Ecuador destaca el esfuerzo político para reactivar los vuelos y apostar por la reactivación económica

Después de 90 días de suspensiones, Ecuador es el primer país de América Latina en recuperar sus operaciones aéreas. Desde el 1º de junio, cuando comienzan los vuelos internacionales y desde el día 15, cuando lo hacen las operaciones domésticas, se suma a Brasil, Chile y México como únicos países en tener vuelos de pasajeros regulares. Sus autoridades reconocen la decisión como compleja, pero sumamente necesaria para permitir que el país salga adelante.

“Tenemos que entender que esta crisis está de larga duración y que la forma de poner enfrentarla es tomar precauciones y decisiones, como la reactivación de vuelos internacionales y nacionales”, dice José Martínez, ministro de Transportes y Obras Públicas de Ecuador, al comentar la experiencia del país en un webinar “Volviendo a despegar en Ecuador”, organizado por la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).

En su opinión, trabajar con fechas claras permite al país trabajar de manera coordinada con todos los actores involucrados en la toma de decisiones como es el caso el Gobierno, los municipios, los aeropuertos y las líneas aéreas. De manera horizontal, el país logra establecer estándares sobre ciertas premisas: reducir las posibilidades de contagio, garantizar la precaución, reducir las ansiedades de la población y dar un mensaje de reactivación económica.

En palabras del ministro, se trata de un esfuerzo político realizado para dar un mensaje y señal clara a la ciudadanía de avanzar hacia una recuperación sin descuidar los avances conseguidos anteriormente. “Después del gran esfuerzo que ha hecho el Ecuador para mejorar su conectividad dentro del país, de poder llegar a casi todos los aeropuertos con líneas aéreas privadas, era muy complejo que esta situación se complique aún más y perder nuevamente esta conectividad”, señala reconociendo el duro golpe que la crisis del COVID-19 impone a la aviación.

Para Martínez y el Gobierno del Ecuador no hay contradicción entre reactivar la economía y brindar seguridad sanitaria a los pasajeros. Tomando algunas recomendaciones de la industria aérea -mismas que están armonizadas con las emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- la autoridad destaca el control de preventivo como un mecanismo eficaz para brindar la tranquilidad a los pasajeros como a la ciudadanía de que viajar es y seguirá siendo seguro. “Políticamente había una conciencia de reactivar la economía, pero un miedo y una preocupación por los contagios”.

Los protocolos adoptados consideran la exigencia de pruebas COVID-19, controles de temperatura al ingreso de los aeropuertos, distancia física en su interior, controles previos al embarque y uso de mascarillas a bordo de los aviones. Las líneas aéreas, por su parte, intensifican los procedimientos de limpieza en las aeronaves.

“Este control, es eficiente, puede ser perfectible, pero nos ha permitido lograr reactivar un objetivo clarísimo que es reactivar el sector de las líneas aéreas”, explica la autoridad. “Todavía vemos un gran reto, cuando tenemos ciudades como Quito que tienen un incremento en el número de contagios. Para eso necesitamos seguir trabajando con aeropuertos y aerolíneas para no dar marcha atrás”.

En su exposición ante la audiencia, Martínez pone relevancia avanzar en una reactivación coordinada y consensuada con todos los actores, siempre sobre la base de establecer objetivos que pueden ser viables y fácilmente alcanzables. “No sirve de nada poner requisitos inalcanzables que nadie iba a cumplir y con ello desalentar la reactivación de las líneas aéreas”.

Defendiendo la gestión política, no hay mención respecto al levantamiento inmediato de la imposición de cuarentenas a los pasajeros internacionales. Sin embargo, indica la disposición del Gobierno para revisar las medidas en el futuro dependiendo de la situación.

Uno de los mensajes que se busca transmitir es que la gente entienda que volar no representa riesgos de contagio mientras existan los controles. “Los sectores de la economía deben reactivarse para garantizar empleos conservando la salud, pero hacerlo con claridad de que esto no se va a ir de un día para el otro y tampoco podemos quedarnos encerrados”, sentencia el ministro.

Como en todos los países, la aviación es un instrumento catalizador de la economía de Ecuador. Aporta directamente US$409 millones al Producto Interno Bruto (PIB), generando 12.000 empleos directos y más de 207.000 de manera indirecta. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la crisis del COVID-19 impacta hasta en US$1.820 millones de contribución al PIB amenazando 7.400 puestos de trabajo directos en la industria aérea y hasta 11.400 en distintas industrias.

“Felicitamos a Ecuador su decisión de reabrir con los protocolos. Estamos hablando de empleos y conectividad”, comenta José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA.

Fotografía portada – Cristian Ramos

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