Considerando las nuevas exigencias establecidas por las autoridades en lo que respecta a intensificación de medidas de higiene, limpieza y sanidad, los aeropuertos del mundo alzan la voz ante los Gobiernos para que sean estos los que asuman los costos que suponen las inversiones en temas de salud pública. Respaldados por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), los terminales aéreos argumentan que se trata de un escenario impuesto, sin previo aviso y ajeno a la actividad que les compete, por lo que urge un enfoque colaborativo que no perjudique el desarrollo de la industria aérea.
En una declaración, ACI indica que la pandemia del COVID-19 en la industria aérea y en las economías del mundo está generando pérdidas multimillonarias debido a la paralización del transporte aéreo y la reducción del movimiento de carga. Lo anterior, implica la pérdida significativa de ingresos por la ausencia de personas y por la obligatoriedad de cerrar todos aquellos servicios no esenciales imposibilitando una adecuada recaudación para cumplir con las respectivas obligaciones.
Los aeropuertos declaran que la seguridad y la salud de los pasajeros como del personal que desempeña funciones al interior de las terminales son su principal prioridad. Con el fin de propiciar un retorno seguro a medida que la aviación se comienza a recuperar con el levantamiento de las restricciones, adhieren a los planteamientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a través del Grupo de Trabajo de Recuperación de la Aviación (CART) para abordar una orientación con enfoque global, de manera segura y sostenible. En ese sentido, la guía “Take Off” (“Despegue”) describe que hay nuevas medidas para la salud que están siendo introducidas, las cuales requieren inversiones adicionales.
ACI cree que dichas acciones y las nuevas responsabilidades que se imponen desde los Gobiernos como respuesta preventiva y reactiva al COVID-19, deben ser abordadas en el debate político al interior e los países. La intención es evaluar aspectos prácticos en la implementación de soluciones que los Estados acuerdan en OACI desde una perspectiva consensuada. En su propuesta, argumentan que el Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) exige que los Gobiernos paguen los costos de las medidas sanitarias.
“Los Gobiernos están considerando muchas nuevas medidas de salud para su implantación en los aeropuertos”, comenta Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI. En su opinión, la industria del transporte aéreo como de los aeropuertos, está inmersa en una serie de complejidades para reiniciar operaciones que requieren un enfoque colaborativo. “ACI cree que el costo de cualquier medida de salud que se requiera debe ser asumido por los Gobiernos”, señala.
Con la inclusión del concepto de seguridad sanitaria como requisito para prevenir el COVID-19 como futuras pandemias, los aeropuertos consideran que las inversiones que se realicen en ese ámbito deben estar garantizadas por el aparato público tal como lo son la infraestructura o cambios requeridos para garantizar la operación aérea.
ACI cuenta en este tema con el respaldo de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), dado que las nuevas exigencias son ajenas a los rubros que por naturaleza les compete. “La industria todavía está al borde de un precipicio financiero. Los costos adicionales de las medidas de salud exigidas por los Gobiernos deben, como recomienda OMS, ser asumidos por estos. Eso permitirá a la industria concentrar los escasos recursos en volver a conectar el mundo y potenciar la recuperación económica”, agrega Alexandre De Juniac, director general y CEO de IATA.
Desde abril a julio, el tráfico aéreo de pasajeros disminuye a niveles sin precedentes con una baja de 94,4% en comparación con el mismo periodo 2019, según datos de ACI. En los cuatro primeros meses de este año, el tráfico mundial de personas reporta una baja de 41,8% cifra porcentual que disminuirá en los meses siguientes en sintonía con la evolución de la pandemia.
Con la reducción del transporte aéreo de pasajeros, la carga aérea también se ve afectada dado que el transporte de mercancías utiliza mayoritariamente las bodegas de los aviones de pasajeros. Según cifras de ACI, la carga aérea global cae en un 22,6% en abril y un 10,8% en los cuatro primeros meses 2020, ambas cifras en comparación con niveles de los mismos periodos de 2019.
Con la caída del tráfico aéreo de pasajeros y de carga en todo el mundo, además de la profundización de la crisis en algunas regiones, los aeropuertos están solicitando ayudas a los Estados para salvaguardar las operaciones, proteger los empleos directos e indirectos generados por la industria aérea y propiciar un retorno seguro. Como las líneas aéreas, los aeropuertos son aportes al desarrollo económico y social de los países. Además, proveen infraestructura esencial para atender las emergencias naturales y todo tipo de catástrofes.
Fotografía portada – London City Airport