Ante las contradicciones internas y diferencias que muestran los países entre sí en la región, la industria de la aviación insta a los Gobiernos de América Latina y el Caribe a armonizar sus acciones frente al COVID-19. Las líneas aéreas como los aeropuertos piden mayor claridad, celeridad y sobre todo, coordinación en las políticas en la región para que el transporte aéreo pueda reactivarse y ejercer el efecto catalizador que tiene sobre la economía.
En una declaración conjunta, el Consejo Internacional de Aeropuertos de América Latina y el Caribe (ACI-LAC), la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) instan a las autoridades a minimizar los requisitos de cuarentena para los viajeros para permitir una efectiva recuperación en la industria de la aviación y del turismo. Aseguran que esto brinda tranquilidad a los pasajeros y devolvería la movilidad a las personas que necesitan viajar por diferentes motivos.
A diferencia de tiempos anteriores, la democratización de la aviación impulsada por las líneas aéreas hace que los viajes aéreos sean cotidianos en muchos países. En Chile, por ejemplo, la reducción de los precios y las políticas de estímulo a la demanda, hacen que el país logre la tasa de viajes per cápita más alto de América Latina y el Caribe con más de un viaje en avión por habitante. Hoy, el país no destaca por ese logro sino por las contradicciones e incertidumbres que muestran sus autoridades al mantener las restricciones, pese a reconocer los protocolos establecidos por la industria en materia de seguridad sanitaria. Algo similar aplica para Panamá.
Exceptuando a Brasil y Ecuador, la mayoría de los países mantiene sus fronteras cerradas y está imponiendo cuarentenas obligatorias a los viajeros internacionales o incluso nacionales. Los casos más extremos están en Argentina con una incertidumbre completa respecto al reinicio de los vuelos, el escenario en Perú en lo que respecta a vuelos internacionales y el de Colombia, como único país en el mundo que entrega a sus alcaldes decisiones aeronáuticas relacionadas con abrir o no terminales aéreos. Otros casos como en Uruguay, también hay progresos en lo que respecta a levantamiento de fronteras y establecimiento de burbujas de viaje.
La industria del transporte aéreo está implementando los más altos niveles y protocolos en bioseguridad. “Hemos pasado de recomendaciones conceptuales a la implementación de acciones concretas adoptadas por el Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y contenidas en un documento titulado “Despegue: guía para los viajes aéreos tras la crisis de salud pública de Covid-19”, elaborado por el Grupo de Trabajo de Recuperación de la Aviación (CART), a través de amplias consultas con países y organizaciones regionales, unidas a los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y grupos clave de la industria”, señalan las tres organizaciones.
Con seis meses de paralización del sector, la crisis está teniendo un efecto devastador en la aviación latinoamericana que se traduce en la salida de operadores aéreos, reducción significativa de la conectividad y pérdidas de empleos. Ante la falta de ayudas económicas de parte de los Gobiernos para compensar la detención parcial o total de la actividad, las líneas aéreas y los aeropuertos solicitan recuperar la actividad considerando que tienen todos los protocolos sanitarios exigidos los que se cumplen a cabalidad. Reactivar la aviación es esencial para la industria como para otros sectores.
“Restaurar la confianza del público en los viajes aéreos no solo ayuda a la viabilidad de este sector que lleva más de cinco meses detenido, sino que tiene beneficios todavía más amplios en el ámbito social y económico de los países”, puntualizan.
IATA, ACI-LAC, y ALTA, son organizaciones que representan a los aeropuertos y a las líneas aéreas. En la región han desarrollado iniciativas, avaladas por OACI, que confirman la correcta implementación de todas las medidas y protocolos para incrementar la seguridad sanitaria en distintas etapas del viaje.
“Ahora necesitamos que los Gobiernos por su parte implementen estas recomendaciones rápidamente, porque el mundo quiere viajar nuevamente y necesita que la industria del transporte aéreo desempeñe un papel clave en la recuperación económica”, agregan. Con vuelos seguros como los que se realizan hasta antes de marzo, indican que todo el sector está listo para “encender motores y despegar”, pero necesitan trabajar junto con los Gobiernos tener información clara y acciones alineadas.
Fotografía portada - Simón Blaise