Como consecuencia directa de la crisis que impone el COVID-19 a la industria aérea mundial, incluyendo las restricciones a los viajes impuestas unilateralmente por los Gobiernos, Emirates anuncia que no regresará a Santiago. Como parte de las medidas de ajuste adoptadas por la línea aérea de Dubái, Santiago de Chile junto con Adelaida son parte de los destinos que no se volverán a abrir en forma inmediata durante la primera fase de recuperación.
“Santiago de Chile, es una de las tantas ciudades donde las operaciones de Emirates permanecen suspendidas debido a restricciones de viaje o de vuelo relacionadas con la pandemia COVID-19. Emirates sigue comprometido con Chile y esperamos reiniciar nuestras operaciones en Santiago cuando sea comercial y operacionalmente factible hacerlo. Haremos un anuncio formal si hay algún avance en este sentido”, declaran desde Dubái al ser consultados por Aero-Naves.
En Emirates reconocen que el escenario actual es altamente incierto por una recuperación más lenta de la demanda, especialmente en los vuelos internacionales de ultra larga distancia. En ese sentido, el contexto global obliga a adoptar medidas de fuerza mayor con el fin de disminuir los gastos a fin de asegurar la liquidez de la compañía afectando destinos con mayor sensibilidad o que implican una operación con escalas. De esta manera, el último vuelo de Emirates a Santiago de Chile se efectúa en marzo, cuando gran parte de las operaciones se detienen como consecuencia de la drástica caída de la demanda y las restricciones gubernamentales.
Si bien Emirates manifiesta su disposición a reanudar los servicios a Santiago a partir del 01 de septiembre con los mismos niveles de capacidad, el deterioro del escenario local y global más las proyecciones menos favorables para los meses más inmediatos dificultan el camino para asegurar una operación con un aporte suficientes al modelo de negocios. En ese momento, la compañía advierte que podrían existir cambios, aunque en esa ocasión se menciona sólo la posibilidad de un retraso en la fecha de retorno.
“La situación se mantiene dinámica y esos vuelos podrían estar sujetos a cambio. Proporcionaremos ayudas a nuestros clientes con la mayor antelación posible en el caso de existir algún cambio”, informan en abril desde Dubái.
Con la salida de Emirates del mercado aéreo chileno, Santiago pierde el que quizás es el enlace aéreo más importante logrado en los últimos años, por el primer enlace directo con el Medio Oriente. El aterrizaje de la compañía es el resultado de un esfuerzo mancomunado entre la expansión de la línea aérea, la promoción aeroportuaria y la acción proactiva coordinada con las autoridades de Chile y los Emiratos Árabes Unidos. En ese contexto, la concesionaria Nuevo Pudahuel que administra el aeropuerto de Santiago, tiene un rol destacado como parte del objetivo de mejorar progresivamente la conectividad del país como parte de su modelo de negocios.
Independiente de la acción anterior, la capital chilena estaba dentro los planes de la línea aérea de Dubái desde su aterrizaje en Sudamérica en 2007 cuando inaugura la ruta a Sao Paulo (GRU). El plan de expansión considera en primer término, el desarrollo del mercado de Brasil para seguir con Argentina y posteriormente, incluir Chile.
Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), Emirates transporta 147.776 pasajeros entre julio 2018 y marzo 2019. Inicialmente, las operaciones se realizan con una frecuencia de cinco vuelos semanales en la ruta Dubái – Sao Paulo (GRU) – Santiago con equipos Boeing 777-200LR, operación que en junio 2019 es reemplazada por la ruta Dubái – Río de Janeiro (GIG) – Santiago con una reducción a tres frecuencias semanales como consecuencia de un ajuste en todas sus operaciones en Sudamérica. Sin embargo, en agosto la compañía ve oportunidades de crecimiento en el mercado chileno por el tráfico de carga y la aparición de un segmento Premium, motivos que llevan a incrementar capacidad con la colocación de manera regular del B777-300ER.
Fotografía portada - Emirates