Calificados como el avión de la transición, por constituir un puente entre los antiguos Boeing 737-200 Adv. y los actuales Airbus A320neo, SKY cierra un ciclo en su historia al retirar el ultimo equipo A319. Se trata de una decisión prevista para este año, pero que es acelerada por la drástica caída de la demanda que produce la actual crisis del COVID-19.
José Ignacio Dougnac, CEO de SKY, señala en mayo a Aero-Naves (19/05/2020), que la decisión de desprogramar anticipadamente todos los A319 permite a la compañía “ganar tiempo” al ajustar la oferta en forma inmediata ante el escenario actual. Con todos los A320neo entregados, la primera línea aérea de bajo costo y tarifas bajas de Chile (LCC, por sus siglas en inglés) cuenta hoy con la flota más moderna de la región. Según datos de la industria, la edad promedio es de 1,2 años.
SKY incorpora su primer A319 en 2012 para renovar los B737-200 Adv. que disponía. Si bien este proceso comienza dos años antes con la llegada de los primeros A320, se trata del primer reemplazo efectivo de material al renovar gradual y directamente cada uno de los equipos. Para tal efecto, la administración de la compañía aprovecha el escenario de esos años al negociar con las empresas de leasing la incorporación de varias unidades aprovechando la desprogramación de varios aviones de otras compañías aéreas.
De los 13 A319 utilizados, 11 aviones tienen como primer operador a easyJet lo que favorece a una homogeneidad de la flota, motores y componentes que no siempre es posible lograr utilizando equipos de segunda generación. Los otros dos modelos son ex Skybus, una LCC que no llega a prosperar en los Estados Unidos. Por lo mismo, en la línea aérea destacan la ventaja conseguida en términos de costos y generación de economías de escalas, claves para todo el proceso de transición previsto para más adelante.
SKY es de esta manera, una de muchas compañías aéreas beneficiadas con la salida de material de vuelo de otros mercados. En ese periodo, se aprovecha la quiebra y reducciones de capacidad que distintas empresas realizan así como de los procesos de renovación de flota en curso para tomar ventaja y crecer.
En su momento, los efectos de la entonces llamada “mayor crisis de la historia de la aviación” (2009), las líneas aéreas más pequeñas nunca habían podido acceder a aviones de segunda y tercera generación a precios convenientes para arriendo o compra de material. Según nota de prensa de 2012, todo el proceso de adquisición de los A319 supone una inversión aproximada de US$15 millones, calificado como “altamente conveniente”.
Por estar configurados para una alta densidad de pasaje en comparación la capacidad tradicional del avión (140 a 144 asientos), los A319 disponen de dobles salida de emergencia sobre las alas permitiendo transportar 156 pasajeros a capacidad completa, cifra cercana a las configuraciones que disponían algunos A320 en la región. Uno de los inconvenientes del momento es las diferencias con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) por limitaciones iniciales para utilizar la máxima capacidad pese a contar con las disposiciones del fabricante para asegurar la evacuación de todo el pasaje en los tiempos requeridos (90 segundos).
En 2012, Holger Paulmann, ex CEO y actual director de SKY, indica que la renovación completa de los B737-200 Adv. por los A319 permite aumentar en un 30% la cantidad de asientos ofrecidos como consecuencia de la mayor disponibilidad de plazas por vuelo y un aumento en la tasa de uso promedio de los aviones al día. El objetivo en esos años es conseguir una utilización promedio por avión entre nueve a diez horas lo que se traduce en una duplicación de la capacidad ofrecida en un periodo de cinco años.
El A319 es un avión de transición para SKY, no sólo por ser el puente entre su flota inicial y la actual, sino por ser la herramienta transformadora su modelo de negocios hacia una LCC. En ese sentido, la homogeneidad de los aviones y la configuración brindan recursos para acompañar la nueva estrategia y filosofía de la compañía. Sin caer en una posible sobre oferta, los aviones permiten explorar los resultados comerciales en distintas rutas antes del “gran salto” del negocio.
El reemplazo de A319 por A320neo supone un incremento significativo en la eficiencia de las operaciones dado por el menos costo por asiento – kilómetro (CASK) que poseen las nuevas aeronaves como por los ahorros de combustible generan. En capacidad, se traduce en 36 asientos más, mientras que en consumo de combustible alcanzan porcentajes de un 20,0%, aproximadamente. Esta mayor eficiencia favorece no sólo en aportes al negocio sino en traspasar beneficios a los usuarios en distintas opciones de precios.
En 2018, SKY señala que el A320neo supone un crecimiento de 21% en comparación con la flota a ese año y de 80% con la disposición de la nueva flota, la expansión a otros mercados y un nuevo aumento del uso promedio de los equipos, todo hasta niveles pre-crisis COVID-19. Con la salida de los A319, la LCC logra consolidar su objetivo de operar una flota moderna en un periodo inferior a los tres años inicialmente previstos.
Fotografía portada - Alfredo Vera