Reconociendo la gravedad de la crisis económica impuesta por la pandemia del COVID-19, KLM y Lufthansa Group aprueban las propuestas de ayuda ofrecidas por los respectivos Gobiernos. Con una alta votación por los accionistas, las líneas aéreas reconocen que es el único camino viable para asegurar el futuro, especialmente ante un escenario altamente incierto.
“El paquete de financiamiento es necesario para asegurar el largo y difícil camino de recuperación en el próximo período”, dice Pieter Elbers, CEO de KLM. Al comentar la aprobación de su junta directiva, reconoce que la pandemia del COVID-19 coloca a la compañía que dirige en una “crisis sin precedentes”.
Algo similar ocurre en Alemania. Pese a manifestar inicialmente una opinión contraria, Carsten Spohr, CEO de Lufthansa Group, señala que la decisión adoptada por los accionistas “provee a Lufthansa una perspectiva para un futuro exitoso”.
En el caso de KLM, las ayudas consideran una línea de crédito garantizada por el Estado de €2.400 millones con vencimiento a cinco años, monto financiado por 11 bancos de los cuales tres son holandeses y ocho bancos extranjeros. Además, un préstamo estatal directo por €1.000 millones con vencimiento de 5,5 años, subordinado a una línea de crédito renovable.
Tras ser aprobado, KLM señala que realizará un giro por €665 millones de la nueva línea de crédito para reembolsar y cancelar la línea de crédito renovable existente, además de retirar un monto por €227 millones del préstamo directo del Estado.
Para garantizar un correcto uso de los recursos públicos, el Gobierno de los Países Bajos coloca como condiciones que la empresa no podrá pagar dividendos ni otorgar bonificaciones por la duración de la asistencia financiera, que el personal tendrá que aceptar recortes salariales, especialmente quienes reciben mayores ingresos, y se deben hacer contribuciones en términos de sostenibilidad y reducción de ruidos.
“KLM elaborará un plan de reestructuración que cumpla con estas condiciones y determinará el camino para la recuperación posterior a COVID-19. El plan también tiene como objetivo revisar las actividades actuales de KLM y adaptarlas a la realidad económica”, señala la línea aérea holandesa.
En Lufthansa Group, el 98% de los accionistas votan a favor del rescate que prevé medidas de estabilización y préstamos de hasta €9 mil millones aportados por el Fondo de Estabilización Económica (WSF, por sus siglas en alemán) de la República Federal Alemana. Se acepta la participación estatal de un 20% de la propiedad de Lufthansa Group a través de un aumento de capital, el cual también recibe un visto bueno por parte de la junta directiva. Con la aprobación de dos derechos de conservación para salvaguardar al Gobierno en caso de una toma de control de la compañía y asegurar los pagos de intereses por la contribución de capital que pueden transformarse en un 5% adicional de participación.
Con las ayudas aprobadas, ambas líneas aéreas se comprometen a reestablecer sus operaciones lo más rápido posible dependiendo de las condiciones y restricciones imperantes. A pesar de algunas diferencias iniciales (especialmente en la firma alemana), tanto KLM como Lufthansa Group ven esta nueva etapa como una oportunidad para trabajar más en conjunto hacia el futuro en distintos temas, siendo uno de ellos la cuestión de sostenibilidad y responsabilidad social.
“En Lufthansa somos conscientes de nuestra responsabilidad de devolver a los contribuyentes los €9 mil millones lo antes posible”, puntualiza Spohr. El directivo agradece al Gobierno Federal de Alemania, así como el de Austria y del resto de los países que reconocen la importancia que tiene el transporte aéreo para la actividad económica y desarrollo social de los países.
Algo similar se da en Ámsterdam. “Este es un paso muy importante y expreso mi gratitud en nombre de todos los colegas de KLM, al Estado holandés y a los bancos por su confianza en nuestra organización y nuestro futuro”, señala Elbers.
Lufthansa, Swiss y Austrian consideran para las próximas semanas ampliar sus operaciones. Esto incluye la reanudación de la conectividad en el 90% de todos los destinos de corto alcance y el 70% de los destinos de larga distancia para septiembre.
KLM prevé para julio 5.000 vuelos dentro de Europa, cifra que aumenta a 11.000 para agosto. En las rutas intercontinentales, se prevé un aumento de 1.900 operaciones de julio a 2.100 en agosto. Dependiendo del levantamiento de las restricciones de viaje en todo el mundo, KLM puede aumentar el número de vuelos en rutas intercontinentales, así como la recuperación de más destinos. Actualmente, la mayoría de los vuelos intercontinentales están dedicados al transporte de carga.
Con la imposición de cuarentenas dentro y fuera de la Unión Europea, el escenario más inmediato todavía es adverso para la recuperación de las operaciones de larga distancia, especialmente luego de que se conocen intenciones de establecer listas negras a ciudadanos de países con alto grado de contagio por COVID-19 y los rebrotes en distintas partes del mundo. Ante esta situación, ambas compañías -como otras en el Viejo Continente- enfocan la primera etapa de recuperación en la red de corto y medio de alcance aprovechando la temporada de verano con el fin de incrementar los ingresos.