Acuerdo entre Emiratos Árabes Unidos e Israel podrían abrir las primeras rutas aéreas entre los dos países

Pese a que todavía sus consecuencias no están del todo claras, el acuerdo que se califica como histórico entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel podría traducirse en la apertura de las primeras rutas aéreas comerciales entre ambos países. La acción se entiende como una medida de confianza mutua que se insertaría dentro de la “nueva era” en las relaciones diplomáticas en el Medio Oriente que considera una serie de pactos bilaterales sobre inversión, turismo, seguridad, tecnología, energía y establecimiento de embajadas de manera recíproca, siempre y cuando, Israel detenga toda anexión de territorios en Cisjordania y el valle del Jordán.

La primera acción viene de parte desde Israel con la línea aérea Israir que se encuentra solicitando los permisos para realizar vuelos hacia y desde los Emiratos Árabes Unidos. El proceso es confirmado por su CEO, Uri Sirkis, a sólo cuatro días del anuncio, y también por el propio Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al indicar que su país trabaja para el establecimiento de los vuelos con los Emiratos Árabes Unidos.

Pese a las declaraciones, todavía no hay anuncios formales, se espera que algo similar pueda ocurrir desde los Emiratos Árabes Unidos, probablemente desde Dubái, a través de las líneas aéreas Emirates o flydubai. Exceptuando Yemen y Siria que, por motivos de los conflictos que afectan a esos países, Israel es el único país o territorio en el Medio Oriente a donde las líneas aéreas de los emiratos no llegan. Pese a ello, se considera que el atractivo de Tel Aviv como destino más Palestina, tienen las características para generar un tráfico en los próximos años.

Si bien los vuelos entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel pueden ser parte de una pronta realidad, todavía falta ver la forma como se realizarán. Además de la normalización de las relaciones, implica también los permisos de sobrevuelo que se obtengan para cruzar el Reino de Arabia Saudita.

Si bien por el Convenio Internacional de Chicago de 1944 los países no debieran restringir los permisos de sobrevuelo por otros territorios, la realidad muestra excepciones. Por ejemplo, muchos países árabes impiden que vuelos hacia y desde Tel Aviv sobrevuelen sus territorios, independiente de la nacionalidad del operador, mientras las líneas aéreas árabes evitan el espacio aéreo israelí.

Ejemplos de lo anterior, existen. Desde las operaciones al Asia de El Al que cruzan el espacio aéreo egipcio para llegar hasta el sur del espacio aéreo saudita y luego volar hacia Oriente o en su defecto sobrevolar el territorio turco, hasta casos más locales como la operación de LATAM a Tel Aviv que considera un sobrevuelo por Europa evitando el cruce directo por los países árabes africanos. Otro ejemplo, esta vez en el mundo árabe, ocurre con el bloqueo que tiene Qatar Airways y operadores qataríes por parte del Reino de Arabia Saudita, Bahrain, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

La excepción son Egipto y Jordania, tras los acuerdos de 1979 y 1994 que estos países firman con Israel, respectivamente. Como resultado, Egyptair y Royal Jordanian operan en regularmente desde El Cairo y Ammán hacia Tel Aviv y viceversa, aunque en el caso de la firma egipcia se realiza con una compañía distinta denominada Air Sinaí.

Para que la posible ruta entre Tel Aviv y Abu Dhabi o Dubái tenga una viabilidad económica y sea sostenible en el tiempo fundamental es contar con los derechos de vuelos sobre Arabia Saudita y, para ello, la creciente influencia política de los Emiratos Árabes Unidos es clave. De no conseguirlos, Israir tiene Airbus A320 con cuyas prestaciones permitirían operar hasta los Emiratos rodeando la península arábiga.

El histórico acuerdo entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel tiene como garante a los Estados Unidos, tras la mediación del Presidente Donald Trump, quien se anota un triunfo diplomático importante en el Medio Oriente, logro no menor considerando las próximas elecciones presidenciales. Después de los acuerdos de Egipto y Jordania, el de los Emiratos Árabes Unidos es el más significativo y pone a Trump como un reorganizador parcial de los países árabes al mismo tiempo que bloquea o reduce la influencia de Irán en la zona.

Pese a los acercamientos, todavía falta ver el cumplimiento de los compromisos por parte de los propios Estados, especialmente Israel, cuyo historial en lo que respecta a acuerdos y tratados de paz en Palestina no siempre se cumplen. El propio Netanyahu declara, por ejemplo, que la anexión de territorios palestino “no está detenida” sino que “postergada”. Si bien esa “postergación” puede ser indefinida, representa un punto difícil pendiente de trabajar en la eterna búsqueda de un proceso de paz en la zona. Los Emiratos Árabes Unidos declaran que el acuerdo con Israel no modifica la posición del país con el objetivo árabe de conseguir un Estado Palestino que tenga a Jerusalén como capital de este último.

Fotografía portada - Gráfica - Alfredo Vera

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