Después de tres años de bloqueo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechaza la apelación del Reino de Bahrain, Egipto, el Reino de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, presentada contra de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a favor de Qatar en el ejercicio soberano de su espacio aéreo. Si bien la decisión no revierte el bloqueo de los países árabes contra el emirato, puede ser considerado la antesala para el fin bloqueo aeronáutico, al menos en lo que respecta al uso del espacio aéreo.
Después de un año de bloqueo, en 2018, OACI señala que posee jurisdicción para resolver el conflicto entre Qatar y los países señalados, luego de que en 2017, establecieran un bloqueo completo al país del golfo Pérsico por cielo, mar y tierra. Como consecuencia inmediata, se paralizan todos los enlaces aéreos comerciales de pasajeros y carga entre Qatar y Arabia Saudita, Bahrain, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Yemen, así como la prohibición en el ingreso y operación en estos últimos seis países de aeronaves registradas en Doha.
Según OACI, al estar limitando los servicios aéreos, los países violan parte de las libertades del aire mundial convenidas, comenzando por regular el libre paso de los aviones de pasajeros por espacio aéreo de un país extranjero. Arabia Saudita, Bahrain, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, argumentan que el organismo de aviación de Naciones Unidas no es una entidad para mediar en la disputa por lo que deciden solicitar a la CIJ que su proceder es erróneo.
Mientras los cuatro países buscaban que la Corte de La Haya dejara “nulo y sin efecto” el actuar de OACI. Ahora, Qatar espera que el fallo a su favor entregue las herramientas para restablecer la justicia conforme al derecho aeronáutico internacional y considere las acciones impuestas en su contra como ilegales. Para las autoridades qataríes el veridicto “desarma todos los argumentos” de sus contrapartes.
El bloqueo a Qatar se da en junio de 2017 y representa un quiebre diplomático en la estabilidad de los países árabes en el Medio Oriente. Si bien en un principio son seis los países que participan en la acción diplomática, los cuatro Estados contra los que falla el CIJ (Arabia Saudita, Bahrain, Egipto y Emiratos Árabes) son los que tienen mayor incidencia por su participación e importancia a nivel político y aeronáutico.
Como consecuencia, Air Arabia, Emirates, Etihad Airways, Egyptair, flydubai, Gulf Air, y Saudia, suspenden todas sus operaciones en Qatar, mientras a Qatar Airways se le impide el ingreso a Arabia Saudita, Bahrain, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Yemen, privándola de importantes mercados que le proporcionan tráfico a su hub en Doha.
Qatar Airways es la aerolínea más afectada por el bloqueo tanto por la cantidad de destinos que opera como por el movimiento diario de pasajeros que circula a través del hub de Doha, sean o no nacionales de los países afectados. Al momento de instalarse el bloqueo, mantenía un destino en Bahrain (Manama), tres en Egipto (Alejandría, El Cairo y Luxor), cuatro en los Emiratos Árabes Unidos (Abu Dhabi, Dubái, Ras Al Khaimah y Sharjah) y diez en el Reino de Arabia Saudita (Abha, Damman, Gassim, Hofuf, Jeddah, Medina, Riyadh, Taif, Tabuk, Yanbu).
Por el cierre de los espacios aéreos, el bloqueo contra Qatar posee un impacto directo en las operaciones de vuelo en aeronaves de países en conflicto, ya que cualquier avión que llega o sale de Doha debe pasar por espacios aéreos por los cielos cerrados de sus vecinos. Bahrain presta servicios de tránsito aéreo superior en el espacio qatarí. Por consiguiente desde junio de 2017, todos los vuelos de Qatar Airways o realizados en aeronaves con registro qatarí (A7-) deben efectuar desvíos hacia Irán o Iraq para evitar los espacios aéreos de Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos, generando un aumento de costos en cada operación.
En la presentación de distintos resultados financieros, Qatar Airways argumenta el daño que impone la restricción al privar a la línea aérea no sólo de un libre tránsito aéreo, sino que también de la posibilidad de acceder a mercados que lo son significativo, lo que puede constituir como una especie de competencia desleal con el resto de sus pares. El bloqueo también impide a la línea aérea de Doha materializar una filial en Arabia Saudita y suspender planes de expansión a nivel global como hacia Sudamérica por la mayor utilización de las aeronaves.
Factor Trump
El quiebre diplomático y bloqueo surge tras la visita de Donald Trump en 2017 a Arabia Saudita y el resto de los países cuando acusa a Qatar de supuestos apoyos a organizaciones terroristas y estar aliada con Irán, país que pese a la moderación de su Gobierno actual en comparación el anterior, sigue siendo calificado por el Presidente de Estados Unidos como un “enemigo al cual hay que derrotar”.
Irán es rival histórico de Arabia Saudita tanto en lo religioso -por las dos corrientes del islam- como en lo político, y Qatar es uno de sus principales socios. Por esa relación, Estados Unidos considera que el emirato tiene un “rol particular” para reconfigurar las relaciones árabes-estadounidenses. En esa misma línea, Egipto utiliza los vínculos de Qatar con los “Hermanos Musulmanes” (partido del ex Presidente Mursi) para justificar su decisión y unirse al bloqueo. Por su liderazgo político y cultural en el mundo árabe, la presencia egipcia da sustento a la acción político-diplomática contra Qatar.
Fotografía portada - Hamad International Airport