Como consecuencia directa del grave impacto que tienen las restricciones unilaterales impuestas por los Gobiernos en América Latina, LATAM Airlines Group registra una pérdida por US$890 millones para el segundo trimestre (2Q2020). El resultado es de esperar por la confluencia de los periodos más críticos de la pandemia en la región con las medidas de confinamiento más estrictas y una operación muy reducida en el negocio de pasajeros.
En el 2Q2020, LATAM reporta ingresos por US$571,9 millones en comparación con los más de US$2.369 millones que registra en el mismo periodo del año anterior. La diferencia significativa representa una caída del 75,9% año a año que se explica por la drástica y forzada reducción de las operaciones tras el cierre de fronteras y la imposición de las restricciones de viaje.
En el reporte del 2Q2020, LATAM señala que los costos operacionales totales disminuyen un 45,6% llegando a los US$1.266,7 millones. El holding reporta una pérdida operacional de US$694,8 millones.
“Estos resultados reflejan el profundo impacto que ha tenido la crisis en la industria aeronáutica y reafirma la necesidad de transformar al grupo para garantizar su sostenibilidad en el mediano plazo”, comenta Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines Group. “Seguiremos trabajando para adaptarnos a este nuevo entorno y transformar a LATAM en una empresa más ágil, competitiva y eficiente”.
Desde la compañía destacan el incremento de 18,4% en los ingresos de carga como resultado del aumento de la actividad de ese negocio ante la reducción de la oferta (por toneladas disponibles por kilómetro o ATK, por sus siglas en inglés). Durante el segundo periodo del año, LATAM reporta crecimientos significativos en sus operaciones de carga que se traducen en un aumento de 40% de ATK en rutas hacia Europa, un alza de 15% en rutas entre Norte y Sudamérica con más vuelos a Miami.
Como reflejo del aumento porcentual de las operaciones cargueras, se menciona las aperturas de nuevos destinos como Los Ángeles, Ciudad de México, Florianópolis, además del mejoramiento de la conectividad en zonas extremas del continente como Isla de Pascua en Chile; San Andrés y Leticia, en Colombia; Iquitos en el Perú; e Islas Galápagos en Ecuador. Las operaciones se realizan con aviones cargueros y también con aviones de pasajeros que se están utilizando ante la mayor demanda de carga. En este último punto, destacan los 80 vuelos cargueros realizados con Boeing 787-9 hacia China para traer ventiladores e insumos médicos para Chile y la región los que se realizan dentro del programa “Avión Solidario”.
Con una paralización casi total de la actividad, LATAM mantiene en operación en los mercados domésticos en Brasil y Chile, con una capacidad limitada dentro de lo que permiten las autoridades considerando las restricciones de viaje impuestas hacia la población. En Chile, por ejemplo, sólo se puede viajar si se acreditan motivos laborales, asistencia a funerales de familiares cercanos o salud. A estos servicios, se agregan algunos vuelos internacionales muy específicos, pese a las restricciones que existen como el cierre de fronteras para pasajeros no nacionales o no residentes de Brasil y Chile y la imposición de cuarentenas.
Como consecuencia, la mayor línea aérea latinoamericana opera apenas al 6,0% promedio de su capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK). En junio, tras la obtención de los permisos de las autoridades, se reactivan gradualmente los vuelos domésticos en Ecuador y en julio (no incluido en el reporte trimestral) los de Perú, pese a que en la actualidad, el confinamiento focalizado obliga a nuevamente a reducir la operación a ocho destinos.
Actualmente, LATAM se encuentra operando en un 9,2%. La cifra porcentual refleja el panorama complejo que se visualiza para el 3Q2020 con un escenario altamente volátil determinado por la mantención de las restricciones de movilidad en los países de la región y el cierre de las fronteras. El escenario preocupa a corto plazo mientras la compañía espera el pronunciamiento del juez que revisa el proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en los Estados Unidos respecto a las propuestas de financiamiento.
Como consecuencias directas de la pandemia, LATAM desvincula en el 2Q2020 a 12.600 en todos los países donde opera. A fecha de hoy, la dotación de la empresa es de alrededor 30.000 empleados, cifra que reconocen sigue siendo ampliamente superior considerando los niveles de operación actual.
Respecto a flota, LATAM tiene la aprobación de la Corte para eliminar 23 contratos de arriendos de aviones y está estudiando proponer otros términos anticipados ante el incierto escenario. Sin embargo, la compañía destaca el apoyo recibido de las empresas de leasing de no realizar cobros a menos que se usen los aviones lo que da una “ventana de tiempo” para negociar el futuro de la flota dependiendo de cómo quede compuesta.
“Las empresas de leasing están bien comprometidas con la compañía y quieren que los aviones se queden”, comenta Ramiro Alfonsín, CFO de LATAM. Insiste que los cobros se realizan en proporción al uso de cada equipo. Respecto a los compromisos futuros con Airbus y Boeing, el directivo indica que todavía se tiene decidir su futuro. “Esa decisión la compañía todavía no la ha tomado y depende mucho como avance la curva de recuperación de la demanda y las negociaciones con los lessors”.
Actualmente, LATAM concentra sus esfuerzos en negociar con las empresas de leasing la mantención o salida de sus aviones dentro del mecanismo variable definido (pago por uso de los aviones). Sin embargo, no se descarta estudiar otras acciones para continuar reduciendo costos.
Respecto a la recuperación para los próximos meses, las principales señales de repute se están manifestando en Brasil. No obstante, en la compañía advierten que tanto en ese país como en toda la región, el escenario es extremadamente volátil tomando como referencia lo que ocurre en el Perú u otra restricción que pueda aparecer en otro país.
Fotografía portada - Juan Carlos Bascuñán