Tras anunciar ayudas económicas en marzo, el Gobierno de Dubái entrega US$2.000 millones a Emirates. Se trata de una acción esperada que sigue en sintonía con los lineamientos que mantiene el emirato con el transporte aéreo, industria que considera esencial para el desarrollo, proyección de Dubái en el mundo.
El objetivo de la ayuda económica es asegurar la liquidez de la línea aérea ante la detención del transporte aéreo y la drástica caída de la demanda como consecuencia directa de las restricciones unilaterales impuestas por los Gobiernos de todo el mundo. Por su total dependencia de los vuelos internacionales, el negocio de pasajeros de Emirates se ha visto drásticamente afectado, situación que, pese a la recomposición gradual de la red, se mantiene hasta el día de hoy.
Como ejemplo de lo anterior, la línea aérea mantiene estacionados gran cantidad de aviones y la lenta recuperación de la demanda en vuelos internacionales anticipa que ese escenario continuará al menos en los próximos años. De acuerdo con las últimas proyecciones de la industria aérea, la demanda no se recuperará hasta fines de 2023 o 2024, siendo las rutas internacionales de larga y ultra larga distancia, además de los viajes corporativos los más afectados.
Pese a que en la actualidad Emirates opera a 70 destinos en todo el mundo en comparación con las más de 160 ciudades atendidas hasta antes de marzo, sus operaciones son reducidas en número de frecuencias como también en capacidad por las restricciones impuestas por muchos países. El ejemplo más directo es el caso de la Unión Europea, uno de sus principales mercados.
Además de detener varios aviones y disminuir sus posibilidades de comercialización, el impacto de la crisis y las restricciones obliga a la línea aérea a recortar miles de empleos en distintos sectores generando un impacto directo a la economía de Dubái que el propio Gobierno busca contener. También, Emirates se encuentra negociando con Boeing para cambiar algunos B777-9 por modelos de menor capacidad.
La entrega de ayudas económicas públicas a Emirates coloca a Dubái en la lista de la mayoría de los países que están proporcionando ayuda a sus respectivas industrias aéreas, ya sea a las líneas aéreas como a los aeropuertos o los proveedores, por el valor que representan para el funcionamiento de la economía. Dicha realidad no está presente en América Latina, a excepción de Brasil y Colombia por los compromisos y ayudas directas que sus Gobiernos han entregado a la industria.
No se descarta que Dubái entregue nuevas ayudas puedan en el futuro. Así lo confirma el emirato. “Cualquier otro apoyo estará sujeto a las necesidades de la aerolínea y dependerá del impacto y la duración de la situación actual del Covid-19”, señalan.
Emirates espera aumentar su red de pasajeros a 80 destinos en septiembre y recuperar todos los servicios en 2021. Sin embargo, el proceso de ajuste tiene su impacto en la red con la suspensión indefinida de servicios hacia ciudades como Adelaida, Buenos Aires (EZE), Río de Janeiro (GIG) y Santiago de Chile. En América Latina, la realidad hace que la firma retroceda en 10 años, llegando a niveles inferiores a los registrados al momento de su aterrizaje en la región.
Fotografía portada - Emirates