Solidarizando con la decisión de LATAM de cerrar su filial en Argentina, la primera compañía de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) de ese país carga la responsabilidad contra el gobierno de Alberto Fernández por la poca claridad que existe para enfrentar la crisis y establecer bases para la recuperación de la industria. A pesar de que la salida de un competidor le da espacio para crecer, califica como negativo la decisión porque constituye una reducción de la oferta con menos conectividad y empleos.
“Flybondi quiere expresar que esta noticia resulta muy negativa para la industria aérea argentina y para el país en general. Un mercado con menos aerolíneas representa menos conectividad federal, menos oportunidades de desarrollo y empleo, y menos alternativas para los pasajeros”, sentencia la compañía.
Para Flybondi, la administración actual mantiene en incertidumbre a la industria aérea destacando la ausencia de medidas de apoyo. En ese contexto, la lenta respuesta desde el Gobierno está llevando al sector a la desaparición de los competidores y, con ello, las fuentes de trabajo.
“Las consecuencias del impacto generado por el COVID-19, agudizadas por una política incierta para la recuperación de la industria y la falta de medidas claras de apoyo al sector más golpeado, son una preocupación generalizada. Por eso es imperioso que se piensen y articulen alternativas para que la industria pueda sobrevivir con igualdad de condiciones para todo el mercado”, sentencian.
Sin Norwegian Air Argentina, Flyest y LATAM Argentina, Flybondi es junto a JetSMART y Andes los competidores privados que quedan en Argentina, sin considerar a Aerolíneas Argentinas y Austral que subsiste por el apoyo permanente y directo del Estado. Las restricciones de movilidad decretadas y la prohibición de venta hasta septiembre establecidas por parte de la administración de Alberto Fernández tienen a todas las líneas aéreas paralizadas a todo nivel. Incluso, el plan de recuperación que se propone a partir de julio no favorece a la industria por privilegiar únicamente a Aerolíneas Argentinas y Austral.
En un mensaje directo al Gobierno como a la población, Flybondi resalta su rol como operador nacional y también el sentimiento que tiene respecto al tratamiento que recibe desde las autoridades. “Al fin y al cabo, todas las aerolíneas somos argentinas”, expresa en su declaración de solidaridad a LATAM.
Tras la reducción de la exposición de LATAM durante 2019, el rápido posicionamiento y crecimiento de las LCC convierte a este segmento en el nuevo rival comercial de Aerolíneas Argentinas. Para los sectores más oficialistas, también es el rival político que limita el desarrollo de la idea de recuperación de la “aerolínea de bandera”. Por lo mismo, existe preocupación en la industria por posibles acciones que se tomen ya sea de manera directa como indirecta.
Como ejemplo de lo anterior, se menciona la decisión de cerrar temporalmente las operaciones regulares de pasajeros desde el aeropuerto El Palomar de Buenos Aires, porque esconde las intenciones de gobierno para bloquear o terminar con su operación. “Sería insostenible que en el fondo de todo esto haya una intencionalidad proteccionista o destructiva hacia compañías que generan muchos beneficios para Argentina”, dice Esteban Tosutti, CEO de Flybondi en una entrevista con un medio de prensa argentino a principios de mayo.
Flybondi defiende su operación en Buenos Aires (EPA) por ser el lugar acordado con el Estado para dar viabilidad a su modelo de negocios gracias a los cargos aeroportuarios más bajos que otras terminales aéreas que permiten aportar a la generación de tarifas más económicas que estimulan la demanda. Si bien desde el punto de vista operacional pueden funcionar desde otros aeropuertos de la capital argentina, los mayores cargos aeroportuarios existentes representan limitantes para sustentar el negocio a largo plazo.
Como en otras partes del mundo, el segmento LCC representa un catalizador del desarrollo económico y social de Argentina. La capacidad de estimular la demanda mediante precios bajos favorece a una mejor conectividad del territorio, movimiento de las personas, crecimiento de los negocios y, por consiguiente, en una fuente generadora de empleos. Según las declaraciones de su CEO, uno de cada cinco pasajeros argentinos vuela en una LCC.
Según el diario La Nación (18/06/2020), los operadores privados enfrentan tres condicionantes preocupantes: la prohibición de vender pasajes hasta septiembre que limitan las oportunidades para generar liquidez y enfrentar los costos fijos, la imposición de medidas sanitarias que podrían determinar en ineficiencias operacionales por los controles de pasajeros y sanitización de los aviones, y la acción particular contra las LCC como el cierre temporal del terminal aéreo de El Palomar.
Fotografía portada - Simon Blaise