

Como consecuencia de la lenta recuperación de la demanda a nivel mundial, Lufthansa Group planea reducir sus aviones de fuselaje ancho y acelerar los retiros de aviones de cuatro motores. El objetivo es equilibrar los niveles de capacidad ofrecida a una demanda que no estará presente en los próximos años, proceso en el cual se busca dar un salto en eficiencia operacional en sintonía con los objetivos medioambientales propuestos.

A corto plazo, se considera la salida de alrededor de 100 aviones en un primer año. El proceso se interpreta como el resultado de un aplazamiento de las entregas combinado con un retiro anticipado de varias flotas lo que se traduce en un impacto en la fuerza laboral de pilotos, tripulantes de cabina, así como personal de aeropuerto. Desde el comienzo de la crisis más de 22.000 puestos de trabajo se han afectado, número que puede aumentar a medida que el escenario deprimido se extiende.

En la flota Airbus, el principal grupo aeronáutico de Alemania considera la salida de todos los A340-300 y A380, además de la reducción de los A340-600. Actualmente, Lufthansa posee 17 A340-300 de los cuales siete están en servicio, mientras otros 17 A340-600 están preservados de los cuales sólo se reactivarían 10 aparatos para atender algunos vuelos intercontinentales solo como una medida transitoria dado que posteriormente serían reemplazados por A350-900 o Boeing 787-9.

De acuerdo con proyecciones anteriores, la reducción de la flota Airbus podría impactar a Swiss y Edelweiss, con cinco y cuatro A340-300, respectivamente. Swiss ya tiene un programa de retiro de los aviones de cuatro motores con la inclusión de los A330-300 y recientemente con los B777-300ER, mientras que para el futuro podría sumar B787-9 del pedido que posee Lufthansa Group por 20 equipos.

Respecto a los A380, serían retirados los 14 ejemplares que operan en la línea aérea alemana dado que no tendrían lugar en el escenario a cuatro años. Su salida no es más que la aceleración de planes anteriores directamente relacionada con el término de la producción por parte de Airbus, a pesar de que Lufthansa es la que mejor logra rentabilizar el avión. Según un reporte de Bloomberg (09/02/2019) tiene un yield aproximado de 11,0 centavos de dólar de ingreso pasajero-kilómetro (c/RPK) muy por sobre al de Emirates de 6,8.

El anuncio de la venta a Airbus de seis A380 en marzo de 2019 marca el inicio de la salida definitiva de este avión de la flota de Lufthansa. En ese momento, la línea aérea con base y hub en Frankfurt am Main indica que el “jumbo europeo” será retirado en 2022-2023, proceso que se adelantaría a 2020-2021. La decisión inicial de reducir a sólo ocho el número de unidades responde estrictamente a factores económicos.

En la flota Boeing, Lufthansa acelerará la salida de los B747-400 para dejar temporalmente en la flota a los B747-8. A fecha de hoy, la compañía alemana dispone 26 B747-400 y 19 B747-8 de los cuales siete de cada modelo están en servicio. El reemplazo futuro de toda la flota de mayor capacidad está determinado por los B777-9, de los cuales la línea aérea es uno de los clientes de lanzamiento.

Los ajustes de Lufthansa Group consideran a todas las líneas aéreas del holding. Sin embargo, la principal línea aérea alemana es la más afectada por ser la que dispone de mayor capacidad. Hacia 2023, se espera una Lufthansa más pequeña mientras que Austrian y Swiss prácticamente mantendrían su tamaño actual, explicado por su enfoque en mercados más específicos. Respecto a la incorporación de nuevos aviones, está considerada la recepción a ese año de un máximo de 80 aparatos para distribuir entre todas las líneas aéreas holding, los cuales estarán destinados a reemplazo de material más antiguo y menos eficiente.

Cuando se reciban todos los A350-900, B777-9 y B787-9 en servicio, las líneas aéreas de Lufthansa Group tendrán una de las flotas más eficientes en consumo de combustible por pasajero. El holding destaca que su inversión va en sintonía con las políticas medioambientales y con la inversión constante en nueva tecnología. “En promedio, el nuevo avión sólo consumirá alrededor de 2,9 litros de combustible por pasajero en 100 kilómetros de vuelo. Eso es un 25% por debajo de lo que usan los aviones predecesores, lo que también tendrá un impacto positivo en la huella de CO2”, expresa la compañía al comunicar sus primeros planes en marzo 2019.

Al señalar que para 2025 toda la flota de largo recorrido se habrá modernizado, anticipa que es posible conseguir un ahorro de combustible de al menos 500.000 toneladas métricas por año. En cifras de la empresa, esto es equivalente a una reducción de CO2 de 1,5 millones de toneladas métricas.

Lufthansa indica que el costo de operación se reducirá en un 20,0% con los nuevos aviones. Parte del proceso de renovación de flota estará orientado a la reducción de la diversidad de modelos aviones y la complejidad que esto genera en el grupo. Dentro de los próximos cinco años, serán siete los modelos aviones que quedarán fuera del holding (A340-300, A340-600, A380, B767-300ER, B747-400, B747-8 y B777-200ER) lo que generará ahorros importantes que serán traspasados a los clientes.

Fotografía portada – Juan Guillermo Pacheco

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