Con fuertes críticas desde distintos sectores por ser una medida reaccionaria, arbitraria y tardía, el Reino Unido impone desde el 08 de junio una cuarentena obligatoria de 14 días a todos los viajeros que arriben por vía aérea. Sectores del transporte aéreo y del turismo salen al paso de la medida por considerarla sumamente dañina que no aporta y sólo agravar el deteriorado escenario impuesto por el COVID-19, además de demorar la recuperación económica.
Ahora, el Reino Unido establece que todos los pasajeros que lleguen en avión deben presentar documentos con la dirección y el teléfono del lugar donde se mantendrán confinados. Para efectos de control, los funcionarios de Salud realizarán llamadas aleatorias a los viajeros. En caso de no cumplir, se imponen multas iniciales de 1.000 libras esterlinas (US$1.260), además de otras ilimitadas o sentencias de prisión.
“No permitiremos que una minoría imprudente ponga en riesgo nuestra recuperación interna”, expone la secretaria de Interior del Reino Unido, Priti Patel al Parlamento. Argumenta que esta medida es “proporcional y de tiempo limitado” aplicada a sólo a Inglaterra. Escocia, Galas e Irlanda del Norte pueden establecer sus propias regulaciones. Inicialmente, la pedida rige por tres semanas a partir del 08 de junio.
Pero las opiniones son abiertamente contrarias fuera del gobierno. “Es irracional y desproporcionada”, dice el consejero delegado de IAG, Willie Walsh. Junto a su compañía, otras empresas aéreas evalúan combatir la política gubernamental en los Tribunales con el fin de dejar sin efecto la medida antes de que provoque mayores perjuicios. “Debemos enviar un mensaje al mundo de que el Reino Unido está abierto a los negocios y esto envía el mensaje opuestos”, dice, según consigna Expansión (08/06/2020).
La matriz de Aer Lingus, British Airways, Iberia, Level y Vueling critica a la administración de Boris Johnson por imponer restricciones contrarias cuando otros países ya suavizan las medidas tras los términos de desconfinamiento y cuando se intenta dar un nuevo impulso a la economía británica. A fecha de hoy, el holding considera que la recuperación demorará entre tres a cuatro años en llegar a los niveles de oferta-demanda de 2019.
En lenguaje directo y sarcástico como se los conoce, en Ryanair ridiculizan la medida de Johnson. “Es completamente ineficaz e inútil”. Según la firma de ultra bajo costo y tarifas bajas, la acción no justifica especialmente cuando “el caballo” (como denomina al COVID-19) ya “se ha desbocado”, haciendo referencia a que el país tiene tasas adversas de contagios y mortalidad en Europa. De acuerdo con los últimos datos, el Reino Unido tiene más de 40.000 muertes relacionadas por COVID-19, cifra considerada como una de las más altas del mundo.
Sin una justificación adecuada en términos sanitarios, la cuarentena a los viajeros extranjeros responde más a una acción política con el fin de mostrar que Gran Bretaña es capaz de adoptar un camino distinto e independiente de la Unión Europea. En ese sentido, pareciera que el Gobierno de Johnson coloca sus intereses políticos por sobre las consecuencias económicas y sociales que implica la medida, en un intento por señalar que el camino del Brexit “funciona”.
Michael O’Leary, CEO de Ryanair, expresa en BBC Radio que la cuarentena causará “una verdadera devastación” sin precedentes en los sectores del transporte aéreo, hotelería, gastronomía y atracciones turísticas en los meses más importantes considerando el comienzo de la temporada de verano en el hemisferio Norte. En sus opiniones va más allá. Fustiga al Gobierno por ser el responsable de la pérdida de miles de empleos por una “estúpida e ineficaz cuarentena”.
En lugar de buscar la unión para enfrentar la pandemia y trabajar en conjunto por una recuperación, Johnson está consiguiendo sólo un conglomerado en contra. Compañías aéreas que antes rivales se unen a otras quinientas empresas en una campaña destinada a “aplastar la cuarentena” (Quash Quarantine) y revocarla. British Airways, Ryanair e easyJet están en ese propósito. El mandatario también parece tener presión desde fuera de su país, especialmente cuando otros países evalúan colocar cuarentenas sólo a ciudadanos británicos como especie de represalia.
Por ahora, la medida tiene su principal impacto en Europa y Norteamérica, pero a medida que las medidas restrictivas de los países finalicen, se espera que el impacto sea mayor, especialmente cuando las líneas aéreas están comenzando a recuperar sus rutas y frecuencias muy gradualmente. Las principales líneas aéreas europeas, del Medio Oriente, África y Asia, sin mencionar a las compañías de Norteamérica tienen alguna ciudad del Reino Unido como destino. América Latina todavía está menos afectada, pero su impacto podría sentirse cuando British Airways y otras líneas aéreas retomen servicios actualmente suspendidos.
Fotografía portada - Heathrow Airport