Después de los problemas encontrados en los motores Trent 1000 que equipan a parte de los Boeing 787, Rolls Royce enfrenta un nuevo desafío: fisuras en algunos motores Trent XWB que equipan a los Airbus A350-900. Si bien desde la fábrica califican el inconveniente como no significativo dado que no representaría interrupciones importantes con mantenimientos preventivos para los operadores, si es un nuevo impacto a la confianza y en costos para el proveedor de motores.
Rolls Royce señala que el problema es “mucho menor” al de los motores Trent 1000 cuyos inconvenientes entre reparaciones y compensaciones están evaluadas en US$3,1 mil millones entre 2017 y 2023. Sin embargo, el impacto financiero estaría en decenas de millones, según reporta Reuters (11/08/2020), aunque independiente del valor, es un nuevo golpe para la empresa aún más bajo el escenario actual que afecta a la industria aérea.
El descubrimiento del problema surge de una directiva de aeronavegabilidad de la Agencia Europea de Seguridad en la Aviación (EASA). Está relacionado con fatiga de material en el compresor de etapa intermedia (IPC, por sus siglas en inglés) de algunos motores XWB-84 en servicio por alrededor de cinco años o entre 2.300 a 3.500 ciclos. La estimación inicial es que existirían alrededor de 100 motores afectados, pero sin que representen riesgos a la seguridad del vuelo.
Investigaciones iniciales, descartan una eventual vinculación con los casos que afectan a los B787, pero podría derivar en un impacto no menor. La falla estaría reduciendo la vida útil del componente cuya vida útil debiera durar el doble. El problema no se encontraría en la versión XWB-97 de mayor potencia que impulsa al A350-1000.
Según reporta Flightglobal (11/08/2020), las investigaciones podrían extenderse hasta diciembre para determinar las causas. Se advierte que la solución definitiva podría tomar “varios años” en el caso de que la falla obligue a rediseñar la pieza. Entre tanto, se recomienda a los operadores del A350-900 intensificar sus programas de inspección a modo de identificar cualquier falla de manera oportuna.
Rolls Royce señala que los motores XWB-84 con más de 2.300 ciclos deben revisarse dentro de los próximos 50 ciclos y, posteriormente, cada 200 ciclos. Los motores con menos de 2.300 ciclos también deben someterse a inspección preventiva al menos una vez antes de que alcancen los 2.300 ciclos. Las revisiones no deben tomar más de 60 minutos dado que no se requiere el desmonte del motor por lo que no debe afectar el uso de los aviones.
Considerando la paralización de muchos aviones de fuselaje ancho por la reducción de la demanda y las restricciones unilaterales impuestas por los Gobiernos en el mundo a causa del COVID-19, Rolls Royce asegura que no se verá una paralización masiva de aviones como ocurre con los B787 en los últimos tres años y que existe una capacidad de mantenimiento suficiente para atender los requerimientos. En ese sentido, ve una oportunidad para atender sin mayores afecciones el inconveniente.
Desde el punto de vista de los operadores, la situación puede generar preocupación especialmente cuando el escenario actual los impulsa a utilizar aviones más eficientes para reducir costos. Algunas líneas aéreas han intensificado el uso de equipos A350 y B787 a medida que desprograman equipos como los A380, B747-400, B777 y B767.
Fotografía portada – Alfredo Vera