Recuperación de la aviación en América Latina se encuentra estancada: críticas a Argentina y Chile

Mientras en el resto del mundo el transporte aéreo avanza de manera gradual en su reactivación, en América Latina y el Caribe se mantiene estancado. Las diferencias en políticas entre los países, el aumento de los contagios pese a las drásticas medidas de confinamiento que no muestran los efectos esperando y la mantención de las restricciones por parte de los Gobiernos, hacen que la región sea la más afectada. Lo anterior, pone en riesgo la continuidad de empresas y de millones de empleos lo que se traduce en un impacto económico y social en los países.

Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la demanda, medida en pasajeros rentados por kilómetro (RPK, por sus siglas en inglés), disminuye un 87,5% en julio y la capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK) lo hace en un 83,2%. Como consecuencia de ocupación alcanza el 63,1%. Para la organización, la cifra porcentual es superior a la ocupación mundial de los aviones que está en 57,9% lo que indica que hay una demanda por viajes por distintas razones.

Las restricciones como el cierre prolongados de las fronteras y la imposición de cuarentenas están impactando en las líneas aéreas latinoamericanas. Considerando sólo a estas compañías (no las que atienden la región), la demanda cae un 95,0% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Si se considera la reducción de 96,6% de junio, las cifras muestras un claro estancamiento. El ASK mantiene una caída de 92,6% y el factor de ocupación baja drásticamente en 27,1 puntos porcentuales hasta llegar al 58,4%.

Por la menor utilización de aviones de pasajeros por las restricciones impuestas por los Gobiernos y la drástica caída de la demanda, además de la devolución de aviones como consecuencia de las medidas de ajuste o reestructuración de las compañías, el mercado de carga de América Latina es inferior al de África y comparable a los niveles de 1990.

“En muchos países de América Latina y el Caribe nos acercamos ahora al medio año de suspensión de las operaciones, algo nunca visto en la historia”, dice Peter Cerdá, vicepresidente Regional para las Américas de IATA. En su percepción general, las compañías aéreas no esperan generar ingresos y van a tener que seguir cubriendo los costos por un periodo largo de tiempo en lo que califica una “lucha por sobrevivir”, por lo que llama a los Gobiernos a colaborar.

Fotografía – Ricardo J. Delpiano

Críticas a Argentina y Chile

Argentina es el país que más operadores pierde en el continente durante esta crisis. Factores políticos y la imposición de las restricciones más estrictas, pero las menos efectivas, golpean con fuerza al país. El contexto hace que la situación se la compare como una “nueva Venezuela”.

Mientras que Flyest y LATAM Argentina cesan sus operaciones en el mercado doméstico argentino, a la fecha otras tres compañías dicen que no retomarán operaciones hacia Buenos Aires (EZE). Air New Zealand es la primera en confirmar su retiro, seguida de Emirates y Qatar Airways, lo que afectará sin duda en la conectividad del país como del resto de la región.

La situación de Argentina combina una crisis económica anterior con los factores político-contingentes de la última década que se reflejan en la gestión de Alberto Fernández, aunque en un grado menor -al menos por ahora-, si se lo compara con la Presidencia de Cristina Fernández. Para IATA, el hecho de que varias compañías internacionales tomen la decisión de no regresar una vez que se levanten las restricciones muestra la falta de confianza en el mercado.

“Desde el punto de vista de la industria, nos preocupa que el país se convierta en otra Venezuela, que a lo largo de los años ha pasado de ser uno de los mercados clave de la aviación en el continente a tener ahora una conectividad internacional muy limitada”, sentencia Cerdá.

Si bien Chile mantiene vuelos domésticos con frecuencias muy reducidas e incluso con pérdida temporal de conectividad a algunas ciudades y vuelos internacionales limitados que se están recuperando, la industria aérea mantiene las críticas al gobierno de Sebastián Piñera por la falta de claridad en el programa de desconfinamiento y la mantención del cierre de fronteras y medidas para desplazarse dentro del país. IATA dice que Chile debe considerar con urgencia levantar las restricciones fronterizas y las regulaciones de cuarentena. “Las líneas aéreas internacionales han reanudado sus operaciones en el país, pero si la demanda sigue deprimida, es probable que se vuelva a suprimir la capacidad”, advierten.

El impacto hace que el país retroceda significativamente en la región. Después de destacar por años como líder regional en materia de aviación, Chile se une al estándar regional negativo. La falta de decisiones adecuadas y la permeabilidad que tienen las autoridades ante las opiniones públicas dificulta la generación de planes y su adecuada defensa. Recientemente, el gobierno de Sebastián Piñera vuelve a prorrogar el estado de catástrofe hasta el 25 de septiembre, mientras entrega algún grado de flexibilidad en los ingresos sin que exista la claridad respecto a quiénes se benefician de la medida.

Fotografía – Aldo Martinelli

Reactivación en otros países

La industria aérea destaca el levantamiento del cierre de las fronteras de Bolivia lo que permitirá el reinicio de vuelos internacionales. El país andino recuperará sus operaciones desde y hacia Brasil, Europa, los Estados Unidos y Uruguay. También se celebran las aperturas de Brasil y Uruguay, así como la claridad respecto a la reactivación de vuelos en Colombia y el Perú.

El 1º de septiembre, Colombia reanuda los vuelos domésticos a 15 destinos según el plan definido por Aerocivil. Ahora se prepara para comenzar con la reactivación de vuelos internacionales. Desde la industria aérea, señalan que la planificación coordinada con las autoridades debe continuar para que los servicios internacionales no sufran mayores demoras.

Algo similar ocurre en el Perú, país que confirma que reactivará los vuelos internacionales a partir de octubre. La industria aérea espera lo antes posible los detalles de los protocolos sanitarios para comenzar con las programaciones.

IATA valora la reactivación de la mayoría de los países como una señal positiva, pero advierte que toda la región es “un mosaico” de normas y reglamentos. “Los Gobiernos se reunieron para acordar las directrices de la guía de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para una reapertura segura de la aviación. Sin embargo, no hay cooperación en su aplicación, por lo que el 90% de los viajes internacionales se mantienen en tierra. Es necesario que los Gobiernos acuerden un enfoque basado en la ciencia para reabrir las fronteras y restablecer la confianza en los viajes aéreos”, finaliza Cerdá.

De acuerdos con datos de IATA, la industria del transporte aéreo contribuye directa e indirectamente con US$167 mil millones al Producto Interno Bruto de la región generando 7,2 millones de empleos. Con la mantención de las restricciones en los países, todos los beneficios alcanzados en los últimos años en materia de ingresos, creación de puestos de trabajo, conectividad, entre otros, se verá afectada significativamente.

Fotografía portada – Simón Blaise

Destacados

Noticias Relacionadas