Después de tres semanas de informar una capitalización por US$1,5 mil millones, Virgin Atlantic se acoge de manera voluntaria a protección de Ley de Quiebras de los Estados Unidos. La solicitud se realiza con fecha 04 de agosto ante la Corte en Nueva York como una medida de protección ante sus acreedores para reestructurar su deuda y asegurar una reorganización sostenible. Se trata de una medida complementaria, ya que la compañía también tiene acción separada ante un tribunal británico.
Dado que Virgin Atlantic es una línea aérea no estadounidense, la acción judicial considera al Capítulo 15 de la misma Ley de Quiebras. El Capítulo 15 es una nueva forma de protección judicial establecida por los Estados Unidos en 2005 para todas aquellas empresas que operan fuera de los Estados Unidos y operan en múltiples países. Funciona en forma similar al Capítulo 11 con una Corte que revisa y reestructura la deuda para evitar la liquidación de la empresa.
Virgin Atlantic señala que la presentación ante la Corte en los Estados Unidos no afecta a la reestructuración a cargo de un tribunal en el Reino Unido. Dicha protección se orienta para asegurar la aprobación de todos los sectores relevantes y que cuenta con el apoyo de la mayoría de los acreedores. La línea aérea tiene una votación clave el próximo 25 de agosto.
Como todas las líneas aéreas, Virgin Atlantic solicita ayudas financieras al Gobierno británico ante la falta de liquidez, la mantención de los costos y por las restricciones impuestas unilateralmente por las autoridades que limitan una normal operación. Sin embargo, no obtiene una respuesta satisfactoria por asuntos de tributación de su fundador Richard Branson dado que vive en un territorio libre de impuestos como las Islas Vírgenes Británicas. Por lo anterior, busca una capitalización adicional que le permita asegurar su continuidad eliminando la necesidad del apoyo gubernamental.
Virgin Atlantic está participada por en un 51% por Virgin Group de propiedad de Branson y un 49% por Delta Air Lines. Con una proyección optimista, espera que su reorganización bajo el Capítulo 15 dure aproximadamente 18 meses. Sin embargo, distintos analistas financieros como de la industria aérea consideran que el proceso no será sencillo por estar sujeto a dos mecanismos de protección que reducirá la capacidad de gestión por parte de la administración de la línea aérea y por posibles afecciones que tenga el grupo controlador a cargo de Branson.
Según cita Reuters (05/08/2020), Delta apoya el plan de reestructuración y compromete su ayuda a Virgin Atlantic en la medida que la normativa lo permita con el fin de mantener la posición de liderazgo en el mercado. Pese a la explícita muestra de apoyo, para la firma estadounidense la inclusión de una nueva compañía en la que participa bajo medidas de protección judicial no es una buena noticia, aunque la considera como necesaria ante la falta de ayudas de parte de los Gobiernos.
Actualmente, Delta tiene a LATAM y Aeroméxico acogidas al Capítulo 11. Al comunicar sus resultados financieros para el segundo trimestre, declara una devaluación de US$1,1 mil millones en su inversión en LATAM Airlines Group y de US$770 millones en Aeroméxico debido a las pérdidas financieras de estas compañías y las respectivas solicitudes de protección judicial.
Virgin Atlantic reanuda sus vuelos el pasado 20 de julio. En mayo, la compañía desvincula a más de 3.000 trabajadores lo que representa un tercio de su flota laboral, cierra sus operaciones en el aeropuerto de Gatwick de Londres, y retira todos sus aviones de cuatro motores (Airbus A340-600 y Boeing 747-400), además de suspender todos sus planes de expansión, incluyendo la ruta a Sao Paulo (GRU) prevista para octubre de este año.
Fotografía portada - Virgin Atlantic