Aeroméxico se convierte en la tercera línea aérea latinoamericana en acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras

Como medida de protección voluntaria, Aeroméxico se convierte en la tercera línea aérea latinoamericana en acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebra de los Estados Unidos después de Avianca Holdings S.A. y LATAM Airlines Group. La acción preventiva confirma una serie de rumores surgidos al respecto durante los últimos días, mismos desmentidos por la propia empresa.

Informando a la Bolsa Mexicana de Valores, la línea aérea indica que aprovechará el proceso de Capítulo 11 para proteger y salvaguardar sus operaciones y activos, además de implementar los ajustes operativos necesarios para atender el impacto que impone la pandemia del COVID-19.

“Con el proceso de reestructura del Capítulo 11 fortaleceremos nuestra posición financiera e incrementaremos nuestra liquidez, creando al mismo tiempo una plataforma sustentable que nos permita transitar con éxito la actual incertidumbre económica global”, señala Andrés Conesa, CEO de Grupo Aeroméxico.

Bajo el mecanismo legal, la compañía asegura que continuará con sus operaciones, contratando bienes y servicios requeridos para tales fines, además de iniciar conversaciones para obtener un nuevo financiamiento conocido como DIP (Debtor In Possesion). El objetivo es proporcionar la liquidez que se necesita para cumplir con las obligaciones actuales y futuras de manera ordenada.

“Nuestra industria enfrenta desafíos sin precedentes derivado de una significativa reducción en la demanda de pasajeros”, puntualiza el CEO de Aeroméxico. Al comentar la decisión, indica que todo el grupo está comprometido a adoptar las medidas necesarias para operar de manera continua y eficiente para la nueva realidad.

Con el fin de dar garantías a los usuarios y proveedores de que el proceso bajo Capítulo 11 no representará afecciones, Aeroméxico indica que para julio se mantiene la programación con un incremento de vuelos en el mercado doméstico y un aumento significativo de las operaciones internacionales en comparación a junio. Además, manifiesta que continuará incremento vuelos dependiendo de las regulaciones de cada país y la evolución de la demanda de pasajeros.

En ese sentido, la compañía indica que mantendrá la vigencia de los boletos, reservas, vouchers electrónicos y puntos del programa de lealtad Club Premier, según sus términos y condiciones actuales. También se garantizan las concesiones, responsabilidades diarias y contratos con los trabajadores y proveedores, todos quienes seguirán recibiendo sus pagos. Aeroméxico asegura que busca seguir contratando bienes y servicios, además de mantener todos sus acuerdos comerciales, incluyendo el de negocio conjunto (JBA) que posee con Delta Air Lines.

Grupo Aeroméxico llega a la crisis COVID-19 con las consecuencias de la paralización de los Boeing 737 MAX afectándola con pérdidas. Pese a mantener vuelos domésticos y algunos internacionales, en marzo reporta una caída de 41% en el tráfico de pasajeros (RPK) que se profundiza en abril y mayo con descensos significativos de 91% y 92%, respectivamente.

El deterioro de las operaciones y su dependencia del tráfico internacional colocan a la línea aérea en un mayor grado de vulnerabilidad en comparación con otras compañías mexicanas como Volaris que, en el último tiempo reporta un aumento en la cantidad de pasajeros transportados. Recientemente, Grupo Aeroméxico obtiene un financiamiento por parte de AIMIA, operadora de Club Premier, lo que supone la inyección de US$100 millones que han sido fundamentales para mantener la operación. Asimismo, en mayo indica que colocará US$17 millones en deuda.

La decisión de Avianca, LATAM y Aeroméxico de acogerse al Capítulo 11 refleja el duro impacto que la crisis está teniendo en las líneas aéreas de América Latina, escenario que no representa una evolución positiva a medida que los Gobiernos extienden las medidas de confinamiento sin registrar avances en el combate contra la pandemia del COVID-19. La situación también parece volverse más compleja si se considera la situación de líneas aéreas brasileras como Azul y GOL que buscan mejorar su situación financiera de manera interna mediante negociaciones con sus distintos proveedores.

Con pocos Gobiernos entregando ayudas financieras a la industria aérea, los países de América Latina ven en riesgo la continuidad de varias compañías. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) el futuro bajo condiciones actuales es altamente adverso que coloca a muchas líneas aéreas frente a tres alternativas: solicitar ayudas estatales, acogerse a medidas de protección como el Capítulo 11 o cerrar. TAME en Ecuador, Flyest, ONE Airlines son las líneas aéreas que han dejado de funcionar, grupo al que también se puede considerar las filiales de Avianca en el Perú y LATAM en Argentina.

Fotografía portada – Alfredo Vera

Destacados

Noticias Relacionadas