Siguiendo el pronóstico de sus competidoras, United Airlines proyecta que el escenario adverso continuará en los próximos meses para el tráfico de pasajeros, independiente de que las líneas aéreas continuarán agregando capacidad. La línea aérea con sede en Chicago, indica que la única fórmula para que la demanda se recupere es la aparición de una vacuna y que la distribución de esta sea masiva.
“Seguimos creyendo que una recuperación completa de la demanda depende de terapias efectivas y una vacuna”, dice Scott Kirby, CEO de United, al momento de comunicar los resultados del segundo trimestre 2020 (2Q2020). En sus comentarios, indica que la demanda continuará subiendo gradualmente, pero se estancará en la mitad de los niveles de 2019 hasta que no se distribuya una vacuna de manera amplia en la población. Sin embargo, no está en condiciones de predecir el tiempo que tomará ese proceso, pero asegura que una fuerte recuperación no ocurrirá hasta fines de 2021.
Con las esperanzas en las vacunas actualmente en desarrollo por distintos países, Kirby dice que es temprano para anticipar la recuperación dado que las vacunas deben ser probadas a nivel masivo y distribuidas a todo el mundo. “Tomará más tiempo de lo que piensan algunos”, agrega.
United informa que en el 2Q2020 obtiene los peores resultados financieros en sus 94 años de historia. La compañía registra una perdida neta de US$1,6 mil millones y una pérdida neta ajustada de US$2,6 mil millones. Los ingresos operacionales totales caen un 87,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que la capacidad, medida en asiento por milla recorrida, se reduce a 87,8% en comparación con el 2Q2019.
La liquidez total al cierre del negocio el lunes 20 de julio de 2020 es de aproximadamente US$15,2 mil millones. Para el 3Q2020, United espera que la liquidez mejore a los US$18 mil millones en los próximos tres meses como consecuencia de la recuperación gradual de la actividad.
United dice que está trabajando mejor que sus competidoras (American Airlines y Delta) en ajustar la capacidad de acuerdo con la recuperación de la demanda. Con menos vuelos, espera operar mejor frente a las limitantes inmediatas que se presentan entre las que están los rebrotes de COVID-19 en distintas partes del mundo y la mantención de restricciones de viaje por parte de los Gobiernos. La línea aérea es una de las que escribe a los Gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea para levantar las restricciones a cambio de colocar controles preventivos armonizados.
Para el 3Q2020, United considera incrementar la oferta (ASM) al 35% respecto a los niveles de 2019 pero advierte que puede realizar más recortes si la demanda sigue deteriorada. Su estrategia busca hacer más con lo poco que el mercado puede ofrecer mientras enfrenta la mayor crisis financiera y operacional de toda la historia.
Como consecuencia, Scott Kirby dice que United se volverá una compañía más pequeña cuando se terminen las ayudas de la Ley CARES entregada por el Gobierno de Estados Unidos a las líneas aéreas, aeropuertos y proveedores de la industria para compensar desde el inicio de la crisis la drástica caída de la demanda y los ingresos. Las ayudas se terminan en octubre. La línea aérea de Chicago ya notifica a 36.000 empleados la posibilidad de requerir más licencias, mientras 6.000 empleos indican su salida voluntaria.
Por el momento, United no tiene considerado retirar aviones en comparación con American y Delta que han desprogramado gran cantidad de aparatos y flotas. Lo anterior, no implica que no lo hará, pero prefiere retrasar la decisión dependiendo de la evolución de la crisis. Entre los aviones que podría retirar de manera inmediata están los Boeing 757-200/-300.
Fotografía portada - United