En un gesto de reciprocidad y ante la muy baja incidencia de la aviación como mecanismo real de contagio, Uruguay abrirá en un futuro próximo sus fronteras para ciudadanos de la Unión Europea. Sin fecha aún, la decisión se atribuye al éxito de las políticas para combatir la pandemia, además de una verdadera valorización del esfuerzo de las industrias de la aviación y turismo para garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde que Iberia y Air Europa retoman los vuelos regulares entre Madrid y Montevideo, el ministro de Turismo, Germán Cardoso, indica que se está estudiando en detalle la reglamentación para que a la brevedad se habilite el ingreso de turistas europeos a Uruguay. “La decisión está tomada, con las mismas características con las que se abrieron las puertas del país para los vuelos de Iberia y Air Europa para transportar ciudadanos uruguayos, residentes legales, y extranjeros en casos excepcionales, ahora se abrirá la posibilidad de que lleguen turistas”, dice la autoridad. Cabe recordar que Uruguay es el único país de América Latina cuyos ciudadanos tienen libre ingreso a la Unión Europea.
Cardoso enfatiza que “no hay prácticamente una línea de contagio” en los vuelos que se realizan desde Madrid, por lo que es posible avanzar en un nuevo paso en la normalización. Pese a lo señalado, Uruguay mantendrá la imposición de una cuarentena obligatoria de siete días a quienes a ese país, por lo que el tráfico de pasajeros continuará en algo condicionado y reducido únicamente a pasajeros que viajan por motivos familiares, principalmente. Además, como todo visitante, los turistas deberán presentar un examen PCR para COVID-19 negativo con un máximo de 72 horas antes del embarque y realizar otra prueba después de su cuarentena.
Si bien los esfuerzos por avanzar hacia una normalización de la conectividad se destacan en comparación con la situación de otros países, para la industria aérea se mantienen restricciones significativas que en otros países se califican como contradictorias. La crítica se centra en la mantención de las cuarentenas pese al requisito de viaje de presentar prueba de PCR negativo.
Además de la posibilidad de avanzar hacia una mayor normalización del tráfico de pasajeros con la Unión Europea, Uruguay también recibe la noticia desde Paraguay, luego de que las autoridades de ese país aprobasen la realización de una “burbuja de viajes” entre Asunción y Montevideo. De acuerdo con lo señalado por la ministra de Turismo de Paraguay, Sofía Montiel, los vuelos entre ambas capitales podrían comenzar en las próximas semanas y estarán inicialmente dirigidos a personas que deban viajar por necesidad entre ambos países.
“Estamos muy contentos porque gracias a esa aprobación nos permitirá trabajar en los vuelos burbuja y que uruguayos puedan llegar a nuestro país y viceversa, con todas las medidas sanitarias que están impuestas en este protocolo”, menciona Montiel (La Nación 22/08/2020).
De acuerdo con la autoridad de salud de Paraguay, los requisitos para quienes viajen ese corredor serán contar con un test PCR negativo para COVID-19, una declaración jurada y otra declaración de su estado de salud. Además, deberán contar con un seguro médico que incluya la cobertura y tratamiento intensivo en caso de desarrollar la enfermedad en destino.
Las “burbujas de viajes” son corredores entre dos puntos (ciudades, regiones o países) con un mismo nivel sanitario en relación con la evolución de la pandemia. A través de medidas de confianza mutua, las autoridades establecen controles preventivos armonizados y validados por su contraparte, los que permiten avanzar gradualmente hacia la normalidad. Hasta antes de la crisis del COVID-19, Amaszonas y Paranair son las líneas aéreas que operan entre Paraguay y Uruguay, conectando Asunción con Montevideo y Punta del Este.
Uruguay destaca a nivel mundial por su destacada estrategia para combatir la pandemia del COVID-19 que hacen que en todo este tiempo apenas 1.506 personas se hayan contagiado en su territorio, de las cuales sólo 41 han fallecido. Entre los factores que explican el éxito del país es una unidad nacional entre todos los sectores políticos, decisiones de salud tomadas bajo criterios científicos, alta capacidad de trazabilidad en las primeras semanas de la pandemia y un sistema de salud calificado como un derecho social y no como un bien de consumo, facilitando que la población se acerque a los servicios “sin dudar” o “según lo permitan sus condiciones económicas”.
Fotografía portada - Simón Blaise