Demostrando la rápida adaptación de la industria aérea a las nuevas condiciones temporales que impone la pandemia del COVID-19, el nuevo aeropuerto de Estambul se convierte en el primer terminal aéreo en el mundo en recibir el Certificado de Salud Aeroportuaria que otorga el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI). El nuevo programa de acreditación permite a los aeropuertos evaluar y certificar distintas medidas y procedimientos para garantizar la salud de los pasajeros, según las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
En Estambul, la acreditación se realiza en conjunto con los protocolos con la Agencia Europea de Seguridad en la Aviación (EASA), ECDC, los protocolos de seguridad de salud en el transporte aéreo y ACI Europa. Las directrices están orientadas para garantizar la salud de los pasajeros al interior de los aeropuertos.
“Es impresionante cómo la industria aérea se ha adaptado rápidamente a las nuevas realidades para introducir nuevos protocolos basados en medidas globalmente consistentes”, comenta Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI. “Felicitamos a Estambul por ser el primer aeropuerto en ser acreditado a través de nuestro nuevo programa de Acreditación de Salud Aeroportuaria, que demuestra que están enfocados en la salud y el bienestar de los viajeros, el personal y el público”.
“La aviación es una industria importante que está sujeta a normas internacionales y está comprometida con la mejora continua dirigida a maximizar la experiencia del pasajero”, expresa Kadri Samsunlu, CEO de İGA Airport Operation Inc. “Seguimos con nuestros esfuerzos para ofrecer a nuestros pasajeros viajes seguros con la máxima higiene en la nueva normalidad”.
Previo a la certificación mundial de ACI, el aeropuerto de Estambul recibe el Certificado correspondiente de la Dirección General de Aviación Civil de Turquía y el Protocolo de Seguridad Sanitaria en la aviación para COVID-19 de EASA. Para el terminal aéreo, la acreditación destaca por estar reconocidas por distintas autoridades políticas y de la industria aérea.
De Oliveira resalta la importancia de contar con certificaciones y protocolos que son reconocidos por todas las partes en el mundo con el fin de garantizar procesos de viaje y de operación seguros. Insiste que eso es crucial para reiniciar la actividad y mantener la continuidad de las operaciones aéreas mientras el mundo espera la llegada de una vacuna o tratamiento efectivo para prevenir el COVID-19. Los protocolos armonizados y reconocidos mundialmente permiten, en ese sentido, restaurar la confianza del público.
El proceso de Acreditación de Salud Aeroportuaria evalúa distintos aspectos como la limpieza, desinfección, medidas de distanciamiento físico cuando sea factible y práctico, protección del personal aeroportuario, distribución física de espacios, equipamiento e infraestructura, y las comunicaciones hacia los pasajeros. ACI destaca que el certificado es importante para demostrar que la industria de la aviación está en la mejor posición para respaldar la recuperación.
“La aviación es una industria muy resistente y debemos tomar medidas para soportar el impacto de COVID-19 mediante la implementación de estrictos estándares de salud y seguridad en nuestras instalaciones y operaciones. La Acreditación de Salud Aeroportuaria definitivamente debe ser considerado por todos los operadores aeroportuarios como prueba para demostrar una mayor disposición a generar confianza en los pasajeros”, agrega Samsunlu.
El nuevo aeropuerto de Estambul se concibe desde un comienzo como un terminal para las conexiones. Para tal propósito, se diseñan terminales con pasillos amplios que aseguren tránsitos rápidos, utilización de alta tecnología para facilitar los procesos evitando los molestos “cuellos de botella”, variadas locaciones para ubicar diferentes productos y servicios, además de una conectividad aeropuerto-ciudad eficiente mediante sistemas de autopistas y el uso del transporte público con 23 rutas a distintos puntos de la ciudad.
El proyecto se desarrolla en cuatro fases para movilizar hasta 200 millones de pasajeros. La primera es la que está actualmente en funcionamiento con cuatro pistas independientes de un total de seis proyectadas, calles de rodaje, plataforma de estacionamiento de aeronaves en posiciones de contacto y remotas, torre de control y centro de tráfico aéreo, oficinas meteorológicas y otros de servicio. El primer terminal de pasajeros ya ostenta el récord de ser el edificio más grande del cubierto con un solo techo en un área de 1,44 millones de metros cuadrados (m2). En las fases siguientes, se continuarán agregando edificios e infraestructura hasta alcanzar la máxima capacidad proyectada.
Actualmente, el nuevo aeropuerto de Estambul funciona con un terminal, el principal, con capacidad para 90 millones de pasajeros. Cuenta con dos niveles uno para salidas y otros para arribos. Se trata de un edificio compuesto por una nave central que conecta cinco espigones (A, B, C, D, F y G) donde se ubican las 113 puertas de embarque, la mayoría son ocupadas por el área internacional por la gran cantidad de pasajeros en tránsito principalmente entre Europa, África y Asia.
El nuevo aeropuerto de Estambul debiera ser completado hacia 2025 – 2028 con la inauguración del terminal satélite que estará ubicado en frente del actual. En paralelo, se consideran otros edificios adyacentes que conforman la ciudad aeroportuaria que estará localizada en el entorno del aeropuerto. La inversión que demanda toda la construcción del complejo es de €10.500 millones.
Fotografía portada - Martín González