Bajo los pilares de lograr un tamaño adecuado de la empresa, reestructuración y recapitalización, Qantas Group establece su guía de recuperación a un plazo de tres años, en los cuales desarrollará una muy baja actividad. El plan de acción busca reducir costos por A$15 mil millones, además de conseguir una capitalización de A$1 mil millones para reimpulsar el negocio.
El objetivo es transformar a Qantas y Jetstar en compañías aéreas más sólidas que brinde continuidad, rentabilidad y valor para los accionistas a largo plazo, además de sustentar la mayor cantidad de empleos posibles. Para tal propósito, considera reducir el tamaño de la empresa lo que incluye la reducción de la cantidad de trabajadores y reducir la capacidad acorde a las condiciones de la demanda. En segundo término, reestructurar la empresa con medidas de ahorros y mayores eficiencias en todas las operaciones del holding. Finalmente, recaudar capital para fortalecer la capacidad financiera y aprovechar las oportunidades de mercado.
“Qantas Group entra en esta crisis en una mejor posición que la mayoría de las aerolíneas. Tenemos algunas de las mejores perspectivas de recuperación, especialmente en el mercado interno, pero pasarán años antes de que los vuelos internacionales vuelvan a ser lo que eran”, dice Alan Joyce, CEO de la compañía.
Como consecuencia, Qantas Group continuará con el retiro voluntario de 15.000 empleados, especialmente en las áreas del negocio internacional, al menos hasta que las operaciones regresen. Adicionalmente, desvinculan a 6.000 trabajadores de Qantas y Jetstar. El holding posee alrededor de 29.000 trabajadores de los cuales se espera que al menos 8.000 personas acogidas a retiros voluntarios vuelvan a sus puestos en julio. Las principales pérdidas de puestos estarán en el área de operaciones de aeropuerto y servicios de handling, tripulantes de cabina y áreas corporativas.
En términos de flota, se detienen 100 aviones por un periodo promedio de 12 meses, aunque la compañía advierte que algunos podrían estar en tierra "más allá de ese tiempo". La paralización de la flota afecta principalmente a los vuelos internacionales de larga distancia, considerando que estos servicios no volverán al menos hasta el 24 de octubre debido al cierre de las fronteras de Australia.
Aunque oficialmente se retiran en marzo, Qantas confirma que los seis Boeing 747-400ER no vuelven al servicio, mientras que para la flota Airbus A380 todavía visualiza oportunidades para seguir operando en los próximos años. Respecto, a la llegada de nuevos equipos se aplazan todas las entregas por A321neo y B787-9, lo que demorará la expansión en rutas medias (incluida la de Jetstar) y los vuelos de larga distancia.
Según comentarios de Joyce, los 12 A380 estarán detenidos hasta 2023 en el desierto de Mojave en Arizona. En su opinión, proyecta que la recuperación de la red internacional alcance apenas al 50% hacia fines de 2021 o comienzos de 2022, impulsada por equipos A330-300 y B787-9. Los primeros destinos en recuperar estarán en Asia, Estados Unidos y Europa (Londres).
Pese a lo anterior, Qantas indica que en las fases posteriores de la recuperación habrá un aumento progresivo de los vuelos y búsqueda de nuevas oportunidades, lo que incluye los planes de la línea aérea de realizar más operaciones internacionales de larga y ultra larga distancia. Las proyecciones están en sintonía con las indicadas por la industria aérea y buscan preservar la mayor cantidad de activos como sea posible.
“Tenemos que posicionarnos durante varios años donde los ingresos serán mucho más bajos y eso significa convertirse en una aerolínea más pequeña a corto plazo”, puntualiza Joyce. Refiriéndose a la realidad de la industria aérea indica que la mayoría de las líneas aéreas tendrán que reestructurarse para sobrevivir, pero esa realidad también representa un escenario más competitivo. “Por eso tenemos que tomar medidas ahora”.
Qantas Group asegura que las decisiones adoptadas están basadas en los hechos que ocurren en los distintos mercados afectados por el COVID-19 y ante el adverso panorama a corto plazo. Destacando su transformación anterior, la compañía menciona que la flexibilidad conseguida brinda oportunidades para recuperaciones a distinto ritmo, según las condiciones imperantes. Apostando por la combinación de los modelos de negocios de Qantas y Jetstar, asegura que tienen ventaja para atender la recuperación en distintos segmentos de pasajeros a medida que se reabran las fronteras.
“A pesar de las difíciles decisiones que tomamos hoy, somos fundamentalmente optimistas sobre el futuro. Casi dos tercios de nuestras ganancias anteriores a la crisis provienen del mercado interno, que es probable que se recupere más rápido, especialmente a medida que las fronteras estatales se preparan para abrirse”, sentencia el CEO de Qantas Group.
Fotografía portada - Qantas