En medio de un incremento en los niveles de violencia en la zona, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) informa de un ataque incendiario a una de sus instalaciones la noche del miércoles 29 de julio por parte de grupos de desconocidos. Se trata de un ataque de relevancia que pese a no reportar afecciones significativas si representa una amenaza seria a la seguridad de la zona como de las operaciones aéreas.
De acuerdo con lo informado por DGAC, el ataque se produce aproximadamente a las 23:30 horas y afecta a las instalaciones de apoyo del radar secundario que ayuda a la navegación aérea en la Región de La Araucanía. Dicho radar se encuentra en el cerro Araucarias en la localidad de Carahue en la zona occidental de la Región, cercano a Nueva Imperial.
La autoridad aeronáutica destaca que gracias a la arquitectura del sistema de ayudas a la navegación aérea que tiene Chile que, entre otras cosas, considera una cobertura completa de radar del espacio aéreo, el hecho no compromete ni arriesga la seguridad de las operaciones aéreas en la región. Sin embargo, la gravedad del hecho no quita que el riesgo de amenaza latente se mantenga, especialmente con el recrudecimiento de la violencia política que se registra en la zona. En un comunicado, agrega que todos los antecedentes de este atentado han sido entregados y denunciados al Ministerio Público para su debida investigación.
No es la primera vez que la aviación sufre las consecuencias de la violencia política en la zona de La Araucanía. En varias oportunidades, helicópteros y aviones que operan en el territorio han reportado distintos niveles de incidentes que en algunos casos han representado la pérdida total de la aeronave. Si bien las operaciones aéreas comerciales hasta el momento no registran compromisos significativos, algunos episodios si generan preocupación.
En 2014, comunidades mapuches de las cercanías del aeródromo de La Araucanía que atiende a la ciudad de Temuco y sus alrededores, han protestado por la presencia de la infraestructura en esos territorios con acción que llegan comprometer su seguridad. La más significativa ocurre en julio de ese año cuando un grupo de 20 personas ingresa al recinto aeronáutico dañando luces de pista y efectúa rayados en el edificio terminal lo que obliga a retrasar la puesta en servicio del aeródromo.
Con el fin de asegurar un ambiente armónico en la zona y reducir cualquier tipo de amenaza a la seguridad operacional en el aeródromo de La Araucanía, en diciembre 2014, el Gobierno de Chile a través de la Gobernación de Cautín, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y DGAC, obliga a las líneas aéreas a modificar sus procedimientos de aproximación y salida al aeródromo durante los días 19 y 20 de diciembre por la realización de una ceremonia mapuche en el sector norte del recinto aeronáutico, sólo si existen condiciones normales. Los procedimientos obligan a desviar los vuelos 10 kilómetros desde el lugar de la ceremonia al oeste y otros 10 kilómetros hacia el Este, para no afectar a la comunidad.
En paralelo al ataque y como muestras de la violencia en la zona, se reportan quemas de camiones forestales, instalación de barricadas en distintas rutas, asaltos a los conductores e incendio de vehículos particulares. También se reportan quemas de maquinaria de empresas contratistas, ataques armados a fundos, incendios de escuelas y agresión con armas de fuego contra Carabineros. Distintas comunidades locales esperan una acción más efectiva de parte del Gobierno de Chile que hasta la fecha no ha podido dar control a la situación.
Fotografía portada - Simón Blaise