Como muestra del compromiso de la industria aérea con garantizar la seguridad de todos los usuarios en los terminales aéreos en todos aspectos físicos, operacionales como sanitarios, a fecha de hoy, cinco aeropuertos de la región cuentan con la Acreditación de Salud Aeroportuaria (AHA, por sus siglas en inglés) del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
El aeropuerto de Los Cabos en México es el primer terminal aéreo de la región y el segundo en el mundo después de Estambul (IST) en recibir el certificado de ACI tras constatar el cumplimiento de distintas medidas sanitarias y procedimientos para resguardar la salud. Tras cumplir con la auditoría correspondiente, el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) que administra el aeropuerto destaca la colaboración de otras instituciones públicas del país por reconocer el esfuerzo y compromiso que permiten garantizar viajes aéreos seguros durante esta época de pandemia.
Tras esta primera acreditación, los aeropuertos de Liberia en Costa Rica y Montego Bay en Jamaica son los siguientes terminales aéreos en estar certificados en seguridad sanitaria. Posteriormente, se incorporan Mariscal Sucre en Quito y El Dorado de Bogotá, como los primeros en Sudamérica, respectivamente.
En Quito, la recepción de la Acreditación de Salud Aeroportuaria reconoce los protocolos establecidos y aplicados, mismos que han posicionado a Ecuador al marcar el liderazgo en la recuperación gradual de la conectividad aérea tanto a nivel doméstico como internacional. Desde la Corporación Quiport destacan el valor de esta acreditación como mecanismo para dar seguridad y confianza a los viajeros en materia de prevención sanitaria.
“Creemos que es clave actuar sobre la base de medidas sanitarias comunes a la industria para garantizar la seguridad de nuestros pasajeros, del personal aeroportuario y de nuestras sociedades”, dice Andrew O’Brian, presidente y CEO de Quiport. Agrega que al obtener la acreditación sanitaria se está enviado el mensaje correcto a la población. “No solo nos preparamos para reanudar operaciones, sino que además nos comprometemos a evaluar permanentemente nuestros procesos y medidas de prevención para mejorarlas, siempre sobre la base de las recomendaciones de los organismos que regulan el transporte aéreo. Nuestro compromiso es con la seguridad y la salud”.
En Bogotá, la acreditación por parte de ACI se da ante el reinicio de la actividad aérea después de seis meses de paralización y tras la comprobación de la seguridad demostrada con los llamados “vuelos pilotos” y de ayuda humanitaria. Desde el 1º de septiembre, el aeropuerto El Dorado comienza a retomar gradual su rol de centros de conexiones, primero a nivel doméstico y posteriormente, a nivel internacional una vez que se levanten el cierre de las fronteras.
La Acreditación de Salud Aeroportuaria de ACI es un proceso voluntario que cada aeropuerto puede acceder para que sus medidas y protocolos sanitarios están alineadas con las directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Grupo de Trabajo para la Recuperación de la Aviación (CART, por sus siglas en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Según ACI, la auditoría permite a los aeropuertos demostrar a los pasajeros, al personal, a los organismos reguladores y a los Gobiernos que están trabajando para dar prioridad a la salud y a la seguridad de una manera cuantificable con lineamientos establecidos. En ese sentido, permite validar sus propias medidas en todas sus instalaciones y procesos, además de reconocer la excelencia profesional y promover las mejores prácticas, alineadas con los esfuerzos de toda la industria aérea.
La evaluación considera distintos aspectos como la limpieza, desinfección, medidas de distanciamiento físico cuando sea factible y práctico, protección del personal aeroportuario, distribución física de espacios, equipamiento e infraestructura, y las comunicaciones hacia los pasajeros. En el organismo destacan que el certificado es importante para demostrar que la industria de la aviación está en la mejor posición para respaldar la recuperación.
Considerando las diferencias y contradicciones que manifiestan las autoridades de distintos países nivel interno como externo en el manejo de la crisis del COVID-19, se espera que la Acreditación de Salud Aeroportuaria pueda ser una herramienta para continuar demostrando que la industria aérea está más que preparada para funcionar de una manera segura. Recientemente, ACI en conjunto con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), está solicitando mayor cooperación a los Gobiernos para retomar la actividad con claridad y señales de confianza.
Fotografía portada – Quiport