Como parte de asegurar una recuperación de la demanda y normalidad del transporte aéreo, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Ecuador autoriza a las líneas aéreas nacionales de ese país a incrementar sus operaciones en un 50% de los niveles de oferta ofrecidos hasta antes de la crisis. La medida representa un avance importante considerando que desde la reanudación de vuelos domésticos el 1º de junio sólo se opera al 30% respecto a lo ofrecido en 2019.
La autorización para aumentar capacidad forma parte de la implementación exitosa de medidas sanitarias preventivas y de la cooperación que el Gobierno de Ecuador mantiene con los aeropuertos y las líneas aéreas. Cabe recordar que el país, es el primero de Sudamérica en reanudar vuelos entre aquellos que producto de las restricciones de movilidad decretan la suspensión del transporte aéreo.
“Este es el resultado de la exitosa aplicación de las medidas de protección sanitaria y protocolos de seguridad que se aplican en los aeropuertos del país y en particular en el aeropuerto de Quito”, comenta Allan Padilla, director de Operaciones de Quiport, sociedad concesionaria que administra el terminal aéreo Mariscal Sucre de la capital ecuatoriana. “Hemos venido trabajando muy duro con las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el Municipio de Quito, la Dirección General de Aviación Civil y las aerolíneas para que el COE Nacional haya tomado esta resolución”.
Desde el aeropuerto manifiestan que pese a las medidas sanitarias, se registra una recuperación de la demanda lo que impulsa a las líneas aéreas a colocar más capacidad en las distintas rutas que operan. El marco regulatorio más que obligar un aumento entrega la flexibilidad para la recuperación de las operaciones según lo estimen convenientes.
Ecuador busca avanzar hacia la normalidad de la aviación. Su Gobierno rescata el valor de la aviación como herramienta para impulsar la necesaria reactivación de la economía y volver a generar empleo en cada punto del país. “Tenemos que avanzar hacia la recuperación del transporte aéreo, que es uno de los pilares en los que se asienta el desarrollo económico de la ciudad y del país. Una red de conectividad robusta nos permitirá aportar a la recuperación de los negocios y el turismo”, dice Padilla.
Con el fin de que la aviación y el turismo cumpla su rol catalizador de la economía, la industria aérea está trabajando con el Gobierno con el fin de establecer una medida que sustituya la cuarentena a todos los pasajeros que llegan al país. Si se busca reactivar el turismo, Ecuador reconoce que no puede imponer barreras como una cuarentena obligatoria a quienes arriben al país dado que ninguna persona está dispuesta a gastar en un viaje sólo para estar confinado. Las cuarentenas no sólo restringen la recuperación del turismo, sino que también impide la recuperación de los viajes corporativos. Para mantener la seguridad sanitaria, se busca aplicar la exigencia de una prueba PCR a todos quienes llegan al país.
A nivel doméstico, los Ministerios de Transportes y Obras Públicas y Salud, más la industria aérea, acuerdan que para viajar por avión entre Quito y Guayaquil los pasajeros deben presentar una prueba PCR para COVID-19 negativa. La exigencia rige esta el 31 de agosto tras una nueva prórroga.
Según la autoridad, pueden viajar todos aquellos pasajeros con test PCR negativo realizados con hasta 72 horas antes del embarque. Si un pasajero no realiza el examen, debe someterse a pruebas rápidas habilitadas en los laboratorios autorizados y en los aeropuertos con anticipación a una hora del vuelo. Si da positivo no podrá embarcar, para lo cual el usuario puede hacer uso de la flexibilidad que entregan las líneas aéreas.
La recomendación a los pasajeros es un llamado al autocuidado, a la organización del viaje y llegar con tiempo suficiente a los aeropuertos para minimizar cualquier imprevisto. En un trabajo colaborativo, las concesionarias de los terminales aéreos de Quito y Guayaquil realizan la coordinación de los controles y las pruebas PCR en conjunto con las autoridades.
La reanudación del transporte aéreo en Ecuador destaca por ser el resultado de una exitosa cooperación entre la industria aérea y las autoridades políticas. Con un trabajo coordinado desde el Gobierno hasta el municipal, el país establece estándares para reducir las posibilidades de contagio al mismo tiempo que reactiva la economía.
Ecuador es un país que no quiere desechar el trabajo conseguido por años para garantizar un alto nivel de aeropuertos y de conectividad del país con líneas aéreas privadas que brindan servicio confiable a todos los usuarios, además de más operadores internacionales que aportan más turistas al país. Para el Gobierno, no hay contradicción entre reactivar la economía y brindar seguridad sanitaria a las personas, especialmente cuando una industria como la aviación ofrece protocolos estandarizados con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según datos de la industria, la aviación aporta directamente US$409 millones al Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador, generando 12.000 empleos directos y más de 207.000 indirectos. Con una reactivación gradual, el país quiere reducir el riesgo de pérdida de puestos de trabajos en el sector.
Fotografía portada – Quiport