Demostrando una vez más que viajar en avión es seguro, el médico infectólogo del Ministerio de Salud de Colombia, Carlos Álvarez, señala que hay un mito en la población respecto al hecho de volar se traduce en un riesgo para la salud de los pasajeros por sólo el hecho de estar encerrados. En información publicada en el propio Ministerio de Salud de Colombia, indica que la probabilidad de contagiarse del virus en un vuelo es de menos del 1% por el equipamiento que tienen las aeronaves de pasajeros. Como medida de protección adicional, destaca el establecimiento de protocolos de bioseguridad en los aeropuertos lo que hace que viajar en avión sea de menor riesgo que otros medios de transporte.
“Existe el mito de que una persona asintomática puede transmitir el virus a todas las personas de un avión por estar encerrados, sin embargo esto no es así”, dice Álvarez. Agrega que el sistema de ventilación de los aviones brinda la seguridad suficiente para que el transporte aéreo no sea un vehículo de contagio y todo depende de la enfermedad y las condiciones de las personas. “Teniendo en cuenta el sistema de ventilación de los aviones, el riesgo real es solo para los que están sentados cerca a una persona asintomática y, además, va a depender también de la enfermedad. Generalmente entre más síntomas, más riesgo de transmisión”, comenta en términos generales.
Sus conclusiones concuerdan con los argumentos que desde el inicio de la pandemia viene indicando la industria aérea a los Gobiernos de todo el mundo y a la propia población para demostrar que viajar en avión siempre ha sido, es y seguirá siendo seguro, especialmente ahora, cuando existen más protocolos temporalmente dispuestos en los aeropuertos. “Normalmente muchos brotes descritos aparecen en vuelos largos de más de tres horas”, explica, mencionando, además, que cuando se cumplen las normas de bioseguridad, se disminuye el riesgo de contagio.
En su opinión, el mito que la aviación es un vehículo de contagio viene por el hecho de que el virus llega a otros países por las personas que se contagian en países de origen, pero no implica que se hayan contagiado en los aviones. En ese sentido, argumenta que la probabilidad de llevar el virus de un lugar a otro es baja en Colombia dado que en la mayoría del territorio la circulación del germen es similar.
Para el infectólogo, el riesgo no está en los aviones por los equipamientos que poseen como los filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) que eliminan el 99,995% de virus y bacterias de 0,1 a 0,3 micrones, incluso aquellas que miden 0,01 a 0,1 micrones porque usualmente están unidad a partículas de mayor tamaño como el polvo, proteínas o gotas de secreciones que pueden ser filtradas. Álvarez agrega que el cambio del aire de los aviones es de 15 a 20 veces superior al de un edificio de oficinas.
“Probablemente cuando se han presentado contagios no ocurren normalmente dentro del avión, sino en el aeropuerto cuando no tienen normas de bioseguridad y se permiten aglomeraciones. Pero si hay protocolos, ese riesgo también se minimiza y no es un foco de contagio”, expresa el médico.
Con sus opiniones, el Ministerio de Salud de Colombia busca dar una señal concreta al resto de las autoridades para que cumplan el plan determinado por Aeronáutica Civil (Aerocivil) para reiniciar el transporte aéreo en la fecha prevista, al menos en rutas domésticas. Sin embargo, se infiere que, por su relación de pertenencia con un organismo de Gobierno, justifica la decisión de la administración política colombiana de cerrar las fronteras la que no es compartida por la industria de la aviación mundial.
Pese a que los vuelos se inician el 1º de septiembre, todavía existe una alta incertidumbre en la aviación colombiana por las contradicciones que tienen las autoridades y especialmente, cuando el país es el único en el mundo que entrega a los alcaldes decisiones aeronáuticas como abrir o no terminales aéreos. La delegación de esta facultad por parte del Presidente Iván Duque, se interpreta como una acción para compensar la falta de representatividad que tiene el gobierno en la población, situación que también se visualiza en otros países de América Latina.
Un marco de incertidumbre y descoordinaciones entre distintas autoridades marca la reanudación del transporte aéreo en Colombia. El escenario en ese país se resume en una falta de responsabilidad para reanudar los servicios, contradicciones entre las competencias de gobiernos nacionales y locales, y la aplicación de normas únicas. La industria aérea está solicitando retomar las competencias regulatorias y cumplir con la prestación de servicios anunciada para el 1º de septiembre que considera vuelos al 30% respecto a los niveles anteriores a marzo en los 15 aeropuertos autorizados por Aerocivil.
Fotografía portada - Bogotá Airport