El avance estratégico de JetSMART hacia el mercado brasilero muestra dos realidades. Por un lado, representa una acción clara por dar cumplimiento a los anuncios de avanzar en el desarrollo de su proyecto de línea aérea de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por sus siglas en inglés) en la región. Por otro, la necesidad de explorar nuevos mercados altamente atractivos que representen retornos a la inversión.
Si bien JetSMART consigue avanzar rápidamente en Chile, mercados internacionales desde ese país e ingresar en Argentina tomando una acelerada posición de mercado, el complejo escenario en el mercado trasandino representa en la actualidad “un cierto freno” al proyecto que necesita ser compensado. La crisis económica y los factores políticos limitan el potencial que tiene el crecimiento.
Desde el comienzo, la línea aérea defiende su ingreso al mercado argentino. Pese a los riesgos que impone la crisis económica con la devaluación de la moneda local frente al dólar estadounidense y un creciente factor político bajo la actual administración, en JetSMART destacan que el ingreso en Argentina para aprovechar la “ventana histórica” que abre ese país.
“Existe un contexto, muy particular, histórico, que está pasando en Argentina desde el año pasado que vemos como una oportunidad única y es muy posible que sea irrepetible”, dice Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, al ser consultado en marzo 2019, a pocas semanas del inicio de operaciones. “Es una puerta de tiempo que quien la abra va a tener la oportunidad de tener una presencia por muchos años”.
En ese momento, las políticas liberales del gobierno de Mauricio Macri con la “revolución de los aviones” marcan un punto de inflexión favorables para el desarrollo de la aviación. El ingreso de nuevos operadores y la expansión de rutas con la más amplia conectividad internacionales de las provincias son ejemplos de esa realidad.
A lo anterior, se agrega el fin de las bandas tarifarias, especialmente el piso mínimo, que permite que todas las líneas aéreas puedan realizar distintos tipos de ofertas a los pasajeros y estimular la demanda. También, el compromiso de desarrollar infraestructura destacando El Palomar, como primer aeropuerto de bajo costo de América Latina.
Si bien la llegada de Alberto Fernández mantiene hasta el momento las políticas de la administración anterior, la problemática asociada al eventual cierre de El Palomar, el retiro de LATAM Argentina, el bloqueo comercial bajo la pandemia y el posible favorecimiento hacia la empresa estatal (Aerolíneas Argentinas), generan desconfianzas dado que la industria aérea, inversionistas y la población no olvida la situación bajo la gestión anterior del kirchnerismo. La administración actual tiene el desafío de revertir esa percepción si quiere ganar confianza hacia el futuro.
Con JetSMART mirando a Brasil, el proyecto de la filial argentina no se afecta, pero si se reduce el potencial de desarrollo de no existir cambios o dar señales de confianza y más apertura. La ULCC está decidida y necesita entrar en el mercado de Sao Paulo ya que ofrece una ubicación geográfica preferencial y múltiples ciudades que son polos de desarrollo distribuidas a lo largo del país que facilita una red integrada punto a punto y la posibilidad de extenderla hacia el resto de la región. Lo anterior, favorece también para la colocación masiva de capacidad como los Airbus A321XLR a partir de 2025 o 2026.
Excluyendo el factor político, Brasil puede opacar el desarrollo de la filial argentina relegándola a un mercado local. Un caso que recuerda y repite lo sucedido con LATAM Argentina, especialmente tras la consolidación de la fusión LAN-TAM y cuando las operaciones brasileras asumen prácticamente todo el potencial de expansión de la filial argentina. Probablemente, sin las acciones políticas en contra, dicha empresa podría haber conseguido un resultado distinto desde el ámbito operacional.
Hasta ante de la crisis del COVID-19, JetSMART opera a 10 ciudades dentro de Argentina en 19 rutas domésticas gestionadas en su mayoría desde Buenos Aires (EPA). Según datos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la participación de la línea aérea a enero 2020 es de 7,1% cifra porcentual que antes de la paralización esperaba duplicarse al asumir el tráfico y operaciones de Norwegian Air Argentina.
La operación en Argentina considera una flota de cuatro Airbus A320, todos basados y registrados en el país. La proyección pre COVID-19 considera que para este año la compañía aumente hasta seis aviones, cantidad que probablemente sea revisada en función del escenario actual y las condiciones que imponga el escenario local. Frente a esa situación, la flota actual sugiere espacios para generar eficiencias con una mayor utilización de la flota.
Pese a los factores condicionantes actuales, la presencia de JetSMART debe ser vista a largo plazo con un alto potencial de desarrollo por la reducida población que viaja en avión en comparación con la cantidad de habitantes que el país posee. Actualmente, sólo vuela la tercera parte del total de argentinos que lo puede hacer. Si se cumplen las condiciones, la operación puede crecer hasta un máximo de 35 a 40 aviones, según estimaciones de la empresa. Si no lo están, el plan de negocios considera alternativas en la región como Brasil u otros países en el cono sur como Paraguay o Uruguay desde donde se pueden realizar aportes (principalmente internacionales) a la espera de una mejor perspectiva.
Con Argentina en crisis y su demanda afectada por el COVID-19, Brasil asume el protagonismo para el siguiente movimiento de JetSMART en la región. En paralelo, continúa el crecimiento desde Chile, focalizado en el desarrollo de rutas internacionales para lo cual la compañía solicita la apertura de cielos en donde todos los países donde esperan crecer como Colombia y el Perú.
Fotografía portada – Simón Blaise