Mientras el sector de las líneas aéreas y aeropuertos prevén una recuperación a un plazo de tres a cuatro años, la industria de los viajes aéreos corporativos anticipa una recuperación más rápida, según las últimas estimaciones de la industria. Según Bloomberg, esta es la segunda crisis que enfrenta este segmento de la aviación desde 2008.
Para la aviación corporativa, la crisis del COVID-19 es más específica. La drástica reducción de la capacidad por parte de las líneas aéreas impulsa la contratación de servicios aéreos privados en algunos mercados como parte de una migración del segmento corporativo desde las líneas aéreas. Esa razón habría determinado un retraso del impacto de la pandemia, especialmente por la fidelidad de clientes Premium. Con el levantamiento gradual de las medidas restrictivas en países del hemisferio Norte y la mantención de la reducción de la oferta aérea, los vuelos corporativos cobrarían un nuevo auge, aunque podría estar condicionado a la velocidad de recuperación de la economía de los países.
Norteamérica lidera la recuperación con una baja de 31%, mientras Europa mantiene una caída de 50%, Asia y África con 35%, según datos de Wing X. En términos globales, el segmento corporativo reporta un descenso de 47% en comparación con los niveles registrados en 2019. El aumento de los servicios está directamente relacionado con el levantamiento de las restricciones, sin embargo, la imposición de cuarentenas representa una nueva barrera para la recuperación.
Según consigna AINonline (12/06/2020), el Reino Unido viene reportando aumentos de tráfico aéreo corporativo, pero tras el anuncio del Gobierno de imponer cuarentenas obligatorias, la demanda cae significativamente en casi un 70% en las horas posteriores al anuncio. En Norteamérica, la recuperación del tráfico corporativo está asociada a la estacionalidad de la temporada de verano especialmente hacia destinos vacacionales.
Si la tendencia se mantiene, el segmento de aviones corporativos podrá representar un impulso parcial para la aviación, pero limitado a su segmento de nicho. Algunos analistas de la industria estiman un efecto positivo inmediato, pero con un alcance limitado en el tiempo y, posiblemente, muy condicionado a la recuperación económica de los países.
La razón responde a que parte del segmento corporativo más alto puede migrar de las líneas aéreas hacia los vuelos privados mientras se mantienen altas las restricciones de viaje impulsando los vuelos corporativos. Sin embargo, lo anterior puede estar condicionado a la situación económica de empresas y podría desaparecer a medida que las líneas aéreas sumen capacidad. La reducción de los precios de las compañías aéreas también contribuirán a determinar este efecto.
Por tipo de aeronaves, la perspectiva general permite afirmar que hay una mayor tendencia hacia los de menor capacidad (“Light aircraft”), seguida de los equipos de categoría mediana. Lo anterior, guarda relación con su utilización para trayectos de corto alcance y por el costo de adquisición de los servicios aéreos. La demanda de aviones de mayor capacidad se mantiene baja y no se prevé una recuperación rápida en comparación con el resto de los aviones corporativos.
Fotografía portada - Simón Blaise